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El Tercer Secreto de Fátima - Edición Final
Capítulo 1: Fátima
Capítulo 2: La impostora Hna. Lucía
Capítulo 3: La versión vaticana del Tercer Secreto
Capítulo 4: El legítimo mensaje dado en el verdadero Tercer Secreto
Capítulo 5: La elección del cardenal Siri
Capítulo 6: Juan XXIII
Capítulo 7: Pablo VI, la Nueva Misa, y el Nuevo Rito de Ordenación
Capítulo 8: Las herejías de los antipapas respecto a los otros “cristianos”
Capítulo 9: Las herejías de los antipapas respecto a las otras religiones
Capítulo 10: Un hereje no puede ser el Papa
Capítulo 11: La apostasía del Vaticano II en su jerarquía, universidades y escuelas
Capítulo 12: Las herejías de la impostora Hna. Lucía
Capítulo 13: El asesinato de Juan Pablo I
Capítulo 14: La conversión y consagración de Rusia
Capítulo 15: La gran apostasía y el Anticristo
Capítulo 16: La ramera de Babilonia
Capítulo 1: Fátima
En el Antiguo Testamento, el Arca de la Alianza, después de Dios, era el objeto más sagrado y poderoso sobre la tierra.
El Arca contenía la palabra escrita de Dios, los diez mandamientos, y el pan milagroso que cayó del cielo. El Arca del Nuevo Testamento, que es la Santísima Virgen María, contenía al Verbo de Dios, Jesucristo, el pan vivo bajado del cielo.
El Arca de la Antigua Alianza contenía la vara de Aarón, que representaba el verdadero sumo sacerdote. El Arca del Nuevo Testamento contenía a Jesucristo, descrito en Hebreos 3, 1, como el verdadero sumo sacerdote.
En Éxodo 40, 34-35, se dice que el Arca del Antiguo Testamento “estaba cubierta por la presencia y el poder de Dios”. En el Nuevo Testamento, en Lucas 1, 35, se dice que la Virgen María también está cubierta por “la presencia y poder de Dios”.
En 2 Samuel 6, 9, se nos dice que cuando el Arca se acercaba a la presencia de David, él dijo: “¿Cómo vendrá a mí el Arca del Señor?”. Unos versículos más adelante, se dice que David saltó delante del Arca y que el Arca se quedó en la casa por tres meses y trajo bendiciones a toda la casa. En Lucas 1, 45-57, vemos que ocurren los mismos eventos con el Arca del Nuevo Testamento, la Virgen María. Isabel le dice a María: “¿De dónde que venga a mí la madre de mi Señor?”, y el niño saltó en el seno de Isabel y María se quedó con Isabel por tres meses.
Según Éxodo 25, 11, el arca del Antiguo Testamento no solamente estaba cubierta en oro, sino que también tenía “una corona de oro”. En Apocalipsis 11, 19 y siguientes se dice que el Arca del Nuevo Testamento es una mujer con una “corona”.
Dios prescribió específicamente que la madera para la construcción del Arca del Antiguo Testamento fuera de acacia. La madera de acacia es tan extremadamente durable que incluso la Septuaginta, la versión griega del Antiguo Testamento, traduce esta palabra como “incorruptible” o madera “que no se descompone”. Por lo tanto, la Santísima Virgen María debe ser “incorruptible”. Ella no muere. Ella fue preservada de todo pecado actual y original, y fue asunta al cielo, esto es, llevada por los ángeles en cuerpo y alma al cielo.
El Arca del Antiguo Testamento también tenía poderes asombrosos contra los enemigos de Dios. El Arca era tan sagrada, que cuando no se le daba el debido respeto, morían en el acto.
El Arca llevaba y representaba la presencia espiritual de Dios sobre la tierra. Cuando Dios le habló a Moisés, lo hizo desde los dos querubines que estaban sobre el Arca. En nuestros tiempos, Dios le ha hablado al mundo por el Arca del Nuevo Testamento, la Santísima Virgen María. Nuestra Señora se ha aparecido muchísimas veces con el fin de convertir a la humanidad, y decirles lo que Dios quiere de ellos para que se salven.
En el año 1917, la Santísima Virgen María se apareció seis veces a tres niñitos: Jacinta y Francisco Marto y Lucía dos Santos. En sus apariciones, Ella dijo que el Santo Rosario debe ser rezado todos los días. También dijo que Jesús desea establecer en todo el mundo la devoción a su Inmaculado Corazón y prometió la salvación para aquellos que abrazasen esta devoción.
Los niños le pidieron a la Santísima Virgen que obrara un milagro para que todos pudiesen creer que Ella efectivamente se les aparecía. Nuestra Señora respondió que el día 13 de octubre de 1917 realizaría un milagro para que todos creyesen. La noche antes del 13 de octubre, llovió torrencialmente toda la noche. El lodo llegaba hasta los tobillos. Al mediodía de ese 13 de octubre, la Santísima Virgen se les apareció a los niños. En determinado momento, Lucía le dijo a la multitud ahí reunida que cerraran sus paraguas, a pesar de estar en medio de una lluvia torrencial que había convertido todo en lodo. A continuación ocurrió el milagro. El sol comenzó a moverse fuera de las leyes de la naturaleza. El sol parecía cambiar de colores y bailaba en el cielo. Girando rápidamente como una rueda gigantesca de fuego. Después de diez minutos, comenzó a caerse hacia la tierra. Miles de personas, de los setenta mil que ahí se reunieron para atestiguar el milagro prometido, empezaron a llorar y cayeron al suelo pensando que había llegado el fin del mundo. Justo antes de que el sol chocara con la tierra, cambió completamente su dirección y regresó al cielo a su posición acostumbrada. Muchos de los enfermos fueron curados inmediatamente. Los milagros maravillaron a la multitud congregada. Se convirtieron duros incrédulos, incluyendo ateos y masones, y confirmó a miles en la fe católica.
Y hubo un segundo milagro, porque el lodo en el suelo y las ropas de las personas se secaron instantáneamente. La gente exclamó: “¡Milagro! ¡Milagro!” Más tarde, un científico examinó el suelo donde se llevó a cabo el milagro y dijo que la cantidad de energía para poder secar todo el suelo y las ropas, tendría que ser la de una gigantesca bomba cayendo en el área. Claro, si una bomba hubiese caído, todas las personas hubieran muerto. Así que verdaderamente fue un milagro obrado por la Santísima Virgen.
Dos días después, el 15 de octubre de 1917, el periódico masónico y anticatólico, O Seculo, declaró lo siguiente acerca del milagro en Fátima: “Cómo ha bailado el sol en pleno mediodía en Fátima. Las apariciones de la Virgen. – La señal del cielo. – Varios millares de personas lo declaran un milagro”. El periódico declaró en su encabezado que Fátima era la señal del cielo. ¿No suena esto familiar?
Ese titular fue una confirmación desconocida, por una fuente pública y anticatólica, de que la aparición de nuestra Señora de Fátima y su milagro del sol en verdad fue la señal y el evento profetizado en Apocalipsis 12, 1.
Durante sus apariciones en Fátima, nuestra Señora les reveló tres secretos a los niños. El primer secreto era la horrible visión del infierno. “Al decir estas últimas palabras, Nuestra Señora abrió de nuevo las manos como en los dos meses anteriores. El reflejo (de luz que ellas irradiaban) pareció penetrar la tierra, y vimos como un gran mar de fuego y, sumergidos en ese fuego, a los demonios y las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana, que flotaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían juntamente con nubes de humo, cayendo hacia todos lados – semejante al caer las chispas en los grandes incendios – sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de pavor. Los demonios se distinguían por formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como negros carbones en brasa. La visión duró por unos instantes, gracias a la bondadosa Madre celestial, quien nos prometió en la primera aparición llevarnos al cielo. Sin ello, creo que hubiéramos muerto de terror y miedo”.
La Virgen luego les dijo a los niños: “Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra terminará, pero si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedirlo, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal, el dogma de la fe se conservará siempre, etc. Esto no lo digáis a nadie”.
Entonces, la primera parte del secreto de Fátima fue la visión del infierno. La segunda parte es la predicción de la II Guerra Mundial, si los hombres no dejan de ofender a Dios. Para impedir la segunda guerra mundial y los otros castigos predichos en la segunda parte del secreto, la Sma. Virgen le dio un mensaje a Lucía el 13 de junio de 1929. Ya entonces, Lucía era religiosa en el convento de Tuy, España. La Sma. Virgen le dijo a la Hna. Lucía que había llegado el momento en que Dios le pedía al Santo Padre, en unión con todos los obispos del mundo, la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, prometiendo que, por estos medios, se salvará. El Papa Pío XI nunca consagró Rusia y, en la noche del 25 de enero de 1938, el cielo de Europa fue iluminado por una luz desconocida tal como había sido predicho por la Sma. Virgen. Hubo personas en Suiza que podían leer sus periódicos a las 11 de la noche afuera de sus casas. La Hna. Lucía confirmó que esta luz desconocida era la gran señal dada por Dios; significando que estaba a punto de castigar al mundo entero. Poco después de la gran luz, la segunda guerra mundial comenzó, cumpliéndose así, la segunda parte del secreto.
La tercera parte del secreto es la continuación de las palabras “En Portugal el dogma de la fe se conservará siempre, etc.”. Muchos de los hechos tocantes a la cronología del mensaje de Fátima fueron descubiertos por el investigador de Fátima, Frère Michel. Estando en el convento de las Hermanas Doroteas, en junio de 1943, la Hna. Lucía se enfermó gravemente. Si bien ella había escrito las dos primeras partes del secreto, aún le faltaba por escribir el tercer secreto. Su condición física era tan seria, que el Obispo da Silva de Fátima, estaba muy preocupado.
El 15 de septiembre de 1943, el Obispo da Silva viajó a España y le pidió a la Hna. Lucía que escribiera el Tercer Secreto “si es que en realidad quería hacerlo”. La Hna. Lucía le pidió al obispo que le diese un mandato formal por escrito. A mediados de octubre de 1943, el Obispo da Silva le dio a la Hna. Lucía, el mandato formal de que escribiera el tercer secreto. En los tres meses sucesivos, la Hna. Lucía trató de escribir el tercer secreto. Se encontraba en una terrible angustia, y cada vez que trataba de escribirlo, sentía que algo le impedía escribir el tercer secreto. Después de tres meses de esta crisis, la Sma. Virgen María se le apareció el 2 de enero de 1944, diciéndole que era realmente la voluntad de Dios que escribiera el tercer secreto. Al día siguiente lo escribió de inmediato, pero el obispo decidió no leerlo porque temía hacerse responsable por conocer su contenido.
La Hna. Lucía le hizo prometer al obispo da Silva que “el tercer secreto fuese abierto y leído al mundo en su muerte, o en 1960. Lo que ocurriese primero”.
En 1946 se le preguntó a la Hna. Lucía por qué era necesario esperar hasta 1960, y ella respondió: “Porque así lo quiere la Santísima Virgen”. Y también dijo: “Ello será más claro entonces”.
En 1957, el Santo Oficio en el Vaticano pidió que le fuera enviado el texto del tercer secreto. El obispo Venancio, obispo auxiliar del obispo Da Silva, le imploró para que finalmente leyera el tercer secreto. Da Silva se negó, por lo que Venancio decidió poner el sobre que contenía el tercer secreto cercano a la luz y comentó que el tercer secreto era de 20 a 25 líneas.
El 16 de abril de 1957, llegó el tercer secreto a Roma. La evidencia parece indicarnos que el Papa Pío XII iba a esperar hasta 1960, pero resultó en que murió el 9 de octubre de 1958. Es así que todo el mundo esperó hasta 1960 para que el Vaticano publicara el tercer secreto. Sin embargo, el 8 de febrero de 1960, el Vaticano anunció, en un comunicado de prensa, que el tercer secreto no iba a ser revelado. La única razón de por qué no lo publicó se debió a que para el Vaticano era embarazoso. Algunos se preguntarán, si el Vaticano dijo que no lo publicaría en 1960, ¿por qué la Hna. Lucía no lo hizo ella misma, avisando a todo el mundo qué contenía el tercer secreto?
Capítulo 2: La impostora Hna. Lucía
Vamos a presentar la evidencia que creemos nos indica claramente, que la verdadera Hna. Lucía fue asesinada y remplazada por una impostora, más o menos entre los años 1958 a 1959. Si la Hna. Lucía fue remplazada por una impostora, ¿por qué su amigo, el obispo Da Silva, no se percató de la impostora? Si la Hna. Lucía fue remplazada en 1958 o 1959, él no lo pudo haber notado porque, pocos meses después de que el Vaticano recibiera el tercer secreto en 1957, el obispo Da Silva murió.
Si bien la Hna. Lucía rara vez se reunió con otras personas, no obstante, sí se reunió con el P. Agustín Fuentes el 26 de diciembre de 1957. El P. Agustín Fuentes era el postulador de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta. Esta fue la razón de por qué la Hna. Lucía se reunió con él. El P. Fuentes, después de hablar con la Hna. Lucía, regresó a México, y el 22 de mayo de 1958 dio una conferencia acerca de lo que le había dicho la Hna. Lucía cuando la visitó. El P. Fuentes comentó que cuando visitó a la Hna. Lucía, ella estaba “muy triste, muy pálida, y demacrada”. La Hna. Lucía le dijo que “Dios va a castigar al mundo y lo va a castigar de una manera tremenda. El castigo del cielo es inminente. ¿Cuánto falta, Padre, para 1960; y qué sucederá entonces? Será una cosa muy triste para todos; y no una cosa alegre, si antes el mundo no hace oración y penitencia... No soy capaz de dar ningún otro detalle porque sigue siendo un secreto. Esta es la parte del mensaje de la Sma. Virgen que permanecerá en secreto hasta 1960…”. Continuó la Hna. Lucía diciendo: “Por esto, Padre, no es mi misión indicarle al mundo los castigos materiales que ciertamente vendrán sobre la tierra si el mundo antes no hace oración y penitencia. ¡No! Mi misión es indicarles a todos el inminente peligro en que estamos de perder para siempre nuestra alma si seguimos aferrados al pecado… Por eso, ahora que cada uno de nosotros comience por sí mismo su reforma espiritual; que tiene que salvar no solo su alma, sino salvar a todas las almas que Dios ha puesto en su camino… el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva, es una batalla final en donde se va a saber de qué partido es la victoria, de qué partido es la derrota. Así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio… Dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo; el Santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María. Y, al ser los últimos remedios, quiere decir que son los últimos, que ya no va a haber otros… la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. De tal manera que ahora no hay problema, por más difícil que sea, sea temporal o sobre todo espiritual, que se refiera a la vida de los pueblos y naciones. No hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario. Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Y luego, la devoción al Inmaculado Corazón de María, Santísima Madre, poniéndonosla como sede de la clemencia, de la bondad y el perdón; y como puerta segura para entrar al cielo”.
La Hna. Lucía le dijo al P. Fuentes que la Sma. Virgen María le dio a entender que estamos viviendo en los últimos días del mundo. Después de la conferencia del P. Fuentes en donde relató lo que la Hna. Lucía le había dicho, se publicó en revistas por todo el mundo. Cerca de un año después, el 2 de julio de 1959, la diócesis de Coímbra de la Hna. Lucía acusó oficialmente al P. Fuentes de haber mentido acerca de lo que la Hna. Lucía le había dicho en la entrevista. Ellos publicaron una carta escrita a máquina que declaraba:
Fue después de la publicación de esta carta por la diócesis de Coímbra, que fue removido el P. Fuentes como postulador de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta. El 19 de marzo de 1961, el P. Luis Condor, sacerdote de la entonces Hungría comunista, fue asignado en el lugar del P. Fuentes. Entonces ya en el 2 de julio de 1959, la diócesis de la Hna. Lucía publicó cartas en su nombre que eran falsas. La Hna. Lucía fue silenciada y, probablemente, cerca de esta fecha, la verdadera Hna. Lucía o murió o fue asesinada. Es muy posible que la impostora Hna. Lucía haya sido colocada en esa época. Esta era una mujer que se parecía algo a la Hna. Lucía. Es muy posible que haya sido una agente comunista o una actriz a sueldo. También se le pudo haber pedido o quizás chantajeado para que tomara el rol de la Hna. Lucía. Cuando comenzó a actuar públicamente como si fuera la Hna. Lucía, empezó a sentirse cómoda con ello y así formo su estilo de vida. Y después de haber hecho esto por algún tiempo, ya sería muy tarde cambiar.
Nuestro monasterio, el Monasterio de la Sagrada Familia, fue la primera organización del mundo en anunciar públicamente acerca de la impostora Hna. Lucía, y publicamos evidencia apoyando esta idea. Esto fue cuando publicamos nuestro artículo en inglés “Toda la verdad acerca de la consagración y conversión de Rusia y la impostora Hna. Lucía”. Debemos tomar en cuenta además de las propias palabras de la Hna. Lucía, de que ella no sabía cuándo iba a morir, de otra manera nunca le hubiera hecho prometer al obispo da Silva que el tercer secreto se leyera públicamente al mundo o en su muerte o en 1960, lo que venga primero. También sabemos que una vez llegado el 1 de enero de 1960, la misma Hna. Lucía habría hecho público el contenido del mensaje del tercer secreto.
