¿Las oraciones católicas son “vanas repeticiones” (Mt. 6, 7)?

Los protestantes a menudo se oponen a las oraciones católicas diciendo que son “vanas repeticiones”, las cuales Jesús condenó en Mateo 6, 7-8.

En ese pasaje leemos que Jesús dice:

“Y cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles; que piensan que por su palabrería serán oídos. No seáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”.

Ahora, en Mateo 6, 7, Jesús no está condenando las oraciones que contienen palabras repetidas ni tampoco está condenando la múltiple repetición de la misma oración. Y hay muchas pruebas de la Escritura sobre este punto.

Apocalipsis

Tal vez el mejor ejemplo al respecto se halla en Apocalipsis 4, 8, donde leemos que:

Apocalipsis 4, 8: “… los cuatro seres vivientes… no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso…”.

Así que leemos que ellos decían una y otra vez “santo, santo, santo”. Esto en cuanto a la idea de que todas las oraciones que contienen repeticiones son paganas.  La afirmación no podría estar más equivocada.

Isaías

“Y con voz esforzada cantaban a coro, diciendo: ¡Santo, Santo, Santo, el Señor Dios de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria!”.

Otro ejemplo se halla en Isaías 6 en donde leemos que los serafines decían “santo, santo, santo” ante el trono de Dios. Este es, obviamente, un pasaje paralelo al Apocalipsis 4, 8.

Salmos

Otro ejemplo tremendo para refutar el concepto erróneo protestante sobre este tema se halla en Salmo 135 o Salmo 136, dependiendo de la versión de su biblia.

“Alabad al Señor, porque es infinitamente bueno, porque es eterna su misericordia. Alabad al Dios de los dioses, porque es eterna su misericordia… Al único que obra grandes maravillas, porque es eterna su misericordia… [etc.]”.

En ese salmo se nos da una oración de alabanza y acción de gracias, donde la misma frase “porque es eterna su misericordia” se repite 26 veces seguidas. Dice “porque es eterna su misericordia” en cada versículo. Esto destruye la idea protestante sobre este punto.

Mateo

También leemos que Jesús repitió la misma oración tres veces seguidas, cuando oraba a su Padre en el jardín de Getsemaní. Eso puede leerse en Mateo 26, 39, Mateo 26, 42 y Mateo 26, 44.

Mateo 26, 39: “Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: ‘Padre mío, si fuere posible, pase de mí esta copa, pero no sea mi voluntad, sino la tuya’”. Mateo 26, 42: “Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: ‘Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad’”. Mateo 26, 44: “Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras”.

En Mateo 20, 29-33, Jesús responde a la oración repetida de los hombres ciegos a que tuviese misericordia de ellos.

Mateo 20, 29-33: “Y saliendo ellos de Jericó, le seguía gran multitud. Y he aquí, dos ciegos sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y la multitud les reprendía para que callasen; pero ellos más clamaban, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. Entonces Jesús, teniendo compasión de ellos, tocó sus ojos, y al instante sus ojos recibieron la vista; y le siguieron”.

Como podemos ver, en la Biblia hay numerosos ejemplos de oraciones dichas al verdadero Dios que son repetidas. Estas no constituyen “vanas repeticiones” de los paganos.

Entonces, ¿qué estaba condenando Jesús?

“Y cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles; que piensan que por su palabrería serán oídos. No seáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”.

En Mateo 6, 7 Jesús no está condenando las oraciones que contengan palabras repetidas ni tampoco la múltiple repetición de la misma oración (por ejemplo, cuando se dice el Padre nuestro o el Ave María cinco veces seguidas), sino más bien, Él está denunciando lo que practicaban los paganos. Ellos pensaban que podrían complacer a sus falsos dioses por palabrerías elocuentes y elaboradas. Ellos pensaban que tenían que decir con precisión las cosas correctas y las palabras y nombres debían decirse en ciertos días, no fuera a ser que sus falsos dioses no los escucharan o no recordaran sus necesidades. Jesús está denunciando su paganismo. Él les está enseñando que el verdadero Dios sabe todas las cosas. Por lo tanto, la objeción que los protestantes a menudo exhiben contra las oraciones católicas del Padre nuestro y el Ave María, y la manera como éstas son dichas más de una vez, es totalmente sin fundamento. Esta objeción constituye otro ejemplo de cómo los protestantes no entienden la Biblia. De hecho, las oraciones de la Iglesia católica a María, como en el Ave María y el Rosario, fueron predichas por María misma en Lucas 1. No sólo es que la sustancia del Ave María se encuentra en la Biblia, sino que en Lucas 1, 46-48 leemos que María predijo que todas las generaciones la llamarían bienaventurada, que es equivalente a bendita.

Lucas 1, 46-48: “Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor; Y mi espíritu se regocijó en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva; y he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones”.

La oración católica del Ave María se refiere a María como bendita (que es equivalente a bienaventurada) dos veces, y esta oración ha sido dicha por millones a través de la historia católica. Obviamente, la Iglesia católica es el cumplimiento de la profecía de María de que todas las generaciones de la verdadera Iglesia la llamarían bienaventurada.