Como lo vimos en su nota del 2 de julio de 1959, la cancillería de Coímbra declaró autoritativamente que la “Hna. Lucía había dicho todo lo que ella creía que era su deber decir sobre Fátima”. También se hizo más y más difícil visitarla, y por años ya no se publicaron más sus escritos. Su testimonio se estaba convirtiendo en una molestia. Es interesante el hecho de que el confesor de Hna. Lucía, el Padre Aparicio, cuando regresó de Brasil en 1960, no se le permitió ver a la Hna. Lucía. Él comentó: “No he podido hablar con la Hna. Lucía porque el arzobispo no me da permiso de verla. Las condiciones de aislamiento en la que ella se encuentra han sido puestas por la Santa Sede. Consiguientemente, nadie puede hablar con ella sin tener una licencia de Roma”. Este permiso para ver a la Hna. Lucía solo podía ser dado por dos personas, o por Juan XXIII o por el cardenal prefecto del Santo Oficio. La razón de por qué solo dos personas podrían dar este permiso exclusivo a partir de 1960, era porque ya en 1960 no se trataba de la verdadera Hna. Lucía, sino de la impostora.
Como hemos demostrado en nuestra información respecto a Juan XXIII y en las secciones concluyentes de nuestro video “Vaticano II: Concilio de Apostasía”, la evidencia nos indica que Juan XXIII era masón.
Juan XXIII, encíclica, 26 de septiembre de 1959: “Nuestra mirada se extiende a todos los continentes, allí donde los pueblos todos están en movimiento hacia tiempos mejores: en ellos vemos un despertar de una fuerza misteriosa y esto nos hace esperar que los hombres serán atraídos por una conciencia recta y un sentido del deber por promover el verdadero bien de la sociedad humana”.
Como se documenta en nuestro video “El aborto, la música rock y la masonería al descubierto” el término “fuerza misteriosa” era el nombre original de la masonería. Creemos que cuando Juan XXIII hizo esta declaración, él estaba promulgando el despertar de la masonería por todo el mundo.
El 19 de noviembre de 1959, Juan XXIII sostuvo una audiencia en la que habló acerca de la Hna. Lucía. Juan XXIII dijo acerca de esta reunión: “Hemos hablado largo y tendido sobre la vidente de Fátima, ahora una buena religiosa en Coímbra. El Santo Oficio se encargará de todo y la mantendrá en el camino correcto”. En otras palabras, Juan XXIII y sus compañeros agentes conspiradores seguirán ocultando la verdad sobre el tercer secreto y de haber instalado a una impostora Hna. Lucía.
La impostora Hna. Lucía hizo su primera aparición pública el 13 de mayo de 1967 con Pablo VI. Las personas que han visto el video de la visita de Pablo VI a Fátima dicen que ni siquiera rezó un solo Ave María. Aquí tenemos fotos de la verdadera Hna. Lucía del año 1945, cuando tenía 38 años de edad. Juzgue usted por sí mismo, pero la mujer que tenemos aquí en esta foto no es la misma mujer que aparece antes. En primer lugar, esta fotografía es de 1967, por lo tanto, supuestamente esta era la Hna. Lucía 22 años después, o sea a los 60 años de edad. Sin embargo, esta mujer se ve tan joven o incluso más joven que la Hna. Lucía de 38 años de edad. A pesar de mostrar los signos de la edad desde los 38 a los 60 años, las personas mantienen esencialmente el mismo aspecto.
Además de las diferencias en las apariencias, otra cosa que observamos es que los dientes de la impostora son normales y no irregulares, pero cuando vemos los dientes de la verdadera Hna. Lucía podemos ver que eran grandes, salientes e irregulares. También podemos ver en esta foto que la impostora parece que tiene puesto lápiz labial. Esto es algo que creemos que la verdadera Hna. Lucía nunca haría. Otra observación es que el mentón de la verdadera Hna. Lucía es más corto, y el de la impostora es más largo. Cuando sonríe la verdadera Hna. Lucía, su boca hace una letra “U”; cuando sonríe la impostora, su boca hace una “U” al revés. Algunos se preguntarán: ¿Por qué los familiares de la Hna. Lucía no distinguieron a la impostora? La repuesta es que, en un convento católico tradicional de carmelitas, cuando una monja se reúne con los visitantes, ella los atiende detrás de la reja. La reja es un obstáculo que no deja ver al otro lado claramente. Cuando la monja atiende a los visitantes, ella debe taparse con un gran velo. También las rejas más grandes tienen postigos y una cortina. La cortina es puesta para que la monja no pueda ver a los visitantes. Los visitantes no pueden distinguir exactamente las características de la religiosa. Solo pueden ver una silueta y oír la voz de la religiosa. En la única ocasión en que se puede remover la cortina es cuando la religiosa se reúne con su familia. Pero una manera fácil de que la familia de la Hna. Lucía no haya podido reconocer a la impostora, era que la superiora hubiese ordenado que la cortina no sea removida incluso para los visitantes de su familia.
Pero ni siquiera esto hubiese sido necesario. La superiora del convento carmelita en aquel entonces bien pudo estar envuelta en la conspiración respecto a la impostora Hna. Lucía. Las visitas de los familiares solamente eran una vez al año, y a menudo duraban solo una hora. Ni siquiera sabemos si en los últimos años de los 50 –la fecha en que creemos fue cuando se instaló a la impostora– sus parientes siquiera la visitaron una vez al año. Según las reglas particulares del convento en que entró la Hna. Lucía, ni siquiera se les permitía a sus parientes más cercanos verla de cerca. También la superiora estaría presente con la Hna. Lucía cuando era visitada. Si hubieran pasado varios años sin que su familia la hubiese visitado, es posible que no pudieran detectar a la impostora Hna. Lucía. Casi todos tienen un recuerdo de cómo se ven sus familiares más cercanos si miran fotografías y las personas también pueden recordar la voz de sus familiares cuando hablan con ellos por teléfono. Lo más probable es que los familiares cercanos de la Hna. Lucía no hablaron con ella por teléfono en todo este tiempo y probablemente no había fotografías disponibles para sus familiares. Cuantos más años pasen sin que usted vea a sus familiares y sin tener algo que le recuerde cómo se ven – principalmente por las fotos –, será difícil que alguien pueda recordar exactamente cómo se veían sus familiares cercanos.
Solo sabemos que hay diez fotos de la Hna. Lucía. Esas pocas fotos quizás ni fueron vistas por sus familiares. Si usted no tiene fotos de sus parientes, ¿cómo los va a recordar? Quizás por las memorias del pasado de cómo se veían, pero en el caso de la Hna. Lucía, casi no había memorias. La Hna. Lucía entró a un internado en 1921, cuatro años después de las apariciones de la Virgen de Fátima. Luego en 1928, la Hna. Lucía entró con las Hermanas Doroteas en Tuy, España. Después en 1946 entró en el convento de las carmelitas en Coímbra, Portugal. No tenemos ni la menor idea de la frecuencia con que iba su familia a verla al convento. Así que sus familiares casi no tuvieron la oportunidad de conocerla muy bien.
Hasta aquí hemos mostrado evidencia de por qué creemos que una impostora reemplazó a la verdadera Hna. Lucía por cerca de finales de los 50. Por lo tanto, las cartas de la impostora Hna. Lucía desde los 60 hasta el año 2000, contendrían letras o escritos que serían a lo menos diferentes de la verdadera Hna. Lucía. Aquí presentamos unos pocos ejemplos de varias diferencias de los manuscritos de la verdadera Hna. Lucía y de la impostora. Por ejemplo, vemos las cartas de la verdadera Hna. Lucía: del 17 de diciembre de 1927; del 29 de mayo de 1930; y del 17 de noviembre de 1935. Se puede ver que la letra “g” minúscula tiene una curva distinta. Y si miramos la carta de la impostora Hna. Lucía del 13 de abril de 1980, podemos ver que su “g” se curva diferente. Aquí está la letra “S” en mayúscula de la carta del 17 de diciembre de 1927; del 29 de mayo de 1930; y del 17 de noviembre de 1935. Ahora aquí se ve una carta de la impostora Hna. Lucía del 13 de abril de 1980 y otra del 13 de julio de 1989. La letra “S” mayúscula en estas cartas de 1980 y de 1989 de esta impostora, es definitivamente diferente de la “S” mayúscula de la verdadera Hna. Lucía. Se podrían dar otros ejemplos mostrando las diferencias en los manuscritos de la verdadera Hna. Lucía y de la impostora.
En 1992, tres individuos entrevistaron a la impostora Hna. Lucía. Le preguntaron acerca de la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María hecha por Juan Pablo II en 1984 y que si esa consagración cumplió la petición de la Virgen de que el Papa consagrara a Rusia a su Inmaculado Corazón. También le preguntaron acerca del tercer secreto. Todos los tres individuos creyeron que esta era la verdadera Hna. Lucía. Esta entrevista luego se publicó en un libro llamado “Dos horas con la Hna. Lucía”. Aquí está un fragmento de la entrevista:
Pregunta: “‘Y, ¿esa [consagración] fue hecha por el Papa Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984?’
Hna. Lucía: ‘Sí, sí, sí (en una voz afirmativa, que también parecía habernos mostrado que ella ya espera esta pregunta)…
Pregunta: ‘¿Entonces esa consagración fue aceptada por nuestra Señora?’
Hna. Lucía: ‘Sí’.
Pregunta: ‘¿Nuestra Señora está contenta y la ha aceptado?’
Hna. Lucía: ‘Sí’…
Pregunta: ‘¿Aun quieren Dios y la Virgen que la Iglesia revele el tercer secreto?’
Hna. Lucía: ‘El tercer secreto no está destinado a ser revelado. Era solo para el Papa y la jerarquía inmediata de la Iglesia’.
Pregunta: ‘Pero, ¿que no dijo nuestra Señora que debería ser revelado al público a más tardar en 1960?’
Hna. Lucía: ‘Nuestra Señora nunca dijo eso. Ella dijo que era para el Papa’.
Pregunta: ‘¿El Papa puede revelar el tercer secreto?’
Hna. Lucía: ‘El Papa puede revelarlo si así lo decide, sin embargo, le aconsejo que no lo haga. Si él quiere hacerlo, debo aconsejarle que tenga mucha prudencia. Debe ser prudente’”.
Yo tuve la oportunidad de hablar largamente con uno de estos tres individuos involucrados en la entrevista de 1992. Me expresó que había algo muy preocupante e incorrecto de la Hna. Lucía.
Esta entrevista de 1992 por sí misma prueba que sí había una impostora Hna. Lucía. Como hemos mostrado claramente al inicio de esta presentación, la verdadera Hna. Lucía había dicho que el tercer secreto debía ser revelado al mundo entero para 1960. La impostora Hna. Lucía contradice esto al decir que el Tercer Secreto no debe ser revelado y que solamente era destinado para el Papa. También se contradice con la verdadera Hna. Lucía al decir que el tercer secreto no debía ser revelado para 1960.
Algunos han tratado de desacreditar esta entrevista de 1992 señalando que la Hna. Lucía estaba siempre detrás de la reja. Sin embargo, en esta entrevista supuestamente ella estaba afuera. Pero esto tiene sentido, que el Vaticano solo permitió una entrevista selectiva a un grupo de individuos con la impostora Hna. Lucía afuera y no detrás de la reja, donde ella les diría, y por tanto le diría al mundo, que Juan Pablo II consagró a Rusia con éxito, para que quedara en el registro con un grupo independiente. Pero cuando la Hna. Lucía iba a reunirse con su hermana familiar que podría con más facilidad identificar que ella era una impostora, entonces en esa ocasión la ponían siempre detrás de la reja y con muchas monjas.
Capítulo 3: La versión vaticana del Tercer Secreto
La impostora Hna. Lucía hizo su última aparición pública el 13 de mayo de 2000. En ese día, Juan Pablo II le ordenó al “cardenal” Sodano que hiciese el anuncio de lo que el Vaticano creía ser la interpretación del tercer secreto. Sodano anunció que el tercer secreto era una visión y no eran palabras; y que tenía que ser interpretado en una clave simbólica. Sodano anunció que la interpretación del Vaticano estaba aprobada por Juan Pablo II y por la Hna. Lucía. También dijo que la interpretación del tercer secreto era la guerra atea contra la iglesia de Dios y que trataba del siglo XX que culminó en el atentado contra Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. La impostora Hna. Lucía, que estaba allí presente, claramente confirmó la interpretación del falso tercer secreto haciendo gestos innegables de aprobación, mientras Sodano daba este anuncio. Todo tradicionalista que no acepta la versión vaticana del tercer secreto de Fátima, ahora cree que sí había una impostora Hna. Lucía, pero simplemente o no lo ha entendido todo o no es lo suficientemente honesto como para admitirlo. No hay término medio. No se puede rechazar a la falsa versión vaticana del tercer secreto sin que también se rechace a esta supuesta Hna. Lucía como una impostora. Sodano anunció que Juan Pablo II le ordenó a la congregación para la doctrina de la fe, dirigida nada menos que por Joseph Ratzinger, posteriormente Benedicto XVI, que hiciera pública la visión del tercer secreto con un comentario apropiado.
El 26 de junio de 2000, la congregación de la doctrina de la fe publicó lo que ellos decían ser el tercer secreto. El Vaticano dijo que el tercer secreto era una visión en la que el papa vestido de blanco – que lo interpreta ser Juan Pablo II – es asesinado. El primer problema aquí es que la visión dice que un Papa es asesinado, y resulta que Juan Pablo II no fue asesinado. En la visión, muchos mártires son asesinados y su sangre es recogida y rociada sobre las almas. El segundo problema aquí es que la Biblia y la Iglesia católica enseñan que la justificación únicamente ocurre por la aspersión de la sangre de Cristo sobre las almas.
Papa San León Magno, carta dogmática a Flaviano, Concilio de Calcedonia, 451: “Dejad que preste atención a lo que el bienaventurado apóstol Pedro predica, que la santificación por el Espíritu se realiza por la aspersión de la sangre de Cristo”.
Y la Biblia también lo enseña en 1 Juan capítulo 1, versículo 7: “… la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado”.
Por lo tanto, la justificación ocurre por la aspersión de la sangre de Cristo, no por la sangre del hombre.
Todas estas cosas nos muestran que este llamado tercer secreto es falso y es un engaño del anticristo. Tiene sentido que Juan Pablo II haya estado detrás de este engaño, puesto que él enseñó que todo hombre es Dios. Como lo probamos en nuestro video “Juan Pablo II enseñó el evangelio del anticristo: que todo hombre es Dios”.
El verdadero tercer secreto es la continuación de las palabras de Nuestra Señora: “En Portugal el dogma de la fe se conservará siempre…”, pero en este falso secreto no hay nada de estas palabras de la Virgen María. Sólo es una visión.
El verdadero tercer secreto también está escrito en forma de carta y tiene domicilio y firma en un pedazo de papel con márgenes midiendo ¾ de un centímetro en cada lado. El “tercer secreto” del Vaticano del 26 de junio de 2000 no está escrito en forma de carta, no tiene domicilio ni está firmado, y las hojas de papel no tienen márgenes. Además de esto, encontramos otros problemas. Por ejemplo, vemos las letras JMJ que se encuentran en la versión vaticana del tercer secreto – que ellos dicen fue escrito por la Hna. Lucía en 1944 –, sin embargo, aquí tenemos las mismas letras JMJ escritas por la verdadera Hna. Lucía el 17 de diciembre de 1927. Podemos ver una gran diferencia. Estas letras “JMJ” fueron supuestamente escritas por la misma persona, la Hna. Lucía, en menos de 20 años de diferencia. También vean la manera en que el Vaticano afirma que la Hna. Lucía escribió la palabra Tuy en 1944 en su versión del tercer secreto. Ahora miren la manera cómo la verdadera Hna. Lucía escribió la palabra Tuy el 29 de mayo de 1930. Hay supuestamente solo una diferencia de 13 años y medio entre estas dos cartas escritas por la Hna. Lucía. Pero podemos ver la gran diferencia en la manera cómo se escribió la palabra Tuy.
Vimos anteriormente cómo la verdadera Hna. Lucía escribió la “S” mayúscula en sus cartas del 17 de diciembre de 1927, del 29 de mayo de 1930 y del 17 de noviembre de 1935. Y vimos cómo la impostora escribió la “S” mayúscula en sus cartas del 13 de abril de 1980 y del 13 de julio de 1989. Nos dimos cuenta de la gran diferencia.
Ahora veamos la versión del tercer secreto publicada por el Vaticano. Vean cómo ellos afirman que la Hna. Lucía escribió la “S” mayúscula cuando escribió el tercer secreto en 1944. Vemos la gran diferencia entre la verdadera Hna. Lucía y cómo ella escribió la “S” mayúscula. De hecho, esta “S” mayúscula que vemos aquí, es de la verdadera Hna. Lucía escrita, el 17 de noviembre de 1935. Según el Vaticano, estas dos cartas tienen unos 8 años de diferencia y escritos por la misma persona, la Hna. Lucía. No obstante, podemos ver la gran diferencia de cómo escribieron la “S” mayúscula. También, no hay nada que diga en este falso tercer secreto del Vaticano que pudiese ser más claro en 1960 y, sabemos que la verdadera Hna. Lucía declaró sin rodeos que el tercer secreto sería más claro en 1960. Creemos que toda la evidencia nos muestra que la versión vaticana del tercer secreto es todo un fraude.
Como se puede ver en la página oficial del Vaticano, ellos trataron de convencer al mundo entero que la Hna. Lucía había confirmado su versión del tercer secreto. El Vaticano declara en su página web que el supuesto arzobispo: “Bertone le presentó dos sobres, uno externo y otro dentro con la carta que contenía la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima, y ella dijo inmediatamente, tocándola con los dedos: ‘es mi carta’; y después, leyéndola: ‘es mi letra’”. El Vaticano luego dice que se le preguntó a la Hna. Lucía quién era el personaje principal en la visión del tercer secreto, “‘El personaje principal de la visión, ¿es el Papa?’, Sor Lucía respondió de inmediato que sí”. La razón de por qué todo esto fue hecho y dicho por la página web oficial del Vaticano, era para tratar de convencer al mundo entero que el tercer secreto presentado por el Vaticano era el auténtico, y que la figura principal era Juan Pablo II.
Joseph Ratzinger, el entonces líder de la congregación para la doctrina de la fe, fue quien escribió el comentario oficial del tercer secreto. Ratzinger comentó en aquel entonces respecto a la primera visión del tercer secreto, que era la visión del infierno, cuando la Virgen dijo: “Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”. Ratzinger luego dice sobre esta visión que “El corazón inmaculado es, según Mt 5, 8, un corazón que a partir de Dios ha alcanzado una perfecta unidad interior y, por lo tanto, ‘ve a Dios’. La ‘devoción’ al Corazón Inmaculado de María es, pues, un acercarse a esta actitud del corazón”. Ratzinger dice la herejía de que cualquier persona justa puede tener el Inmaculado Corazón. Según Ratzinger, no solamente lo tiene la Sma. Virgen María. Ratzinger luego dice al final de su comentario que Fátima ya se acabó. Él dice: “Ante todo, debemos afirmar con el Cardenal Sodano: ‘...los acontecimientos a los que se refiere la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima, parecen pertenecer ya al pasado’. En la medida en que se refiere a acontecimientos concretos, ya pertenecen al pasado. Quien había esperado en impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia debe quedar desilusionado”. Pero estas palabras aquí de Ratzinger donde dice que el tercer secreto ya no contiene nada acerca del fin del mundo, se contradicen con lo que él mismo dijo en 1984, cuando declaró que el tercer secreto sí habla acerca del fin del mundo.
Joseph Ratzinger, posteriormente Benedicto XVI, dio una famosa entrevista el 11 de noviembre de 1984 a la revista Jesús, donde dijo que el tercer secreto se refiere a: “los peligros que amenazan la fe y la vida cristiana, y por lo tanto, a la vida del mundo, y la importancia de las últimas cosas en el fin del mundo”. Cada palabra en la entrevista que dio Ratzinger fue aprobada por él mismo antes de ser publicada.
Capítulo 4: El legítimo mensaje dado en el verdadero Tercer Secreto
Entonces, ¿cuál es el mensaje que está contenido en el verdadero tercer secreto de Fátima? Las siguientes declaraciones fueron hechas por aquellas personas que dijeron haber tenido conocimiento del contenido esencial de lo que realmente es el mensaje del tercer secreto.
El cardenal Ciappi, teólogo papal del Papa Pío XII, declaró: “En el Tercer Secreto [de Fátima] se predice, entre otras cosas, que la gran apostasía en la Iglesia comenzará por lo alto”.
En la universidad de Vienna, el 10 de septiembre de 1984, el entonces obispo de Fátima, Cosme do Amaral dio la siguiente respuesta a una pregunta acerca del tercer secreto: “Su contenido concierne únicamente sobre nuestra fe”.
El P. Gommar DePauw asistió al Segundo Concilio Vaticano como asesor. Recibió una copia de lo que se afirmó ser el texto del tercer secreto. Dijo que la copia del tercer secreto que él leyó contenía una predicción futura hecha por la Sma. Virgen de una apostasía casi increíble en la Iglesia. Comentó que corrió la voz entre los reporteros que una copia del texto del tercer secreto circulaba por ahí. Los reporteros le preguntaron al P. DePauw si ese era el verdadero tercer secreto. Él reconoció que ese texto era auténtico, después de preguntarles a ciertas personas importantes del Vaticano si ese texto, que se decía era el tercer secreto, era el verdadero. El Vaticano no negó la autenticidad de este texto y no quería decir nada al respecto. El P. DePauw dijo que los funcionarios del Vaticano no querían admitir que algo parecido a lo que se prevé en el texto que él leyó, pudiese ocurrir en la Iglesia.
El “cardenal” Silvio Oddi dijo: “… el Tercer Secreto [de Fátima]… no trata de una supuesta conversión de Rusia… sino de la ‘revolución’ en la Iglesia Católica. La Sma. Virgen nos estaba advirtiendo de la apostasía en la Iglesia. Tantas innovaciones nacieron [en el Vaticano II] que parecían constituir una verdadera revolución interna”.
El 17 de marzo de 1990, en una revista llamada “Il Sabato” de Roma, Italia, el “cardenal” Oddi hizo las siguientes declaraciones después de habérsele preguntado acerca del contenido del tercer secreto. Dijo: “Creo que conocí bastante bien a Juan XXIII, durante los años pasados a su lado… Si el Secreto hubiera tratado de realidades consoladoras para la Iglesia como la conversión de Rusia o el renacimiento religioso de Europa oriental, siento que él se hubiera encargado de comunicarlo. Por temperamento, él no dudaba en comunicar cosas alegres (se ha revelado que el Cardenal Roncalli, en una serie de cartas a sus amigos, prácticamente anunció su elección al papado). Pero cuando le pregunté durante una audiencia por qué en 1960… él no hizo pública la última parte del mensaje de Fátima, él respondió con un bufido condescendiente. Luego dijo: ‘No saque ese tema conmigo, por favor…’”. El “cardenal” Oddi siguió con la entrevista: “¿Qué ocurrió en 1960 que pudiera haber sido visto en conexión con el Secreto de Fátima? El hecho más importante es, sin duda, el lanzamiento de la fase preparatoria del Segundo Concilio Vaticano… no me sorprendería si el tercer secreto aludiera a tiempos oscuros para la Iglesia: graves confusiones y perturbadoras apostasías dentro del mismo catolicismo… Si nosotros consideramos la grave crisis que hemos vivido desde el Concilio, no parece que falten señales de que esta profecía se ha cumplido…”.
En la misma entrevista, se le preguntó al “cardenal” Silvio Oddi: “¿Habló usted alguna vez con la Hna. Lucía?” Él respondió: “Sí, en 1985. Había ido una vez a Portugal a celebrar solemnemente el aniversario de las apariciones, y no resistí el deseo de intercambiar unas pocas palabras con ella. Obviamente no le pedí que me revelara el Secreto, sino que le pregunté si ella estaba al tanto de la razón por la que la Iglesia había decidido no hacerlo público”. “¿Y qué dijo la Hna. Lucía?” El cardenal Oddi respondió: “Ella dijo que había hablado de ello con Juan Pablo II en mayo de 1982, que hizo una peregrinación a Fátima para presentar su agradecimiento a Nuestra Señora un año después del atentado en la Plaza de San Pedro. Juntos, ellos habían decidido que era más oportuno no revelar el Secreto. Por temor, me explicó, a que pudiera ser ‘malinterpretado’”.
Así que podemos ver en esta entrevista publicada con el “cardenal” Oddi, que es una confirmación imparcial independiente de lo que había dicho la impostora Hna. Lucía en su entrevista de 1992, esto es, que el tercer secreto no estaba destinado a ser revelado al público.
También vemos que el “cardenal” Oddi mencionó que el Vaticano II era probablemente el cumplimiento de lo que está predicho en el tercer secreto, por las preparaciones importantes que se estaban realizando en 1960, en anticipación del Vaticano II.
El segundo Concilio Vaticano fue convocado por Juan XXIII el 25 de enero de 1959. La fase ante-preparatoria del segundo concilio vaticano comenzó el 2 de mayo de 1959. La obra de la comisión terminó el 1 de mayo de 1960. Y la fase preparatoria del segundo concilio vaticano comenzó el 5 de junio de 1960 con diez comisiones.
La única gran noticia en el mundo católico en el año 1960, cuyo año la Sma. Virgen le había dicho a la verdadera Hna. Lucía que el tercer secreto debía ser revelado al mundo entero, era la gran preparación que se estaba realizando para iniciar el inmenso concilio que fue poco antes convocado por Juan XXIII.
Cuando Juan XXIII convocó el Vaticano II el 25 de enero de 1959, fue exactamente el mismo mes y día en que 21 años antes se vio la luz desconocida en toda Europa, que era el anuncio de que los castigos predichos en la segunda parte del secreto iban a comenzar. Entonces, no es un accidente que Juan XXIII convocara el Vaticano II en el mismo mes y día, porque ello era el gran anuncio que dentro de muy poco se cumpliría la gran apostasía mencionada en el tercer secreto.
Alrededor de 1960, Gabriele Amorth conoció al Padre Pío de Pietrelcina y habló con él sobre el tercer secreto de Fátima. Amorth habla sobre esto en una entrevista realizada en 2011. Según Amorth, el Padre Pío dijo:
“Es Satanás quien se ha introducido en el seno de la Iglesia [las estructuras físicas] y dentro de no mucho tiempo llegará a gobernar una falsa iglesia”.
Amorth dice que al Padre Pío “realmente le atormentaba” una cuestión, esto es, la gran apostasía.
El Padre Pío rezaba el Rosario casi constantemente y exhortaba a otros a rezarlo. Él también recomendaba la oración, “Oh Jesús, salva a los elegidos en la hora de la oscuridad”.
Y contrariamente a lo que muchos han dicho, el Padre Pío nunca celebró la Nueva “Misa”. El Padre Pío murió el 23 de septiembre de 1968; la Nueva “Misa” no fue promulgada sino hasta el 3 de abril de 1969.
Cuando el Padre Pío escuchó acerca del número creciente de sacerdotes, monjas y laicos radicales, así como del desacuerdo con la enseñanza católica y la falta de vocaciones, se informó que él comentó más de una vez: “¡Gracias a Dios estoy viejo y cerca de la muerte!”.
La falsa iglesia es la secta del Vaticano II, actualmente operando bajo el apóstata Antipapa Francisco. Esta no es la Iglesia católica, sino la falsa iglesia profetizada del fin de los tiempos, como lo cubre nuestro material.
Capítulo 5: La elección del cardenal Siri
En la conclusión de nuestro video “Vaticano II: Concilio de Apostasía” mostramos la información que parece indicarnos que el cardenal Guiseppe Siri de Ginebra, Italia, fue elegido Papa lícitamente durante el cónclave del 26 de octubre de 1958. En ese vigésimo sexto día de octubre, salió humo blanco de la Capilla Sixtina por cinco minutos. El humo blanco indica que el Papa ha sido elegido. Esto fue reportado en la radio y en los periódicos por todo el mundo.
La Radio Vaticano anunció: “El humo es blanco. No hay absolutamente ninguna duda que se ha elegido un Papa”.
La Radio Vaticano también anunció que los otros cardenales estaban quizás oficiando los ritos de aceptación del nuevo Papa. Luego después de cinco minutos no salió el Papa y el humo blanco se volvió negro. Al mismo tiempo, en la Capilla Sixtina, el cardenal Siri acababa de haber sido elegido y aceptado la elección. Sin embargo, a continuación, Siri fue amenazado de varias maneras para no asumir el oficio del papado.
Malachi Martin, una persona con información privilegiada acerca del Vaticano, admitió que el cardenal Siri fue elegido Papa en 1963, pero fue amenazado para que no aceptase la elección. Malachi Martin dijo que le pasaron una nota a Siri después de que él había aceptado la elección, en la que se contenían varias amenazas que se llevarían a cabo si él asumía el cargo papal. Se informó que, a continuación, Siri les pidió a los demás cardenales que votaran nuevamente para poder estar totalmente seguro que en realidad era la voluntad de Dios que él fuera Papa.
Si bien que las sorprendentes declaraciones de Malachi Martin acerca de la elección del cardenal Siri se refieren al cónclave de 1963, la evidencia indica que, tanto en los cónclaves de 1958 y 1963, hubo interferencias ilícitas para impedir que Siri fuera electo Papa. Es bien claro que antes que apareciera Juan XXIII (en el cónclave de 1958), el humo blanco había indicado la elección de otra persona. Esa persona era Siri, y después de que su elección fuera rechazada, los cardenales volvieron a votar, y dos días después apareció el infiltrado masónico apóstata Juan XXIII reclamando ser el Papa.
Puesto que Siri había sido presionado a que no aceptase la elección, la posterior elección de Juan XXIII era, por ese mismo hecho, inválida. Juan XXIII sostuvo una reunión secreta después de la elección que duró varias horas, en la que estuvieron todos los participantes del cónclave. Estos informes también son confirmados por Alden Hatch en su libro de 1963 acerca de Juan XXIII titulado “Un hombre llamado Juan”. En la página 163, dice: “Juan XXIII les pidió a los cardenales que se quedaran otra noche en el cónclave, en vez de irse inmediatamente, como era de costumbre. Ello fue así para advertirles nuevamente de no revelar los secretos de su elección a los de afuera”.
El 18 de mayo de 1985, Louis Remy habló con el cardenal Siri en Génova, Italia. Remy le hizo varias preguntas a Siri. Una de esas era acerca del cónclave del 1958. Siri respondió a la pregunta: “No.” Remy luego dijo: “Algunos momentos después, cuando le preguntamos si había sido elegido Papa, su reacción fue totalmente diferente. Al principio se quedó en silencio por mucho tiempo. Luego alzó sus ojos al cielo, juntó sus manos y dijo ‘Estoy obligado por el secreto’. Después de un largo silencio, pesado para todos nosotros, dijo nuevamente, ‘Estoy obligado por el secreto. Este secreto es horrible. Yo tendría libros por escribir acerca de los diferentes cónclaves. Varias cosas han ocurrido, pero no puedo decir nada’”. Remy, y los otros que estaban presentes, creyeron entonces que Siri sí fue definitivamente elegido Papa.
El cardenal Siri creía que estaba obligado por el juramento de secreto absoluto que todos los cardenales toman antes de entrar al cónclave. El castigo por divulgar cualquier cosa acerca de lo que ocurre durante un cónclave lícito, es la excomunión automática. Siri creía que él estaba obligado hasta la muerte guardar los secretos del cónclave, sin darse cuenta que no estaba obligado a no revelar lo que ocurrió en el cónclave, ya que las reglas del cónclave se habían violado y estaba en juego el cargo supremo de la Iglesia.
La Enciclopedia Católica de 1907 dice que una renuncia válida de un Papa debe ser un acto libre. Por lo tanto, una renuncia forzada del papado sería nula e inválida.
El canon 185 del Código de Derecho Canónico de 1917 dice lo mismo, declarando que “Es nula en virtud del mismo derecho la renuncia hecha por miedo grave injustamente infundido, [o hay fraude]…”.
Capítulo 6: Juan XXIII
Desde hace mucho tiempo ha sido el sueño de los masones colocar a uno de los suyos en la Silla de San Pedro. Los masones creyeron haber cumplido este objetivo cuando Angelo Roncalli salió del cónclave de octubre de 1958, reclamando ser Papa Juan XXIII.
Ahora vamos a demostrar brevemente la información que nos indica que Angelo Roncalli, Juan XXIII, era masón y fue elogiado por masones de alto rango en todo el mundo.
El gran maestro del gran oriente de Italia declaró en una entrevista con la revista 30 Days: “En cuanto a eso, parece que Juan XXIII se inició (en una logia masónica) en París y participó en los trabajos de los Talleres de Estambul”.
Mary Ball Martínez fue miembro acreditada del grupo de la prensa vaticana. Ella escribió que los guardias franceses republicanos observaban desde sus puestos: “… el Nuncio [Roncalli] estando en rompas civiles salió de su residencia para asistir a las reuniones de los jueves por las tardes en [la logia masónica] del Gran Oriente de Francia”.
El masón de alto rango, Carl Jacob Burckhardt, escribió: “Conozco muy bien al cardenal Roncalli. Él era un deísta y un racionalista cuya fuerza no radicaba en la capacidad de creer en milagros ni en venerar lo sagrado”.
Cuando Juan XXIII fue hecho “cardenal”, él insistió en recibir el sombrero rojo del ateo y notorio anticlerical socialista Vicente Auriol, presidente de la República de Francia, a quien Roncalli describió como “un socialista honesto”.
En las funciones sociales en París, Roncalli (Juan XXIII), también fue visto a menudo socializando con el embajador soviético, a pesar de que el gobierno ruso había renovado su previa política de guerra de exterminio brutal de los católicos en Rusia.
Juan XXIII también era conocido como un “buen amigo y confidente” de Edouard Herriot, secretario de los socialistas radicales anticatólicos (de Francia).
Esto es herejía. No es un derecho del hombre adorar en público a los dioses falsos. Esta es la herejía de la libertad religiosa. Esto ha sido condenado por muchos Papas.
La encíclica Pacen in terris fue elogiada por los mismos líderes masónicos como siendo un documento masónico.
El órgano oficial del Consejo Supremo del grado 33 del antiguo y aceptado rito escocés de la masonería de México, declaró en su boletín en mayo de 1963: “LA LUZ DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO ILUMINA EL VATICANO… [Pacem in terris] Se elogia universalmente tanto a los países democráticos como los comunistas… la encíclica Pacem in terris es una vigorosa declaración de la doctrina masónica… no dudamos en recomendar su reflexiva lectura”.
En el libro publicado por los caballeros templarios (masones), ellos dijeron: “El sentido de nuestra acción: Continuación de la obra de Juan XXIII y de todos aquellos que lo han seguido en el camino hacia el universalismo templario”.
Yves Marsaudon, masón del rito escocés del grado 33, dijo acerca de Juan XXIII: “… apoyamos con todo nuestro corazón la revolución de Juan XXIII”.
Poco después de haber sido elegido antipapa y entrado en el Vaticano, “Juan XXIII se encontró con una antigua estatua de Hipólito, un antipapa del siglo III. Mandó que la estatua fuese restaurada y colocada en la entrada de la Biblioteca del Vaticano”.
Juan XXIII una vez comentó: “Si yo hubiese nacido musulmán, creo que siempre habría seguido siendo un buen musulmán, fiel a mi religión”.
Juan XXIII también hacía cosas como detener su automóvil para bendecir a los judíos que salían de su adoración del “sábado”.
A un niño judío recién bautizado, Juan XXIII le dijo: “Al convertirte en católico no dejas de ser menos judío”.
Juan XXIII también fue el primer reclamante al papado en recibir dentro del Vaticano a un líder de la religión budista y a un sumo sacerdote sintoísta.
Juan XXIII quiso que el clero de las iglesias “ortodoxas” (muchos de los cuales eran agentes de la KGB) participaran en el Vaticano II. Los “ortodoxos” dijeron que algunos de sus clérigos asistirían, siempre que no se condenara al comunismo en el Vaticano II. Por lo tanto, Juan XXIII accedió a no condenar el comunismo en el Vaticano II y así los cismáticos “ortodoxos” fueron al concilio. Esto fue conocido como el Acuerdo Vaticano-Moscú.
Después de la muerte de Juan XXIII, numerosos documentos de comunistas, masones y judíos fueron enviados al Vaticano expresando su tristeza por la muerte de Juan XXIII. Personajes como Fidel Castro y Nikita Khrushchev enviaron sus mensajes de alabanza y dolor.
Charles Riandey, el soberano Gran Maestro de las sociedades secretas, declaró: “A la memoria de Angelo Roncalli… Papa bajo el nombre de Juan XXIII, que se ha dignado darnos su bendición, su comprensión, y su protección”.
Angelo Roncalli tomó el nombre de Juan XXIII. El nombre Juan había sido evitado por los Papas por 500 años, debido a que el último hombre que lo había tenido fue el notorio antipapa Juan XXIII del Gran Cisma de Occidente. Los paralelos entre el primer antipapa Juan XXIII (Baldassare Cossa) y el segundo (Angelo Roncalli) son sorprendentes:
Ambos Juan XXIII convocaron un falso concilio ecuménico en el cuarto año de sus reinados. Los reinados de ambos antipapas Juan XXIII duraron cinco años, muriendo ambos poco antes de la tercera sesión de sus falsos concilios. Creemos que las similitudes entre el primer antipapa Juan XXIII y el segundo no son meras coincidencias. El primer antipapa Juan XXIII fue también el último antipapa que reinó en Roma. Angelo Roncalli, el reciente antipapa Juan XXIII, al tomar ese nombre, ¿nos estuvo indicando simbólicamente que él estaba continuando la línea de los antipapas que reinarán desde Roma?
Capítulo 7: Pablo VI, la Nueva Misa, y el Nuevo Rito de Ordenación
Giovanni Montini fue el sucesor de Juan XXIII cuando fue elegido antipapa Pablo VI el 21 de junio de 1963. Pablo VI introdujo todo un nuevo rito para ordenar a los sacerdotes y obispos el 18 de junio de 1968. Pablo VI destruyó completamente el rito de la ordenación, eliminó específicamente las oraciones y ceremonias que formaban parte del rito tradicional. De hecho, las oraciones que eliminó Pablo VI fueron casi las mismas que fueron eliminadas por la iglesia anglicana después de separarse de la Iglesia católica.
El Papa León XIII, en su bula Apostolicae curae, del 13 de septiembre de 1896, declaró que los ritos anglicanos de ordenación eran inválidos. Por ende, el nuevo rito de ordenación de Pablo VI también debe ser considerado como inválido. La iglesia anglicana también suprimió el subdiaconado y las órdenes menores del sacerdocio y los reemplazó con un ministerio de tres grados: obispos, sacerdotes, y diáconos. Esto fue precisamente lo que hizo Pablo VI. El 3 de abril de 1969, Pablo VI creó una nueva Misa con la ayuda de seis “ministros” protestantes, lo cual estaba predicho que ocurriría en el fin del mundo bajo la dirección del demonio, para tratar de poner fin a la continuidad del Santo Sacrificio de la Misa en todo el planeta. Fue el intento del demonio para destruir para siempre la misa del rito romano católico tradicional.
En la nueva misa de Pablo VI se cambió la Misa del latín al vernáculo, hizo que el sacerdote se volteara hacia el pueblo, y que la comunión se diera en la mano. La misa se celebra en una mesa en vez de sobre el altar. Estas mismas cosas también se vieron en la liturgia anglicana cuando ellos se separaron de la Iglesia católica en el siglo XVI. El 83% de las oraciones de la misa tradicional fueron eliminadas y excluidas en la nueva misa. También el tabernáculo ha sido movido a un lado o puesto en un cuarto separado fuera de la nave principal de la iglesia. Se eliminó el comulgatorio, las estatuas tradicionales y las estaciones del Vía crucis. Incluso las nuevas iglesias que se han construido parece que fueron diseñadas por los demonios desde el abismo del infierno.
Se cambió el interior de las iglesias católicas y ahora muchas se parecen a las logias masónicas. En el centro de la Iglesia donde antes estaba presente el tabernáculo, han colocado la silla presidencial y el hombre se sienta en esa silla. Esto es el hombre en el lugar de Dios. Esta es la religión del anticristo.
Jean Guitton (un amigo íntimo de Pablo VI) escribió: “La intención del Papa Pablo VI en relación a lo que comúnmente se llama [la Nueva] Misa, fue reformar la liturgia católica de tal manera que casi coincidiera con la liturgia protestante. Esto fue con una intención ecuménica de Pablo VI de eliminar, o, al menos corregir, o, al menos mitigar, en la Misa, lo que era demasiado católico en el sentido tradicional y, repito, hacer que la Misa católica se acercase más a la misa calvinista”.
Nuestro Señor, hablando de los últimos días en Mateo 24, 15, nos advirtió que: “Cuando viereis, pues, la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel, en el lugar santo (el que leyere entienda)…”.
El término “la abominación de la desolación” también se encuentra en el Primero y Segundo libro de los Macabeos del Antiguo Testamento. Creemos que Jesús nos dice que veamos si hay algo similar a la abominación de la desolación que aparece en 1 y 2 Macabeos.
En los Macabeos, esa abominación de la desolación era un objeto, un segundo altar construido sobre el altar de Dios en el templo judío, como parte integral de una forma de culto falso e idólatra que se introdujo para sustituir al verdadero sacrificio. Esto ocurrió cuando apostataron los judíos de la fe que habían recibido. También fue la época en la historia de la liturgia judía en que las mujeres andaban por todo el altar.
Muchos no saben que todo, a partir del comulgatorio, en realidad es considerado parte del altar. El altar no solo se compone de las piedras rectangulares de la losa donde está colocado el tabernáculo. Así que cuando Pablo VI introdujo la Nueva Misa, él estaba replicando lo que ocurrió con la abominación de la desolación en el Antiguo Testamento. Una segunda mesa o altar fue puesto sobre el verdadero altar de Dios. Creemos que la Nueva Misa es la abominación de la desolación que se predijo que ocurriría en el fin del mundo.
También, Jesús, el cordero de Dios, fue muerto en la Pascua, por ende, la Misa también tendría que morir en la Pascua. Pablo VI intentó matar la Misa tradicional instituyendo la Nueva Misa en la Pascua, el 3 de abril de 1969. Caifás era quien ordenó que crucificaran a Cristo. Así como el sumo sacerdote judío llevaba el juicio de razón del sumo sacerdote judío, también conocido como el pectoral de efod, igualmente Pablo VI llevó consigo, en numerosas ocasiones, esta misma vestidura. Esto no solo es el pectoral del sumo sacerdote judío, sino que, además, según la Enciclopedia de la Masonería de Mackey, el efod es también “usado en los capítulos americanos (masónicos) del Arco Real por el sumo sacerdote como parte de sus ornamentos oficiales”.
Pablo VI quiso crucificar a Cristo en la Misa al eliminar y remplazarla con una falsificación y quiso crucificar a su Iglesia católica intentando cambiarla por completo. Aquí tenemos a Pablo VI dando un saludo masónico a un obispo cismático “ortodoxo”. Presentamos ahora aquí la firma de Pablo VI, y cuando la ponemos al revés se tiene: seis, seis, seis. Así siempre firmó Pablo VI. Dios permite que tales cosas se den a la luz para demostrarnos que estos hombres fueron infiltrados y enemigos de la Iglesia católica.
El profeta Daniel también profetizó que el verdadero sacrificio cesaría cuando llegara la abominación de la desolación. Pablo VI cumplió esta profecía cuando eliminó el verdadero sacrificio de la Misa en todo el mundo. Es decir, él reemplazó la misa tradicional con la nueva misa. Su nueva misa ha suprimido ciertas palabras que el Concilio de Florencia y el Papa San Pío V declararon ser necesarias para que la consagración sea válida. Este tema se analiza en más detalle en nuestro video “Por qué la Nueva Misa y el Nuevo Rito de Ordenación son inválidos”.
Otra prueba que muestra que sí había una impostora Hna. Lucía es el hecho de que la verdadera Hna. Lucía nunca aceptaría la Nueva Misa. De hecho, la impostora incluso recibió la “comunión” de las otras monjas de su convento. También, cuando recibió la “comunión” de Juan Pablo II en Fátima, el 13 de mayo de 2000, hizo cosas totalmente extrañas, como besar la mano de Juan Pablo II después de recibir de él la “comunión”. Nunca he visto ni oído hablar de alguien en todo el mundo que hubiese besando la mano del sacerdote u obispo justo después de recibir la sagrada comunión en la boca. Esta actitud era increíblemente extraña que casi no hay palabras para describirlo. Con esto solo es una prueba positiva de que esta persona ciertamente no era la verdadera Hna. Lucía. Una vez que besó la mano de Juan Pablo II, le preguntó a uno de sus guardaespaldas que si podría quedarse en el altar con Juan Pablo II mientras él seguía dando la “comunión” a los demás. Esto es tan raro como besar su mano después de recibir la “comunión”. Pero es muy evidente cuál era el mensaje que el demonio quería trasmitir. Juan Pablo II es el héroe del tercer secreto de Fátima. El supuesto grande y santo, cuando la verdad es justo lo contrario.
Juan Pablo II fue un antipapa. Él era todo un hereje, cismático y apóstata, tal y como lo demostramos en nuestro video “Por qué Juan Pablo II no fue Papa”. Donde mostramos que él enseñó que todo hombre se salva, que las religiones no católicas son medios de salvación, que el Espíritu Santo es el responsable por establecer diferentes falsas religiones del mundo, y que no debemos convertir a los no católicos a la fe católica. Usted puede consultar toda la evidencia en nuestro sitio web: “vaticanocatolico.com” o en inglés “vaticancatholic.com”.
Regresando a Pablo VI.
Pablo VI profirió numerosas herejías que se cubren en nuestro video “Las increíbles herejías de Pablo VI”. Pablo VI suprimió el juramento contra el modernismo, el índice de libros prohibidos, y eliminó los exorcismos solemnes del rito bautismal. Pablo VI concedió más de 33.000 solicitudes de sacerdotes que pidieron ser liberados de sus votos para volver al estado laical; el mayor éxodo de sacerdotes desde la revolución protestante. En 1964, Pablo VI regaló la tiara papal, un signo de la verdadera autoridad del Papa. En 1969, Pablo VI eliminó a cuarenta santos del calendario litúrgico oficial. Bajo Pablo VI, el Santo Oficio fue reformado: ahora, su función principal es la investigación, y no más defender la pureza de la fe católica. Pablo VI confirmó solemnemente, por su supuesta “autoridad apostólica” todos los 16 documentos del Vaticano II. Por lo que si usted acepta a Pablo VI como un verdadero Papa, debe aceptar como infalibles todos los documentos del Vaticano II, aunque ellos contienen cientos de declaraciones heréticas. Esto también prueba que Pablo VI no fue un verdadero Papa. La razón de que esto sea así es porque, cuando un verdadero Papa ratifica solemnemente cualquier enseñanza sobre la fe o las costumbres, esas enseñanzas deben estar libres de cualquier error. Solo un antipapa, como Pablo VI, podría ratificar las herejías escandalosas del Vaticano II. Las herejías declaradas por el Vaticano II fueron el intento de justificar los nuevos cambios en la Iglesia que nació después del Vaticano II.
Capítulo 8: Las herejías de los antipapas respecto a los otros “cristianos”
El Vaticano II enseñó que las iglesias católicas deben compartirse con los no católicos y que se debe trabajar en obras misioneras junto con estos herejes y cismáticos. También enseña que los protestantes y los “ortodoxos” pueden recibir lícitamente la comunión, y que ellos están unidos y en comunión con la Iglesia católica. Por eso Juan Pablo II, cuando hizo su consagración del mundo, el 25 de marzo de 1984, les pidió a los obispos “ortodoxos” del mundo que se unieran con él en esta consagración, porque él los consideraba como miembros de la verdadera Iglesia de Cristo. Esto se prueba en el artículo “Juan Pablo II y la consagración colegial de 1984”, donde dice:
“Juan Pablo II decidió hacer la consagración nuevamente en marzo de 1984 enviando cartas a todos los obispos del mundo, incluyendo a los ortodoxos, pidiéndoles que se unieran con él para esta acción”.
Después del Vaticano II, se ha enseñado repetidas veces que los protestantes y los “ortodoxos” orientales no necesitan convertirse a la fe católica. Estas enseñanzas heréticas fluyeron lógicamente del Vaticano II y son resumidas en las palabras del “cardenal” Walter Kasper.
El “cardenal” Walter Kasper dijo: “Hoy en día ya no entendemos el ecumenismo en el sentido de un retorno por el cual los otros deben ‘ser convertidos’ y volver a ser ‘católicos’. Esto fue abandonado expresamente por el Vaticano II”.
Benedicto XVI dijo lo mismo en su Discurso a los protestantes en la Jornada Mundial de la Juventud, el 19 de agosto de 2005: “Y ahora preguntémonos: ¿qué significa restaurar la unidad de todos los cristianos?… esta unidad no significa lo que se podría llamar el ecumenismo de regreso, es decir, renegar y rechazar la propia historia de la fe de cada uno. ¡De ninguna manera!”.
Juan Pablo II hizo acuerdos con los líderes cismáticos no católicos en donde ambos renunciaron a tratar de convertirse uno al otro.
El Papa Pío XI enseñó en su encíclica Mortalium animos, 6 de enero de 1928: “… la unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo que procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de Cristo, de la cual un día desdichadamente se alejaron”.
Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “No puede creerse que guardáis la fe católica los que no enseñáis que se debe guardar la fe romana”.
Juan Pablo II también dijo que los santos y mártires proceden de iglesias no católicas. También aprobó el acuerdo entre el Vaticano y los luteranos sobre la justificación. Este acuerdo herético contiene muchas herejías, incluyendo las que dicen que los cánones del Concilio de Trento ya no se aplican. También dice que la herejía luterana de la justificación por la sola fe no está condenada por el Concilio de Trento. Hemos visto a los antipapas del Vaticano II dando donativos a las iglesias no católicas, además de elogiar a los líderes supuestamente “cristianos” diciendo que son pastores en la Iglesia de Cristo. También hemos visto que los antipapas del Vaticano II declaran que estos líderes de las iglesias no católicas tienen jurisdicción ordinaria en la Iglesia. Los elogian todo el tiempo, especialmente a los líderes cismáticos “ortodoxos” y a sus iglesias no católicas. Los “ortodoxos” son herejes y cismáticos que rechazan los últimos trece concilios de la Iglesia católica, niegan el papado y muchas otras enseñanzas de la Iglesia. Sin embargo, Benedicto XVI constantemente llama arzobispos a esos obispos de la iglesia “ortodoxa”. Llamarle a alguien arzobispo es una declaración de que usted cree que el obispo es un obispo con jurisdicción legal en la única verdadera Iglesia de Cristo. He aquí unos pocos ejemplos en donde Benedicto XVI elogia a estos obispos no católicos y cismáticos y a sus iglesias no católicas.
Benedicto XVI, mensaje, 1 de febrero de 2009: “A Su Santidad Kiril Patriarca de Moscú y de todas las Rusias. Lo saludo, Santidad, con alegría, al asumir la gran responsabilidad de pastor de la venerable Iglesia ortodoxa rusa.… Por eso… deseo reafirmarle mi estima y mi cercanía espiritual. Pido a nuestro Padre celestial que le conceda los dones abundantes del Espíritu Santo en su ministerio y le permita guiar a la Iglesia… Consciente de las enormes responsabilidades que acompañan el ministerio espiritual y pastoral al que el Espíritu Santo lo ha llamado… Pido a Dios todopoderoso que lo bendiga con su amor, vele sobre la amada Iglesia rusa…”.
Benedicto XVI, carta, 29 de mayo de 2008: “A Su Santidad ALEXIS II Patriarca de Moscú y de todas las Rusias. La visita a Rusia de su eminencia, el cardenal Walter Kasper, me brinda la feliz oportunidad de saludarlo cordialmente, de expresarle mi estima por su ministerio en la Iglesia ortodoxa rusa…”.
Benedicto XVI, mensaje, 12 de septiembre de 2007: “A Su Beatitud Daniel arzobispo de Bucarest, patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana… el nuevo pastor llamado a guiar a la Iglesia ortodoxa rumana. Pido al Espíritu Santo que lo sostenga en este arduo cargo. Que ayude a la Iglesia ortodoxa rumana en su desarrollo…”.
Benedicto XVI, Telegrama, 28 de enero de 2008, dirigido al nuevo metropolitano “ortodoxo”: “… Christodoulos, arzobispo de Atenas y de toda Grecia… este distinguido Pastor de la Iglesia de Grecia…”.
Benedicto XVI, Catequesis, 21 de enero de 2009: “… al nuevo Patriarca de la venerada y gran Iglesia ortodoxa”.
Benedicto XVI, mensaje, 6 de mayo de 2009: “También envío un cordial saludo y mi bendición al amado Patriarca ortodoxo y a todos los miembros de esa noble Iglesia”.
Benedicto XVI, mensaje al patriarca cismático “ortodoxo”, 20 de febrero de 2006: “A Su Santidad Alexis II Patriarca de Moscú y de todas las Rusias… implorando del Señor abundantes bendiciones para su persona y su ministerio, generosamente dedicado a la gran causa del Evangelio… usted siga cumpliendo fructuosamente la misión que Dios le ha confiado”.
Benedicto XVI, declaración común con el patriarca cismático Bartolomé, 30 de noviembre de 2006: “…nuestra responsabilidad de pastores en la Iglesia de Cristo…”.
Según Benedicto XVI, ser cismático es ser pastor de la Iglesia de Cristo. Así que podemos ver, de los pocos ejemplos, que Benedicto XVI elogia a los cismáticos “ortodoxos” y a sus líderes. Según Benedicto XVI, el ser cismático es ser digno de ser elogiado. Él también elogia a las diferentes iglesias protestantes y a sus líderes.
Benedicto XVI, discurso, 27 de octubre de 2006: “… la riqueza de las diferentes tradiciones cristianas…”.
El Hno. Roger Schutz era un no católico que fundó el monasterio ecuménico no confesional en Taize, Francia. Benedicto XVI le dio la comunión a este no católico y le dijo que era un testimonio de fe y, cuando murió, Benedicto XVI dijo que se fue directo al cielo.
Benedicto XVI, discurso, 23 de noviembre de 2006, dirigido al Dr. Rowan Williams, el exprimado de la comunión anglicana: “Abrigamos la ferviente esperanza de que la Comunión Anglicana siga fundamentándose en los Evangelios y en la Tradición apostólica… ¡Que el Señor siga bendiciéndolo a usted y a su familia, y lo fortalezca en su ministerio en la Comunión Anglicana!”.
La secta anglicana está fundada, no en la tradición apostólica, sino en la tradición del adulterio de Enrique VIII y su separación cismática de la Iglesia católica. Benedicto XVI alienta al líder cismático y herético de la secta anglicana a que continúe en su “ministerio”, burlándose de todos los santos y mártires que sufrieron y fueron martirizados por no hacerse anglicanos.
En la página 111 de su libro, “La Fraternidad de los Cristianos”, el entonces Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, declara explícitamente que el protestantismo no es herejía.
Papa Pío XI, 26 de enero de 1923: “… las herejías sostenidas por la reforma [protestante]. Son en estas herejías que descubrimos los inicios de esa apostasía de la humanidad de la Iglesia…”.
Papa Gregorio XVI, 27 de mayo de 1832: “Finalmente, algunas de estas personas descarriadas intentan persuadirse a sí mismas y a otros que los hombres no se salvan solo en la religión católica, sino que incluso los herejes pueden obtener la vida eterna”.
Y podemos ver que Benedicto XVI enseña que los protestantes y los “ortodoxos” no son herejes ni deben ser convertidos, lo que fue además enseñado por la Conferencia “Episcopal” de los Estados Unidos.
El 18 de septiembre de 2009, la Conferencia “Episcopal” de los Estados Unidos emitió un comunicado de prensa titulado: “Diez cosas que hay que saber para trabajar por la unidad cristiana”. En el punto #9, dice: “… el proselitismo, o la intención deliberada hacia otro cristiano o grupo de cristianos, con el fin de tratar que ellos rechacen su iglesia y se unan a otra, no está permitido. Algunos quizás sientan el llamado en su consciencia de cambiar de una tradición a otra, sin embargo, no es aceptable ‘robar ovejas’”.
Capítulo 9: Las herejías de los antipapas respecto a las otras religiones
Sin embargo, las herejías que muestran más claramente la apostasía del Vaticano II, son sus enseñanzas acerca de las diferentes falsas religiones del mundo. El Vaticano II enseña que las sectas no católicas son medios de salvación; enseña que los musulmanes y los católicos adoran al verdadero Dios; enseña que alguien puede ser un ateo sin culpa propia; elogia a la falsa religión del hinduismo, y hay muchísimas otras herejías en el Vaticano II. También podemos ver que las herejías del Vaticano II se han divulgado y promovido en el periódico oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano. Este periódico semanal contiene todos los discursos y escritos oficiales de los hombres que dicen ser el Papa. El Vaticano ha reimprimido las ediciones de su periódico desde el 4 de abril de 1968 hasta el día presente. He leído personalmente cada edición semanal inglesa de este periódico oficial del Vaticano, desde la fecha del 4 de abril de 1968 hasta el presente. En estos periódicos se pueden ver cabalmente el indiferentismo religioso y la apostasía del Vaticano II, que son promovidas por los antipapas que reinaron desde Roma en los últimos 50 años.
Pablo VI, Audiencia general, 5 de septiembre de 1973: “… El budismo es una de las riquezas de Asia…”.
Pablo VI, Discurso al líder budista espiritual, 17 de enero de 1975: “El Concilio Vaticano II ha expresado su sincera admiración por el budismo en sus diversas formas…”.
Pablo VI, Discurso al patriarca budista de Laos, 8 de junio de 1973: “…el budismo… la Iglesia católica considera sus riquezas espirituales con estima y respeto, y desea colaborar con vosotros, como hombres religiosos, por el logro de la verdadera paz y salvación del hombre”.
Pablo VI, Discurso, 9 de septiembre de 1972: “Queremos también manifestar ante Vd. que la Iglesia católica reconoce las riquezas de la fe islámica – una fe que nos conduce al Dios único”.
En 1984, Juan Pablo II visitó un templo budista. Antes de entrar a ese templo de idolatría, él expresó lo ansioso que estaba en reunirse con “su santidad el patriarca budista supremo en el templo”. Juan Pablo II se inclinó ante el patriarca budista que estaba de pie delante de la gigantesca estatua de Buda. Esto es apostasía.
Concilio de Elvira, 305 d.C.: “Se decreta que los adultos que después de recibir el bautismo hayan entrado en templos paganos para adorar a los ídolos, lo que es un crimen mortal y el sumo de la maldad, no podrán ser admitidos a la comunión, incluso en la muerte”.
El 8 de agosto de 1985, Juan Pablo II oró con los animistas africanos (brujos). El 13 de abril de 1986 Juan Pablo II fue a la sinagoga judía de Roma donde participó en un servicio de culto judío. Juan Pablo II incluso inclinó su cabeza junto con los judíos y el Jefe Rabino mientras oraban por la venida del Mesías, ya que ellos explícitamente no creen que lo fue Jesucristo. Este increíble acto de apostasía de Juan Pablo II está directamente relacionado con su enseñanza herética de que la Antigua Alianza está todavía vigente. La Iglesia Católica enseña que, con la venida de nuestro Señor Jesucristo y la promulgación del Evangelio, la Antigua Alianza (es decir, el acuerdo hecho entre Dios y los judíos por la mediación de Moisés) cesó, y fue reemplazada por la Nueva Alianza de nuestro Señor Jesucristo. Es cierto que algunos aspectos de la Antigua Alianza siguen siendo válidos, puesto que están incluidos en el Nuevo y Eterno Testamento de Jesucristo, como los diez mandamientos; pero la Antigua Alianza en sí (el acuerdo entre Dios y el pueblo judío) cesó con la venida del Mesías. Por lo tanto, decir que la Antigua Alianza sigue siendo válida es afirmar que el judaísmo es una religión verdadera y que Jesucristo en realidad no es el Mesías. Ello también es una negación del dogma católico definido, como la enseñanza del Concilio de Florencia, que definió ex cathedra que la Antigua Ley ahora está muerta y que aquellos que la practican (es decir, los judíos) no se pueden salvar.
Papa Benedicto XIV, Ex quo primum, # 61, 1 de marzo de 1756: “La primera consideración es que las ceremonias de la ley mosaica fueron derogadas por la venida de Cristo, y que ya no pueden ser observadas sin pecado después de la promulgación del Evangelio”.
Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi, # 29-30, 29 de junio de 1943: “…a la Ley Antigua abolida [le] sucedió el Nuevo Testamento… En la Cruz, pues, murió la Ley Vieja…”.
Papa Benedicto XIV, Ex quo primum, # 59:
“Sin embargo, ellos no intentan observar los preceptos de la Antigua Alianza, los cuales, como todo el mundo sabe, fueron revocados con la venida de Cristo”.
En un discurso ante los judíos en Alemania Occidental, el 17 de noviembre de 1980, Juan Pablo II dijo que “la Antigua Alianza nunca fue revocada por Dios…”.
Juan Pablo II, Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, párrafo 121: “…porque la Antigua Alianza no ha sido revocada”.
Juan Pablo II le pidió a Gilbert Levine que dirigiera un servicio religioso judío en el Vaticano. Con la asistencia de Juan Pablo II y el rabino de Roma, se realizó el servicio judío. Durante este servicio cantaron “Kol Nidre”, la oración cantada en el día “más sagrado” del calendario judío. Algunos de los muchos judíos que asistieron encendieron velas durante la ceremonia. Levine comentó:
“Fue como si estuviera en un servicio litúrgico judío en el Vaticano. Fue una noche de oración… de oración judía”.
Después de terminada la ceremonia, Juan Pablo II pidió que Levine recibiera el título de caballero del Vaticano. Levine se convirtió en caballero comandante de la Orden Ecuestre de San Gregorio Magno. Juan Pablo II escogió al “cardenal” Lustiger de la iglesia del Vaticano II para otorgarle el honor. Lustiger declaró en una entrevista en 1981: “Yo soy un judío. Para mí las dos religiones son una”.
Durante una entrevista en el programa de la CNN, Larry King Live, el 4 de abril de 2005, Gilbert Levine reveló que Juan Pablo II le envió a su familia una menorah y una carta a cada uno de sus hijos para felicitarlos por su bar mitzvah; también dijo que recibió una carta por medio del “cardenal” Kasper de la Iglesia del Vaticano II, en que les decía debían estar orgullosos de su herencia judía y vivirla plenamente.
Gilbert Levine señaló que, en sus muchos años de relación, Juan Pablo II nunca le dio la más mínima indicación de que quería convertirlo. El mejor amigo de Juan Pablo II, Jerzy Kluger, era un judío. En su juventud, Juan Pablo II jugó de portero de fútbol en un equipo judío con Kluger, que jugaba contra los católicos. Después de la elección como antipapa, Juan Pablo II, el 16 de octubre de 1978, la primera audiencia “papal” fue dirigida a la familia de Kluger. Además, Kluger afirmó explícitamente que Juan Pablo II nunca le dio a él la más mínima indicación de que él quería convertirlo. Kluger acredita su relación de toda la vida con Juan Pablo II haciéndolo “sentir más judío”.
Otra cosa que Juan Pablo II hacía muy a menudo era llamar a los judíos y musulmanes descendientes de Abraham. Esto es blasfemia contra Jesucristo.
San Pablo claramente enseña en Gálatas 3, 29 “Y si sois de Cristo, luego sois descendientes de Abraham, herederos según la promesa”.
Sólo aquellos que aceptan a Jesucristo son los descendientes de Abraham.
El 27 de octubre de 1986, Juan Pablo II oró con más de 100 líderes religiosos de diferentes falsas religiones en Asís, Italia. Durante esta reunión, el Dalai Lama colocó una estatua de Buda sobre el tabernáculo en la iglesia de San Francisco. Entre los distintos líderes de religiones falsas en este evento, había rabinos, muftíes musulmanes, monjes budistas, sintoístas, un surtido de ministros protestantes, animistas, jainistas, entre otros. Esta actividad siempre ha sido condenada por la Iglesia católica como algo mortalmente pecaminoso y un acto de apostasía de la verdadera fe.
Papa Pío XI, Mortalium animos: “… claramente se ve que ni la Sede Apostólica puede en manera alguna tener parte en dichos Congresos de no católicos…”.
El 14 de mayo de 1999, Juan Pablo II reverenció y besó el Corán, el libro supuestamente ‘sagrado’ de los musulmanes que blasfema contra la Santísima Trinidad y niega la divinidad de Jesucristo. Esto es apostasía.
El 21 de marzo de 2000, en Jordania, Juan Pablo II dijo: “San Juan Bautista proteja al islam, a todo el pueblo de Jordania…”.
El 24 de enero de 2002, Juan Pablo II celebró otra reunión de oración pagana en la ciudad de Asís, Italia. Durante esta reunión, se autorizó a los representantes de todas las falsas religiones que participaron, subieran al púlpito y dieran un sermón sobre la paz mundial. En la presencia de Juan Pablo II, un sumo sacerdote vudú subió al púlpito y dio la prescripción vudú para la paz mundial (recuérdese que los vudús son brujos). La mujer hindú dijo a toda la multitud reunida que todos eran Dios. Después que los demás falsos religiosos terminaran su predicación, los distintos líderes religiosos se dirigieron a diferentes salones para rezar a sus dioses falsos.
Juan Pablo II había dispuesto de antemano que se le designara a cada religión falsa una sala separada en la cual adorasen al diablo. Todos los crucifijos fueron retirados, y los que no pudieron ser retirados, fueron cubiertos. No es posible imaginar una mayor abominación, blasfemia y rechazo al verdadero Dios.
El 23 de mayo de 2004, Juan Pablo II envió un mensaje al Jefe rabino en conmemoración de la sinagoga judía, donde dijo: “Al ilustrísimo... Rabino jefe de Roma. ¡Shalom!… Desde hace más de dos mil años vuestra comunidad forma parte de la vida de la ciudad de Roma; puede sentirse orgullosa de ser la comunidad judía más antigua de Europa occidental y de haber desempeñado una función relevante en la difusión del judaísmo en este continente… La fiesta de hoy, a cuya alegría todos nos unimos de corazón, recuerda el primer siglo de este majestuoso Templo mayor… La comunidad cristiana de Roma, por medio del Sucesor de Pedro, participa con vosotros en la acción de gracias al Señor por este feliz aniversario”.
En este mensaje, Juan Pablo II promueve la propagación del judaísmo y celebra con íntima alegría el aniversario de una sinagoga. Juan Pablo II estaba totalmente a favor de la negación de Cristo. Estando conscientes de estos hechos, quien no dice que Juan Pablo II fue un apóstata, es un gran mentiroso y un apóstata. Porque, aunque alguien diga que no está de acuerdo con lo que hizo y dijo Juan Pablo II, seguir diciendo que él tenía la fe católica, también es ser un apóstata.
Benedicto XVI, el sucesor como antipapa de Juan Pablo II, difunde las mismas herejías de Juan Pablo II respecto a las religiones no católicas. El 19 de agosto de 2005, un viernes a mediodía, el mismo día y a la misma hora cuando se llevó a cabo la crucifixión de Jesucristo, Benedicto XVI entró en una sinagoga judía en Colonia, Alemania, y tomó parte activa en el culto judío. Al hacer eso, Benedicto XVI cometió un acto público de apostasía. Incluso lo hicieron sentarse en un lugar prominentemente cerca del frente, y la sinagoga estaba llena de judíos que asistieron para verlo. Benedicto XVI no solo tomó parte integra del culto judío, sino que él era el tema principal. Esto es sin duda alguna una participación activa en la religión judía. Muy cerca de Benedicto XVI estaba un judío que cantaba oraciones judías a todo pulmón. Benedicto XVI hizo gestos como inclinar la cabeza y aplaudir, demostrando así su aprobación y participación en el servicio judío. Él se unió con los judíos en la oración Kadish al son de la música yídish de fondo. Cuando Benedicto XVI se levantó para hablar y luego a orar en la sinagoga, toda la sinagoga se puso de pie y lo aplaudió. Lo aplaudieron porque él aceptaba su religión. Todo el mundo que vio este evento sabe que ello solo tuvo un único significado: que a Benedicto XVI no le importa que los judíos rechacen a Jesucristo y que, según él, ellos no están obligados a aceptar a Jesucristo para la salvación.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino”, 1441, ex cathedra: “[La Iglesia] Firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia católica, no solo los paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41), a no ser que antes de su muerte se uniere con ella…”.
Benedicto XVI, Discurso al jefe rabino de Roma, 16 de enero de 2006: “Distinguido señor rabino jefe, recientemente se le ha encomendado la guía espiritual de la comunidad judía romana;… Le expreso de corazón mis mejores deseos para su misión, y le aseguro mi estima y mi amistad cordial, así como las de mis colaboradores”.
Benedicto XVI estima a un líder de una falsa religión, que explícitamente cree que Jesucristo no es el Mesías.
Benedicto XVI, Discurso a una comunidad judía, 12 de septiembre de 2008: “En una ocasión como ésta, no puedo dejar de mencionar el papel eminente desarrollado por los Hebreos de Francia en la edificación de toda la Nación y su prestigiosa aportación a su patrimonio espiritual”.
El 30 de noviembre de 2006, Benedicto XVI visitó la Mezquita Azul de Estambul, Turquía. Ahí rezó hacia la Meca junto con un gran muftí. Benedicto XVI también cruzó sus brazos en un gesto de oración musulmana llamado “gesto de la tranquilidad”.
Benedicto XVI, Discurso, 9 de enero de 2007: “…manifesté muchas veces el respeto de la Iglesia católica por el islam, y la estima del Papa y de los fieles por los creyentes musulmanes, sobre todo durante mi visita a la Mezquita Azul de Estambul”.
Benedicto XVI, Discurso, 16 de diciembre de 2007: “La visita a Turquía me brindó la ocasión de manifestar también públicamente mi respeto por la religión islámica…”.
Benedicto XVI, Discurso, 28 de noviembre de 2006: “… saludo con particular estima y afectuosa consideración a todos los musulmanes de Turquía… en esta noble tierra se ha producido un notable florecimiento de la civilización islámica en los campos más diversos…”.
Benedicto XVI, Catequesis, 6 de diciembre de 2006: “Así pues, fue una oportunidad propicia para renovar mis sentimientos de estima con respecto a los musulmanes y a la civilización islámica…”.
Benedicto XVI, Discurso, 25 de septiembre de 2006: “…quisiera hoy volver a expresar toda la estima y el profundo respeto que albergo por los creyentes musulmanes…”.
Benedicto XVI, 9 de mayo de 2009, Discurso a los líderes musulmanes fuera de una mezquita: “Lugares de culto, como esta estupenda mezquita… dedicada al venerado rey difunto, destacan como joyas sobre la superficie de la tierra. Todas, tanto las antiguas como las modernas, tanto las espléndidas como las humildes, hacen referencia a lo divino…”.
Benedicto XVI, Discurso, 12 de septiembre de 2008: “Agradezco a la Delegación de la comunidad musulmana francesa que haya aceptado participar en este encuentro: les dirijo mis mejores deseos en este tiempo de Ramadán”.
Benedicto XVI, Catequesis, 24 de agosto de 2005: “… así como de estima por las otras grandes tradiciones religiosas. Entre estas ocupa un lugar particular el islam, cuyos seguidores adoran al único Dios…”.
Benedicto XVI, Discurso a los obispos de Tailandia, 16 de mayo de 2008: “De hecho, me habéis expresado de buen grado vuestro gran respeto por los monasterios budistas, y la estima que tenéis por la contribución que dan a la vida social y cultural del pueblo tailandés”.
Benedicto XVI, 24 de mayo de 2007: “La estima y el respeto hacia las demás religiones…”.
Así que Benedicto XVI estima todas estas religiones no católicas, que cabalmente rechazan a Jesucristo y la fe católica. Benedicto XVI es un completo apóstata.
El 13 de marzo de 2013, el argentino Jorge Bergoglio fue electo Antipapa Francisco de la secta del Vaticano II. En nuestro video Lo que Francisco realmente cree, probamos, por las acciones y palabras de Francisco, que él dice las mismas herejías con respecto a las otras falsas religiones no católicas.
Capítulo 10: Un hereje no puede ser Papa
En la historia de la Iglesia católica, ha habido cerca de 40 antipapas. Un antipapa es alguien que fue elegido no canónicamente como “Papa”, es decir, es una persona que reclama ser el Papa que no ha sido elegido lícitamente. La Iglesia católica ha enseñado infaliblemente que un hereje no puede ser un verdadero Papa. La razón de esto es que un Papa es miembro y cabeza visible de la Iglesia. Sin embargo, un hereje se coloca a sí mismo fuera de la Iglesia y deja de ser miembro de ella. Por lo tanto, un hereje no puede ser Papa. Por eso el Código de Derecho Canónico, el Papa Paulo IV, San Francisco de Sales, San Alfonso, y San Roberto Belarmino, todos enseñan que un hereje no puede ser Papa. Y si un verdadero Papa se convirtiese en un hereje manifiesto, él dejaría de ser el Papa. Esta enseñanza tiene su raíz en el dogma infalible que dice que el hereje no es católico ni es miembro de la Iglesia.
San Francisco de Sales: “Ahora bien, cuando él [el Papa] es explícitamente un hereje, cae ipso facto de su dignidad y fuera de la Iglesia…”.
San Antonino: “En el caso en que el Papa se convirtiera en un hereje, se encontraría, por ese solo hecho y sin ninguna otra sentencia, separado de la Iglesia… No puede ser un hereje y seguir siendo Papa…”.
El Papa Paulo IV enseñó lo mismo en su bula Cum ex Apostolatus officio, esto es, que ningún católico puede aceptar a alguien como Papa si puede mostrarse que es un hereje.
Creemos que una de las razones de por qué quizás nuestra Señora se apareció el 13 de mayo, es porque en este día se celebra la fiesta de San Roberto Belarmino. San Roberto hizo las declaraciones más famosas en la historia de la Iglesia con respecto a cómo es que si un Papa se convirtiese en un hereje manifiesto, él dejaría de ser Papa.
San Roberto Belarmino: “Un Papa que se manifieste hereje, por ese mismo hecho cesa de ser Papa y cabeza, así como por lo mismo deja de ser un cristiano y miembro de la Iglesia. Por tanto, él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la enseñanza de todos los Padres antiguos, que enseñaban que los herejes manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción”.
San Roberto Belarmino: “… el que no es cristiano no es miembro de la Iglesia, y el que se manifieste hereje no es un cristiano, como claramente lo enseñan San Cipriano, San Atanasio, San Agustín, San Jerónimo, entre otros; por lo tanto, el hereje manifiesto no puede ser Papa”.
Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi, # 23, 29 de junio de 1943: “Puesto que no todos los pecados, aunque graves, separan por su misma naturaleza al hombre del cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el cisma, la herejía o la apostasía”.
Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208: “Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una sola Iglesia, no de herejes, sino la Santa Iglesia, Romana, Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie puede salvarse”.
Y, ¿cómo, pues, se juzga que alguien es un hereje?
Responde San Roberto Belarmino: “… pues el hombre no está obligado, o en condiciones de leer los corazones, pero cuando ve que alguien es hereje por sus obras exteriores, lo juzga puro y simple como un hereje, y lo condena como tal”.
Capítulo 11: La apostasía del Vaticano II en su jerarquía, universidades y escuelas
La apostasía del Vaticano II y de sus antipapas se ha extendido a todo nivel en la Iglesia del Vaticano II. Esto lo podemos ver de varias maneras. Vemos el indiferentismo religioso todo el tiempo. Elogiando a las iglesias no católicas y a sus falsos líderes religiosos. Vemos a los sacerdotes y obispos de la Iglesia del Vaticano II participando frecuentemente en los servicios de las falsas religiones. También podemos notar la plena aceptación como “católicos” a los políticos que están a favor del aborto. Estas personas malvadas reciben la “comunión” sin ninguna excepción. Aquí vemos a un defensor notorio del aborto, John Kerry, recibiendo la “comunión”. Nótese la imagen milagrosa de la figura de un bebé que aparece como si Kerry se lo estuviera comiendo.
No hace mucho se le dio oficialmente un funeral “católico” a Ted Kennedy. El “cardenal” O’Malley, de la Iglesia del Vaticano II, fue quien ofició el funeral de Kennedy, elogiando la obra y vida de Kennedy, y dijo que lo veríamos de nuevo en el cielo. Kennedy fue uno de los defensores más agresivos del aborto [en la historia del congreso estadounidense], también apoyó agresivamente el “matrimonio” gay, él incluso votó contra una ley que hubiera definido el matrimonio como la unión entre el hombre y la mujer. Además de votar en contra de otra ley que hubiese prohibido el aborto por nacimiento parcial. A Ted Kennedy se le dio la “comunión” mientras vivía y, por supuesto, fue conmemorado por la Iglesia del Vaticano II como un siervo de Cristo después de su muerte.
El 12 de agosto de 2002, la Conferencia “Episcopal” de los Estados Unidos emitió un documento acerca de los judíos. El documento declaró públicamente que: “Las acciones que tienen como objetivo convertir al cristianismo a los judíos ya no son aceptables teológicamente en la Iglesia católica”.
El 2 de octubre de 2009 este mismo grupo publicó una “Declaración de Principios para el diálogo judeo-cristiano”. Ellos declararon: “El diálogo judeo-cristiano, uno de los frutos benditos del Segundo Concilio Vaticano, nunca ha sido ni nunca será usado por la Iglesia católica como un medio de proselitismo – ni tiene la intención de ser una invitación disfrazada al bautismo”.
La Iglesia del Vaticano II le ha dicho a muchos no católicos, que querían convertirse, que no necesitan hacerlo. La Iglesia del Vaticano II tampoco cree que el matrimonio sea indisoluble, porque en cuanto se le pide a la diócesis una anulación y se pague el precio que piden, el matrimonio va a ser declarado como algo que nunca fue válido; esto lo hacen casi siempre.
Los colegios y universidades del Vaticano II son una desgracia total, puesto que ellos permiten la promoción del lesbianismo, la homosexualidad y el aborto. Todas estas cosas están permitidas con la aprobación de los supuestos líderes “católicos” de su localidad. Además, estas llamadas universidades “católicas” a menudo atacan los dogmas de la Iglesia católica, la infalibilidad de la Biblia, la divinidad y milagros de Jesucristo. Un pequeño ejemplo de la apostasía de las universidades del Vaticano II, es la siguiente por la Universidad Seton Hall de Nueva Jersey.
En la página web de Seton Hall se dice: “El personal de la pastoral universitaria guiará a cualquier miembro de la comunidad universitaria a las congregaciones locales que fomenten el progreso espiritual del individuo. El directorio interconfesional es un recurso para los estudiantes de otras creencias para localizar una iglesia de su denominación en su área”. Y luego Seton Hall enlista el contacto completo de las sinagogas locales, centros islámicos, iglesias “ortodoxas”, iglesias protestantes, y centros religiosos budistas. Esto es apostasía.
Las escuelas secundarias y primarias promueven la apostasía del indiferentismo religioso y también promueven la abominable y satánica educación sexual, que la imparten a niños en edad preescolar. Esta sucia y demoniaca llamada “educación de sexo” alienta a los más pequeños a cometer pecados mortales como la masturbación, que los llevará al infierno para siempre. Y, por supuesto, el apóstata Francisco no dice ninguna palabra a pesar de estar totalmente consciente de estas abominaciones.
Mateo 18, 6: “Y al que escandalizase a uno de estos pequeñuelos que creen en mí, más le valiera que le colgasen al cuello una piedra de molino de asno y le arrojaran al fondo del mar.”
Cada año el periódico oficial de Francisco, envía un mensaje de saludos y felicitaciones a los budistas por su fiesta de Vesak, a los musulmanes por la finalización del Ramadán y a los hindúes por su fiesta de Diwali.
También los monasterios del Vaticano II han abrazado cabalmente esta apostasía. Para dar un solo ejemplo: había un supuesto sacerdote trapista que había sido colocado por los demás como experto oficial del budismo Zen. El 5 de mayo de 2004, un sumo sacerdote hindú junto con otros hindúes rezó y adoró a uno de sus muchísimos falsos dioses en la propia capilla donde se apareció Nuestra Señora de Fátima. Una vez que terminaron su oración, ellos fueron saludados por el supuesto obispo católico apóstata de Fátima, que le dio plena aprobación a esta actividad de apostasía.
Capítulo 12: Las herejías de la impostora Hna. Lucía
Sabemos que la impostora Hna. Lucía aceptó completamente la apostasía del Vaticano II, porque que ella hizo sus propias declaraciones atroces y heréticas. Por ejemplo, en 1992, ella dijo: “Dios no condena a nadie al infierno”.
Y el 25 de marzo de 1997, la impostora Hna. Lucía reclamó haber terminado un libro bajo el titulo “Llamadas” del mensaje de Fátima. La congregación para la doctrina de la fe autorizó su publicación.
En las páginas 195 a 196 del libro en inglés, ella hace las siguientes declaraciones heréticas: “Todos están obligados a ser santos, incluso los que no tienen ninguna fe. Obviamente, en el caso de aquellos que no tienen fe, la santidad será dictada según su propia consciencia. Como decía, los que no tienen el gozo de poseer el don de la fe, también están obligados a ser santos por un dictado de la consciencia humana”.
La impostora Hna. Lucía manifiesta su herejía cuando dice que aquellos que no tiene fe pueden hacerse santos. Nadie es santo a menos que tenga el bautismo y la verdadera fe católica.
En Hebreos 11, 6, San Pablo nos enseña: “Sin la fe es imposible agradar a Dios”.
En otras palabras, sin la fe es imposible salvarse o santificarse. San Pablo enseña justo lo contrario de lo que dice la impostora Hna. Lucía. Ella también rechaza el dogma católico definido de que no hay salvación fuera de la Iglesia.
Papa Gregorio XVI, Mirari vos, # 13, 15 de agosto de 1832: “Si dice el Apóstol que hay ‘un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo’ (Ef. 4, 5), entiendan, por lo tanto, los que piensan que por todas partes se va al puerto de salvación, que, según la sentencia del Salvador, ‘están ellos contra Cristo, pues no están con Cristo’ (Luc. 11, 23), y que los que no recolectan con Cristo, esparcen miserablemente, por lo cual ‘es indudable que perecerán eternamente los que no tengan fe católica y no la guardan íntegra y sin mancha’ (Credo Atanasiano)”.
La impostora Hna. Lucía murió el 13 de febrero de 2005. Si usted cree que esta es la verdadera Hna. Lucía, entonces usted debe creer que ella vivió hasta la edad de 97 años, porque la verdadera Hna. Lucía nació en 1907. Sólo una minoría considerablemente pequeña de personas llega siquiera a los 90 años de edad. De hecho, según el Censo de los Estados Unidos de 2010, menos del 1% de las mujeres estadounidenses viven más de los 90 años de edad. El número de personas que alcanzaron los 100 años era de “unos pocos miles en 1950”. Por lo tanto, si usted cree que la Hna. Lucía murió en el 2005, entonces usted debe creer que ella fue parte de ese porcentaje tremendamente pequeño de personas que vivieron hasta los 97. Un año después de la muerte de la impostora Hna. Lucía, el Vaticano anunció que iba a publicar un documento inédito de 64 páginas escritos por la impostora, que ellos titularon como “El Mensaje de Fátima”.
En estos escritos, la impostora Hna. Lucía dice lo siguiente acerca de la Segunda Guerra Mundial: “el estallido de una guerra atea, contra la fe, contra Dios, contra el pueblo de Dios. Una guerra que quería exterminar el judaísmo”.
En el Antiguo Testamento, el profeta Daniel hizo una profecía acerca del Mesías Jesucristo.
En Daniel 9, 26 dice: “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías; y no será más suyo el pueblo, el cual le negará”.
El profeta Daniel explícitamente dice que el pueblo que niega a Cristo no será más el pueblo de Dios. La Biblia contradice directamente a la impostora Hna. Lucía y a la Iglesia del Vaticano II, que sostienen oficialmente la posición de que los judíos siguen siendo el pueblo de Dios.
Hay muchas personas que creen que la Hna. Lucía fue silenciada, que los escritos han sido atribuidos a ella sin que ella los hubiese escrito. Cualquiera que se diga católico debe admitir que el libro “Llamadas”, que contiene increíbles herejías, no pudo haber sido escrito por la Hna. Lucía. Si el Vaticano fue tan lejos como para fingir escritos y atribuirlos falsamente a la Hna. Lucía, entonces no es de ninguna manera difícil creer que el Vaticano haya instalado a una impostora Hna. Lucía, especialmente cuando la evidencia abrumadora nos lleva a esa conclusión.
No obstante, estas mismas personas creen que el Vaticano ha mentido acerca del Tercer Secreto. Ellos creen que el Tercer Secreto no ha sido revelado. No es lógico creer en la Hna. Lucía instalada por el Vaticano, y al mismo tiempo rechazar el supuesto Tercer Secreto del Vaticano. Ambos deben estar unidos. No se puede rechazar el falso “Tercer Secreto” del Vaticano sin que también se rechace a su Hna. Lucía como una impostora, porque ella fue quien confirmó el Tercer Secreto del Vaticano como siendo el auténtico.
Aquellos que tienen dificultades en aceptar estos hechos, les pedimos que se enfoquen en la declaración de nuestro Señor donde dice que, en los últimos días, el engaño será tan extenso que, incluso si fuera posible, los elegidos serán engañados (Mateo 24). Y era crucial tener a una impostora Hna. Lucía para el plan demoniaco de engañar al mundo respecto al mensaje de Fátima, porque el verdadero mensaje – y lo importante que es que el mundo entero conozca el verdadero mensaje contenido en el Tercer Secreto de Fátima – importa para la salvación de incontables personas.
Capítulo 13: El asesinato de Juan Pablo I
Aquellos que creen que el actual Vaticano nunca podría estar involucrado en una conspiración tan grande como esta, deberían considerar la muerte de Juan Pablo I en 1978. La evidencia nos indica que Juan Pablo I fue asesinado, no porque él haya sido muy conservador o porque quería deshacer los cambios que ocurrieron después del Vaticano II. Juan Pablo I fue asesinado porque él comenzó una investigación al Banco del Vaticano, porque no le gustó lo que estaba ocurriendo en él. Decidió entonces quitarles el control que tenían del Banco a ciertos funcionarios de alto rango en el Vaticano. Cuando Juan Pablo I les notificó a algunos funcionarios de alto rango que estaban próximos a él, que iba a tomar acción contra los controladores del banco, ellos decidieron asesinarlo antes de que llegase a eliminarlos del control. Entonces, si usted está convencido de la evidencia decisiva que se ha publicado acerca de cómo la muerte de Juan Pablo I fue un asesinato, y que fue llevado a cabo por funcionarios o cardenales de alto rango en el Vaticano, entonces esas mismas personas también habrían podido tramar el asesinato de la verdadera Hna. Lucía y remplazarla con una actriz o agente.
Capítulo 14: La conversión y consagración de Rusia
Algunas personas creen que los supuestos Papas del Vaticano II deben ser verdaderos Papas, porque uno de ellos finalmente consagrará a Rusia al Inmaculado Corazón de María. Sin embargo, lo que muchos no saben, es que el Papa Pío XII ya había consagrado específicamente a Rusia al Inmaculado Corazón de María el 7 de julio de 1952. El Papa Pío XII, en un acto formal consagró a Rusia, diciendo: “…ahora, de manera especialísima, consagramos todos los pueblos de Rusia al mismo Corazón Inmaculado”.
También es interesante que el Papa Pío XII haya sido consagrado obispo el 13 de mayo de 1917, el mismo día en que se apareció la Virgen por primera vez en Fátima. Creemos que esta fue la manera de Dios de mostrarnos que él sería el Obispo de Roma, el Papa, que cumpliría finalmente con la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María. Nuestra Señora pidió que Rusia fuese consagrada en unión con todos los obispos del mundo, pero el 13 de julio de 1917 Ella solo prometió que “Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz”.
Nótese que Nuestra Señora no prometió que “el Santo Padre y los obispos consagrarán a Rusia”, sino que ella solo dice que el Santo Padre consagrará a Rusia. Esto se debe a que el real cumplimiento de la consagración fue hecho tarde y realizado únicamente por el Papa.
Nuestro Señor le dijo a la Hna. Lucía, en el verano de 1931, que el Papa iba a hacer la consagración, pero iba a ser tarde, y Rusia habrá ya esparcido sus errores por el mundo, provocando guerras y la persecución de la Iglesia. Tiene bastante sentido que haya sido el Papa Pío XII quien haya hecho la consagración de Rusia, pero tarde. En el secreto del 13 de julio, en primer lugar, nuestra Señora expresa una condición, una promesa diciendo: “Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz”. Si sus peticiones fuesen cumplidas con precisión, dice que habrá “paz”. Pero cuando habla de qué es exactamente lo que va a ocurrir, ella declara que “por fin” habrá solamente “algún tiempo de paz”. ¿Por qué nuestra Señora añadió la palabra “algún” cuando nos habla de lo que finalmente va a ocurrir, y no cuando nos habla de lo que ocurriría si sus deseos fuesen cumplidos exactamente cómo lo pidió? Obviamente porque lo que va a suceder con la consagración de Rusia no va a ser hecho en perfecta conformidad con su petición original. La consagración va a ser hecha “tarde”, excluyendo a todos los obispos, por lo tanto, como prueban las palabras de Nuestra Señora, el triunfo de nuestra Señora no es un triunfo universal ni tampoco es un reino de paz, como tantos han sugerido y promovido. Sino más bien dijo “algún tiempo de paz”, es decir, va a haber algún tiempo de paz mitigadamente menos profunda que lo que el cielo hubiese concedido, si se hubieran atendido sus deseos y los hubiesen cumplido con precisión.
Esto es similar al mensaje de Fátima del 19 de agosto, cuando nuestra Señora les dijo a los niños: “Si no hubierais sido llevados a la ciudad por el alcalde, el 13 de agosto, el milagro del 13 de octubre, hubiese sido mayor”.
Entonces, en castigo por haber el alcalde arrestado a los niños, el milagro del 13 de octubre fue menos intenso de lo que hubiere sido si ellos no hubiesen sido arrestados. De la misma manera, el Papa, al hacer “tarde” la consagración, y no en unión con todos los obispos, hizo que la conversión a la paz fuese menos extensa como lo habría sido, concediéndole solamente “algún tiempo de paz”.
Muchos creen que la conversión de Rusia podría únicamente significar que todo el país se convertiría a la fe católica. Y algunos creen que una vez que todo el país ruso se convierta a la fe católica, todas las demás naciones del mundo también se convertirán a la fe católica. Sin embargo, no es lógico que haya una conversión de las naciones a la fe católica si estamos viviendo en los últimos días del mundo y nos enfrentamos ahora mismo ante la gran apostasía. Si todas las naciones se convierten a la fe católica, entonces tendríamos que ver otra apostasía mundial de la fe, ocurriendo algún tiempo en el futuro antes de que llegue el fin del mundo. Además, nadie encontrará ninguna evidencia de parte de la Hna. Lucía ni en las palabras de Nuestra Señora, de que la conversión de Rusia signifique que la nación se convertirá a la fe católica.
No estamos analizando la cuestión de que si el cielo quería la conversión de Rusia a la fe católica, por supuesto que lo querría. Sino lo que estamos examinando es: qué es lo que quiso dar a entender nuestra Señora en el contexto cuando hizo la promesa de la conversión de Rusia. Si vemos las palabras de Nuestra Señora del 13 de julio, se observa que se pidió específicamente la consagración de Rusia para impedir la guerra, el hambre y la persecución de la Iglesia:
“… Dios… va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y del Santo Padre. Para impedirlo, vendré a pedir la consagración de Rusia…”.
Así que la conversión, en el contexto del propio mensaje del 13 de julio, se refiere a la conversión de Rusia de sus persecuciones de guerra, hambre y contra la Iglesia. En la Biblia, en el libro de los Proverbios, capítulo 16, versículo 7, el mismo Dios Todopoderoso utiliza también la palabra “conversión”, no para significar una conversión a la verdadera fe, sino para significar una conversión a la paz de un enemigo que persigue, es decir, que pone fin a sus formas de persecución.
Proverbios 16, 7: “Si fuere grato al Señor el proceder del hombre, aun a sus enemigos los convertirá a la paz”.
La Biblia vulgata latina utiliza la palabra “convertet”.
Nuestra Señora después se apareció y pidió de nuevo la consagración de Rusia en 1929, y en las décadas que siguieron, la Iglesia pasó por una de las peores persecuciones en la historia. Docenas de millones de personas fueron asesinadas. Para dar un solo ejemplo: en 1933, en Ucrania, Stalin creó una hambruna de grano haciendo que 5 millones de ucranianos murieran de hambre. Los martirios de esas personas y de otros millones de católicos durante ese tiempo, fue el cumplimiento de las palabras de Nuestra Señora donde dice: “Los buenos serán martirizados”.
La persecución a la Iglesia durante este periodo, las torturas y martirios de sacerdotes y fieles, la supresión de la actividad eclesiástica, fue un cargo y angustia increíble para el Papa. Los sufrimientos del Papa Pío XII fueron el cumplimiento de las palabras de Nuestra Señora donde dice: “…el Santo Padre tendrá mucho que sufrir”.
Además, la Virgen de Fátima también dijo: “varias naciones serán aniquiladas”.
La Hna. Lucía le dijo al P. Fuentes, en 1957: “…la Santísima Virgen, repetidas veces, tanto a mis primos Francisco y Jacinta, como a mí, nos dijo, que muchas naciones de la tierra desaparecerán sobre la faz de la misma, que Rusia sería el instrumento del castigo del cielo para todo el mundo, si antes no alcanzábamos la conversión de esa pobrecita nación”.
Si una nación fuese devastada por una catástrofe nuclear, ella no desaparecería. Aún seguiría visible, pero sería como un terreno vacío y devastado. La única manera de que una nación “desaparezca” literalmente, es borrándola del mapa siendo incorporada a otro país, como ocurrió cuando la unión soviética tomó posesión de las naciones bálticas. Sobre este punto, tenemos la impresionante confirmación del ministro soviético de relaciones exteriores, Mólotov, dirigiéndose al ministro lituano de relaciones exteriores (con respecto a la inminente posesión de las naciones bálticas por parte de la unión soviética), él dijo:
“Usted debe darse cuenta de la realidad y entender que en el futuro, las naciones pequeñas, tendrán que desaparecer. Su Lituania junto con las otras naciones bálticas…”.
Este mapa de la Europa oriental, antes de la segunda guerra mundial, define las naciones bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) antes de que fuesen aniquiladas y desaparecieran por la absorción total dentro del satánico imperio soviético.
Y este otro mapa de la Europa oriental y el bloque comunista, después de la segunda guerra mundial, muestra que las naciones bálticas han desaparecido y han sido aniquiladas por una absorción total dentro del imperio rojo soviético.
Nuestra Señora de Fátima es la mujer vestida del sol mencionada en el Apocalipsis 12, 1. Dos versículos después, en Apocalipsis 12, 3, se dice que aparece un gran dragón rojo. El imperio rojo del comunismo apareció a la escena mundial en Rusia solo unas semanas después de la última aparición del 13 de octubre de 1917.
En Apocalipsis 12, 4 se dice que el gran dragón rojo “Con su cola arrastró la tercera parte de los astros del cielo, y los arrojó a la tierra”.
El historiador Warren Carroll, en su libro “The Rise and Fall of the Communist Revolution” [El acenso y caída de la revolución comunista], señala que: “… el movimiento comunista internacional… había sometido a la tercera parte del mundo bajo sus garras”.
Es así que la tercera parte de las estrellas que controlaba el dragón rojo, pudo haberse cumplido por el imperio comunista, o imperio rojo, que tuvo control de una tercera parte de las naciones del mundo en su apogeo.
Hna. Lucía, carta de 1930: “El buen Dios promete poner fin a la persecución en Rusia si el Santo Padre hace un acto solemne de reparación y consagración de Rusia a los Sagrados Corazones de Jesús y María, además de ordenar que hagan lo mismo todos los obispos de la Iglesia católica”.
Entonces, según lo dicho por la Hna. Lucía, nuestro Señor salvaría a Rusia poniendo fin a la persecución de Rusia, por lo tanto, se confirma nuestro punto de que no hay evidencia de que el cielo haya prometido que Rusia sería convertida a la fe católica. Encontramos lo mismo en otra visión que nuestro Señor le dio a la Hna. Lucía en 1940.
Jesucristo a la Hna. Lucía, 22 de octubre de 1940: “Voy a castigar a las naciones por sus crímenes por medio de la guerra, el hambre y la persecución de mi Iglesia, y esto será un duro peso especialmente a mi Vicario en la tierra. Su Santidad obtendrá una abreviación de estos días de tribulación si atiende a mis deseos de promulgar el Acto de Consagración del mundo entero al Inmaculado Corazón de María, con una mención especial de Rusia”.
Es un hecho que Rusia se ha convertido de su régimen de persecuciones y homicidios. La era de los Gulags, las hambrunas impuestas, los martirios de los sacerdotes, la persecución de la Iglesia, todo ello formalmente se terminó con la disolución de la unión soviética. La URSS terminó en la fiesta de la Inmaculada Concepción, es decir, el 8 de diciembre de 1991. La URSS fue disuelta y remplazada por la CEI, Comunidad de Estados Independientes. Y en la Navidad, el 25 de diciembre de 1991, el presidente de la URSS renunció y declaró extinto su cargo. En ese día la bandera soviética que ondeaba sobre el Kremlin fue bajada. Muchas fuentes de noticias confirmaron que el colapso de la unión soviética ocurrió oficialmente en la Navidad. Ahora, las personas pueden entrar y salir libremente de Rusia, y hace poco se reconstruyó una iglesia del rito bizantino en el mismo lugar donde fue incendiada por el comunismo ruso.
Toda esta evidencia nos muestra que la consagración de Rusia por el Papa Pío XII en 1952, fue el cumplimiento de las palabras de nuestra Señora del 13 de julio.
“Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz”.
Capítulo 15: La gran apostasía y el Anticristo
Lo dicho por nuestra Señora en la segunda parte del secreto se ha cumplido, y ahora estamos viviendo el terrible castigo mencionado en la tercera parte del secreto.
El tercer secreto comienza con las palabras: “En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe, etc.”. Puede ser que las palabras que siguen en el Tercer Secreto de Fátima podrían ser algo como las siguientes: “En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe en un resto fiel…” o quizás diga: “…entre los que verdaderamente son devotos a mí”. O puede decir: “…hasta la gran apostasía”.
El 19 de septiembre de 1846, nuestra Señora se apareció a dos niños en La Salette, Francia y dijo: “Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo… la Iglesia será eclipsada”.
El P. Herman Kramer fue un sacerdote católico que pasó treinta años estudiando y escribiendo un libro sobre el Apocalipsis. En su libro, él escribió lo siguiente acerca de la profecía de San Pablo con respecto al Anticristo sentado en el templo de Dios.
“San Pablo dice que el Anticristo ‘se sentará en el templo de Dios’… Este no es el antiguo templo de Jerusalén, ni un templo construido por el Anticristo, como algunos han creído, puesto que sería su propio templo… este templo tiene que ser de la Iglesia católica, posiblemente una de las iglesias en Jerusalén o la de San Pedro en Roma, que es la iglesia más grande de todo el mundo y es, en su sentido pleno, ‘el templo de Dios’”.
Nótese que el P. Kramer dice que ‘el templo de Dios’ se refiere probablemente a la Basílica de San Pedro en Roma.
Papa Pío XI, 23 de diciembre de 1929: “…la Basílica de San Pedro… ese gran templo…”.
San Bernardo creía que el Anticristo sería un antipapa.
Bto. Joaquín (que murió en 1202) dijo: “Hacia el fin del mundo, el Anticristo derrocará al Papa y usurpará su sede”.
Hemos visto definitivamente que las fuerzas del anticristo gobiernan Roma en estos últimos días. Uno de los símbolos más grandes del anticristo es la cruz invertida. El 24 de marzo de 2000, Juan Pablo II, frente a casi 100.000 personas en Israel, se sentó en una grandísima silla con una gigantesca cruz invertida. Aquí hay otra foto de Juan Pablo II cuando él era cardenal de la Iglesia del Vaticano II, nótese de nuevo la cruz invertida, pero esta vez en sus vestiduras.
En el Nuevo Testamento, la palabra anticristo es mencionada solo cuatro veces y ni una sola vez en el Apocalipsis. Ella es mencionada dos veces en las epístolas de San Juan.
1 Juan 4, 2-3: “Todo espíritu que confiese que Jesucristo ha venido en carne es de Dios; pero todo espíritu que no confiese a Jesús, ése no es de Dios, es del anticristo…”.
1 Juan 2, 22: “¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es Cristo? Ese es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”.
El anticristo es definido como aquellos que niegan que Jesús sea el Mesías y aquellos que dicen que Cristo no es el único Cristo, que Él es más de una persona, o que está en todos, o que Él es todos.
Pues bien, Juan Pablo II enseñó que todo hombre es Cristo y Benedicto XVI ha enseñado en varias ocasiones que Jesús no tiene que ser visto como el Mesías profetizado.
Benedicto XVI, Dios y el mundo, 2000, ed. ing., p. 209: “Por supuesto, es posible leer el Antiguo Testamento de manera que no se dirija a Cristo; ello no apunta inequívocamente a Cristo. Y si los judíos no pueden ver cumplidas en Él las promesas, esto no es solo por mala voluntad de su parte, sino verdaderamente es a causa de la oscuridad de sus textos… Hay perfectamente buenas razones, entonces, para negar que el Antiguo Testamento se refiera a Cristo y decir, No, eso no es lo que dice. Y también hay buenas razones para referirse a él – de esto se trata la disputa entre judíos y cristianos”.
Benedicto XVI dice que hay razones perfectamente válidas para no creer que el Antiguo Testamento se refiera a Cristo como el Mesías profetizado. Él dice que el Antiguo Testamento no indica de manera inequívoca que Nuestro Señor es el Mesías. Esta es otra negación total de la fe cristiana.
Lo que hace que esta apostasía sea de lo más monstruoso, es el hecho de que el Nuevo Testamento está lleno de pasajes que declaran que Nuestro Señor es el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. Para citar solo uno entre muchos, en Juan capítulo 5, Nuestro Señor concretamente les dice a los judíos que lo que está escrito en el Antiguo Testamento respecto de Él, los condena a ellos.
Juan 5, 39, 45-47: “Investigad las Escrituras, ya que en ellas creéis tener la vida eterna, pues ellas dan testimonio de mí… hay otro que os acusará, Moisés… pues de mí escribió él”.
Pero, según el apóstata Benedicto XVI, todas estas declaraciones bíblicas de que nuestro Señor es el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, incluyendo las propias palabras de nuestro Señor, posiblemente son falsas. Según Benedicto XVI, la lectura judía de que nuestro Señor no es el Mesías, no es el Hijo de Dios, y no fue anunciado en el Antiguo Testamento, es una lectura posible y válida. Esto es totalmente herético, apóstata y es del anticristo.
Benedicto XVI también niega a Jesucristo en su libro Milestones:
Benedicto XVI, Milestones, 1988, pp. 53-54: “Comprendo cada vez más que el judaísmo… y la fe cristiana descrita en el Nuevo Testamento son dos maneras de apropiación de las Escrituras de Israel, dos maneras que, al final, se determinan por la posición que uno asume con respecto a la figura de Jesús de Nazaret. La Escritura que hoy llamamos Antiguo Testamento se abre en ambos sentidos…”.
Benedicto XVI nuevamente declara que la Escritura está abierta a sustentar la visión judía de Jesucristo, de que Jesucristo no es el Hijo de Dios. Esta es precisamente la razón de por qué Benedicto XVI enseña repetidamente la herejía de que los judíos no necesitan creer en Cristo para la salvación.
En el 2001, Benedicto XVI escribió el prefacio de un libro llamado “El pueblo judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia cristiana”. El libro dice que la Antigua Alianza sigue siendo válida y que la espera judía por la venida del Mesías también sigue siendo válida.
Lo interesante es que Juan Pablo II asignó a Joseph Ratzinger, después Benedicto XVI, como el líder de la congregación para la doctrina de la fe. Entonces Ratzinger ejerció todo el poder que tuvo Juan Pablo II en su presencia. Como se detalló en nuestro video “¿Se va a acabar el mundo?”, después de la muerte de Juan Pablo II, salió una foto de una fogata cerca del lugar natal de Juan Pablo II en Polonia, exactamente dos años después en el día de su muerte. Y Juan Pablo II se apareció sobrenaturalmente en las llamas. Esta foto estuvo por todo internet y se creó una sensación mundial. ¿Serán estos los cumplimientos de lo que está predicho acerca de la bestia en Apocalipsis 13? Las cabezas de la bestia, mencionadas en el Apocalipsis 13, pueden ser un cierto número de reclamantes al Papado que gobernarán Roma en el fin del mundo y pretenderán ser la cabeza de la Iglesia católica. En Apocalipsis 13, se habla de una cabeza de la bestia recibiendo una herida mortal, luego se recupera, y que toda la tierra adorará a la bestia. Dice que esta bestia blasfemará de Dios y luego dice que otra bestia entrará a la escena como un falso líder cristiano. Dice que esta segunda bestia ejecutó todo el poder de la primera bestia en su presencia. Dice que esta segunda bestia hizo que cayese fuego a la vista de los hombres, y que hace una imagen de la primera bestia que recibió la herida mortal, haciendo que los moradores de la tierra adoren a esa bestia. Benedicto XVI ya ha “beatificado” a Juan Pablo II. Juan Pablo II, que recibió la herida mortal y se recuperó. Juan Pablo II, a quien el mundo siguió con admiración. Juan Pablo II, el que blasfemó a Dios al predicar que él y todo ser humano es Dios. Juan Pablo II hizo innumerables declaraciones durante su anti-pontificado diciendo que todo hombre es Dios. Como lo probamos en nuestro video: “Juan Pablo II predicó el evangelio del anticristo: que todo hombre es Dios”.
Aquí hay algunos ejemplos:
En su primerísima homilía, el antipapa Juan Pablo II declaró que el hombre es el Cristo de Mateo 16, 16.
Juan Pablo II, primera homilía, marcando para siempre el comienzo de su ministerio pastoral, domingo, 22 de octubre de 1978: “1. ‘Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo’ (Mt 16, 16)… acoged de buen grado una vez más —hoy y en este sagrado lugar— las palabras pronunciadas por Simón Pedro. En esas palabras está la fe de la Iglesia. En ellas está la nueva verdad, es más, la verdad última y definitiva sobre el hombre: el Hijo de Dios vivo. ‘Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo’”.
En su primer discurso navideño él declaró que la “Navidad es la fiesta del hombre”.
Juan Pablo II, 25 de diciembre de 1978: “Dirijo este mensaje a cada uno de los hombres; al hombre en su humanidad. Navidad es la fiesta del hombre”.
En su primerísima encíclica, Juan Pablo II proclamó que las Buenas Nuevas, el Evangelio y el Cristianismo, son el profundo estupor respecto al valor y a la dignidad del hombre.
Juan Pablo II, Discurso a los Misioneros de la Preciosísima Sangre, 14 de septiembre de 2001: “… el rostro del Señor resucitado, cuyas heridas brillan siempre como el sol. Queridos hermanos, esta es la verdad de lo que sois…”.
Papa San Pío X, 4 de octubre de 1903: “… -esta es la señal propia del Anticristo según el mismo Apóstol-, el hombre mismo con temeridad extrema ha invadido el campo de Dios”.
Esta es una moneda recordatoria con la imagen de Juan Pablo II emitida por el Vaticano. Nótese las tres estrellas con seis puntas en cada una, resultando: 6, 6, 6.
Este es un libro de ocultismo llamado “El Tarot Sagrado”. En la portada podemos ver que el autor utiliza tres seises regulares y otros tres seises invertidos. Vemos que el mismo concepto fue utilizado posiblemente por Juan Pablo II. Esta es una foto aérea del edificio administrativo de la ciudad del Vaticano, que se encuentra directamente detrás de la Basílica de San Pedro en Roma.
Podemos ver el escudo de armas de Juan Pablo II, y enseguida a ella, tres seises invertidos y tres regulares.
Adam Weishaupt, el fundador de la anticatólica sociedad secreta llamada de los Illuminati, declaró: “Infiltraremos a ese lugar [el Vaticano], y una vez dentro, nunca saldremos. Haremos agujeros por dentro hasta que no quede más que una concha vacía”.
Varias veces, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI, se han puesto vestiduras que tienen una concha. De hecho, la concha es la pieza central del escudo de armas de Benedicto XVI. ¿Será Benedicto XVI el cumplimiento del plan Illuminati de destruir la Iglesia católica? Su reinado es la culminación de décadas de apostasía, la secta del Vaticano II no es más que una concha vacía. Y la verdadera Iglesia de Cristo existe todavía, solo que se encuentra en un resto pequeño de católicos tradicionales. Entonces el hecho que él utilice la concha, ¿será quizás la indicación de lo que fue realmente el papel de Benedicto XVI?
Los antipapas del segundo Concilio Vaticano han llevado consigo una cruz que muy pocos han entendido. Se dice que la cruz torcida era usada por los satanistas en los siglos quinto y sexto, como también fue utilizada por magos y hechiceros de la edad media, que empleaban dichas figuras para representar su odio por el catolicismo. También se ha reportado que el museo de brujería en Bayona, Francia, tiene grabados simbólicos en madera que eran utilizados en misas negras (es decir, sábado de brujas) durante la edad media, en donde la cruz torcida es destinada como el símbolo del anticristo.
Capítulo 16: La ramera de Babilonia
En los capítulos 17 y 18 del Apocalipsis se hacen unas profecías asombrosas acerca de la gran ramera o la ramera de Babilonia, que surgirá en los últimos días desde la ciudad de las siete colinas. Roma está construida en esas siete colinas. Por eso, a través de la historia, Roma es identificada como la ciudad de las siete colinas mencionada en el Apocalipsis.
El Vaticano se ubica dentro de la ciudad de Roma. Con el fin de evitar la conclusión de que el Vaticano está involucrado en las profecías acerca de la gran ramera sentada sobre las siete colinas, algunos han hecho el argumentó ridículo de que la ciudad de las siete colinas no tiene nada que ver con el Vaticano. Ellos dicen esto porque el Vaticano es un país legalmente autónomo desde 1929. El Vaticano es el país más pequeño del mundo, abarcando unas 44 hectáreas. Y las siete colinas de Roma, nos dicen, no están localizadas dentro de esas 44 hectáreas que forman el Vaticano. Este es un argumento absurdo porque el Vaticano, siendo ahora un país soberano, está localizado dentro de Roma. Además, según este argumento, ello significaría que los pasados Papas, los obispos de ROMA, en realidad no reinaron desde Roma, porque ellos estaban en el Vaticano. Igualmente se rebate cuando citamos al Papa Benedicto XIV. Él habla de Babilonia, la ciudad de las siete colinas, que es conocida ser Roma.
Dice: “Vemos aquí cómo la potestad más grande se inclina en admiración ante la religión, y cómo lo que una vez era Babilonia mundana se ha transformado en una nueva ciudad celestial…”.
Claramente habla de la ubicación de la verdadera Iglesia, y él dice que la ciudad de Roma se ha transformado en la ciudad celestial de la verdadera Iglesia de Cristo. Esto solo puede ser cierto si el Vaticano es sinónimo de Roma y sus siete colinas.
Y Benedicto XVI también confirma que Roma es Babilonia.
Benedicto XVI, Homilía, 29 de junio de 2009: “… se encuentran también dos cartas bajo el nombre de san Pedro. La primera de ellas se concluye explícitamente con un saludo desde Roma, pero a la que se presenta con el nombre apocalíptico de Babilonia: ‘Os saluda la que está en Babilonia, elegida como vosotros…’ (1 Pedro 5, 13)”.
Basándose en este texto, los protestantes a través de la historia, han acusado a la Iglesia católica de ser la ramera de Babilonia. Sin embargo, ellos están equivocados, por supuesto, porque la Iglesia católica es la inmaculada Esposa de Cristo, la única verdadera Iglesia que Él estableció. Lo que se describe acerca de la ramera de Babilonia, por el contrario, es de una falsa esposa – una falsa Iglesia católica – que aparecerá en los últimos días con el fin de engañar a los católicos (a los verdaderos fieles), que pisoteará la fe y cometerá fornicación espiritual.
En Apocalipsis 17, 4 se dice que la ramera de Babilonia está vestida de púrpura y escarlata, y tiene en su mano una copa de oro. Quizás este sea uno de los versículos más reveladores en Apocalipsis. En la Iglesia católica, los obispos se visten de púrpura y los cardenales se visten de escarlata. Al haber elegido esta descripción de la ramera de Babilonia como una mujer vestida de púrpura y escarlata, Dios nos está dando una clara indicación de que la ramera está vestida de los colores de los verdaderos obispos y cardenales. Él nos está dando una clara indicación de que la ramera está vestida de esos colores porque en el exterior ella tiene diócesis, una jerarquía, se ha apoderado de la propiedad de la Iglesia, las vestiduras, las ceremonias, los supuestos “sacramentos”, un pretendido “Papa”, etc., no obstante, en lo interior ella es un fraude. Esta es una perfecta descripción de la falsa Iglesia creada por la secta del Vaticano II, es la falsa Iglesia del fin de los tiempos, que está vestida con los colores del catolicismo, y para la mayoría, eso es lo que ven de ella, pero interiormente es una falsa religión apóstata.
Los sacerdotes que ofrecen el Santo Sacrificio de la Misa en la Iglesia católica están obligados a utilizar el cáliz de oro, si es posible. No es de ninguna manera una coincidencia que la ramera tenga en sus manos una copa de oro. La ramera, como siempre, está imitando, actuando y pretendiendo ser la Iglesia católica, cuando no lo es. Un sacerdote católico ofrece el cáliz de oro lleno de la preciosísima sangre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. La ramera ofrece el cáliz o la copa llena de abominación y de impurezas, es decir, el vino inválido de la Nueva Misa. El Apocalipsis dice varias veces que la ramera de Babilonia hizo que todas las naciones bebieran el vino de su fornicación. En otras palabras, ello habla de una fornicación espiritual que tiene que ver con el vino.
Los cambios inválidos que fueron hechos a la Nueva Misa son cambios que se hicieron con respecto a la porción del vino de las palabras de la consagración. El Apocalipsis dice que la ramera de Babilonia se caracteriza por la fornicación y prostitución. Es sencillamente un hecho que cuando el término “fornicación” se utiliza en las Sagradas Escrituras, muchas de las veces está describiendo la idolatría y una infidelidad espiritual.
Éxodo 34, 16: “… arrastren a tus hijos a prostituirse también ellos ante sus dioses”.
Jueces 2, 17: “… sino que fornicaron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron”.
Se podrían presentar muchos otros pasajes que muestran que la Escritura describe la infidelidad espiritual y la idolatría como fornicación y prostitución. Cuando una “gran ramera” comete fornicación a nivel mundial ello se dice en este sentido, por lo que claramente se nos indica que se trata de la apostasía de la única verdadera fe. Como hemos probado, una apostasía de la única verdadera fe y una aceptación de falsas religiones, es exactamente lo que más define a la Iglesia falsa del Vaticano II y su apostasía. Ella ha puesto a los “dioses” demoniacos del panteón de las religiones del mundo a igualdad con el verdadero Dios de la Iglesia católica.
Esta fornicación que sale de Roma apóstata y de sus antipapas se ha divulgado y embebido a toda la tierra, como lo hemos mostrado.
Apocalipsis 18, 23: “La luz de lámpara no lucirá más en [la ramera de Babilonia]”.
La “luz de lámpara” es una referencia a la lámpara del santísimo en las iglesias católicas. Esta lámpara representa la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Esta lámpara ya casi no se puede encontrar en las iglesias del Vaticano II. En la mayoría de los casos, ha sido colocada a un lado o en la parte de atrás de la iglesia. Pero lo que dice aquí es más que el desalojo de la lámpara del santísimo, en Apocalipsis 18, 23 se nos indica que la presencia real de Cristo (es decir, la Eucaristía válida) ya no se encontrará más en la Iglesia del Vaticano II.
Apocalipsis 18, 23 también dice que no se oirá más la voz del esposo en la ramera de Babilonia.
Esto significa que la enseñanza o la voz del Esposo, Jesucristo, y de la esposa, su Iglesia, ya no serán oídos más en esa falsa Iglesia.
Apocalipsis 17 y 18 dice que la ramera está embriagada con la sangre de los santos y mártires.
Se puede aplicar de varias maneras que la ramera está embriagada con la sangre de los santos. Lo primero que viene a la mente es el ecumenismo como es practicado por la secta del Vaticano II. Antes del Vaticano II, el ecumenismo se refería al esfuerzo apostólico de convertir al mundo al catolicismo. Ahora, se refiere al esfuerzo de juntar a todas las religiones en una sola sin ninguna conversión, mientras todas las religiones esencialmente se respetan entre sí como iguales.
El ecumenismo es directamente contrario a la verdad divinamente revelada de que los dioses de las religiones no católicas son demonios (Salmo 95, 5; Primera Carta a los Corintios 10, 20), y pone a Cristo al mismo nivel de Lucifer. Por lo tanto, blasfema la memoria de los santos y de los mártires cuyas carnes fueron desgarradas con ganchos de hierro, cuyos cuerpos fueron echados a los leones, y cuyas cabezas fueron cortadas, solo porque ellos se negaron a mezclar su fe o se rehusaron a decir que todas las religiones son verdaderas o iguales. También ello es una burla de todos los sacrificios de todos los santos que renunciaron a sus vidas por el sacerdocio, a la vida religiosa, a las obras misioneras. Todo ello fue innecesario, según la secta del Vaticano II.
Porque Margarita Clitherow se negó a aceptar la secta anglicana y su “misa” – sino más bien invitó a los sacerdotes católicos a su hogar a pesar de ser contra la ley – ella fue martirizada siendo aplastada bajo una gran puerta cargada con pesas. Ella sufrió todo eso porque ella no quiso aceptar el anglicanismo. La secta del Vaticano II, sin embargo, enseña que los anglicanos son nuestros prójimos “cristianos” que no necesitan conversión, y cuyos “obispos” inválidos son, de hecho, verdaderos obispos de la Iglesia de Cristo. La secta del Vaticano II enseña que el martirio de Margarita fue inútil. La secta, por consiguiente, esta embriagada con la sangre de los santos y mártires.
¿Cuántos mártires, han dado sus vidas por un solo artículo de la fe católica? El ecumenismo hace que su derramamiento de sangre sea inútil, sin sentido y sin importancia.
Por eso se dice que la Iglesia del Vaticano II está embriagada con la sangre de los mártires y de los santos. Y todos aquellos que apoyan a esta actividad anticristiana, ahora dirigida por Francisco, sucesor de Benedicto XVI, también están embriagados.
Lo que es también fascinante es que el Apocalipsis menciona que los mártires claman debajo del altar.
Apocalipsis 6, 9: “… vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que guardaban. Clamaban a grandes voces, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, Santo y Verdadero, no juzgarás y vengarás nuestra sangre en los que moran sobre la tierra?”.
¡Se prescribe que la misa católica sea dicha sobre los altares que contienen las reliquias de los mártires! Por lo tanto, tiene perfecto sentido que los mártires, cuyas vidas han sido causa de burla para la secta del Vaticano II por su ecumenismo y su aprobación de las falsas religiones, ¡estén clamando “debajo del altar”! Ellos están clamando no solo contra el ecumenismo interreligioso que hace burla a sus vidas, sino también a las abominaciones litúrgicas de la Nueva Misa que ocurren directamente sobre sus reliquias. Este notable punto de la Escritura debería mostrarles a los protestantes que la Iglesia católica es la única verdadera Iglesia.
Es muy obvio, en nuestra opinión, que la secta del Vaticano II es la ramera de Babilonia profetizada en la Escritura. Y contrariamente a lo que creen los protestantes, el hecho de que la apostasía eclesiástica de Roma de la fe católica en los últimos días esté predicha en la Escritura, prueba más bien la autenticidad de la Iglesia católica. Puesto que la tribulación de los últimos días será un engaño a los verdaderos fieles y socavará a la verdadera fe.
Para que alguien pueda salvar su alma, es muy importante que mantenga la fe católica tradicional y tenga una verdadera devoción a la Santísima Virgen María y al Rosario. La Santísima Virgen María es la mujer mencionada en Génesis 3, 15 que aplastará la cabeza de la serpiente, el diablo. En efecto, Jesús llama a su madre, “mujer” en el Nuevo Testamento. Su relación con su Hijo es tan increíblemente única y cercana, que lo que ella le pide, Él nunca se lo negará. Y por eso, en las bodas de Caná, a pesar del hecho que Jesús dice que su tiempo de obrar milagros aún no había llegado, Él hizo el milagro porque su madre se lo pidió.
Como dice en Santiago 5, 16: “… mucho vale la oración perseverante del justo”, pero, ¿cuánto más valdrá la oración de la Santísima Virgen María, la Madre de Dios? Orar es rogar, pedir, o suplicar ayuda. Cuando uno hace oración a la Santísima Virgen María, simplemente lo que hacemos es pedirle que Ella le ruegue a su Hijo por aquellas gracias y bendiciones que necesitemos. Y cuando nuestras oraciones son presentadas, por Ella, ante Dios Todopoderoso, en vez de por nosotros, Él estará más dispuesto a responder a esas oraciones. Y esto es precisamente la razón de por qué Dios nos dio a la Santísima Virgen María. La Santísima Virgen María no solo es la mujer que aplastará la cabeza del diablo, sino que ella también es la Madre de Dios, el Arca del Nuevo Testamento.
Quien no tenga una devoción a la Santísima Virgen María, es equivalente al hombre del Antiguo Testamento que se rehusó a venerar el Arca de la Alianza, o que se negó a marchar detrás del Arca durante una batalla, dicho hombre cayó en manos de los enemigos de Dios y fue separado del campamento del pueblo de Dios.
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