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Explicación católica de "Cristo es nuestra justicia" (1 Cor. 1, 30)
En 1 Corintios 1, 30 san Pablo dice lo siguiente:
A menudo los protestantes malinterpretan y abusan de este pasaje. A continuación reproducimos la explicación de san Roberto Belarmino en su obra sobre la justificación (traducida del latín).
San Roberto Belarmino, De justificatione, libro 2, cap. 10: "Con razón se llama a Cristo nuestra justicia, no porque seamos justos por esa justicia que se nos imputa en Cristo, sino por otras dos razones. Primero, porque Cristo es la causa eficiente de nuestra justicia. Porque Cristo es llamado nuestra justicia como Dios es llamado nuestra fortaleza en el Salmo 17 y nuestra paciencia en el Salmo 70 y nuestra salvación en el Salmo 26, lo cual se explica en el Salmo 36 cuando se dice: del Señor viene la salvación de los justos. Finalmente, Cristo es llamado nuestra justicia así como es llamado nuestra sabiduría y nuestra redención, y en otro lugar nuestra paz - a saber, porque Él nos redimió y nos hizo justos y sabios, y nos reconcilió con Su propio Padre, haciendo la paz entre las cosas que están en la Tierra y en el Cielo.
Además, Cristo es llamado nuestra justicia porque Él ha satisfecho al Padre por nosotros, y nos da y comunica esa satisfacción cuando nos justifica; de modo que nuestra satisfacción puede ser llamada justicia. En efecto, aunque por la justicia que nos es inherente somos llamados (y de hecho lo somos) verdaderamente justos, sin embargo, no es por ella por lo que satisfacemos a Dios por nuestras faltas y por el castigo eterno [que merecemos]. No, esta justicia inherente, junto con la remisión de la culpa y el castigo eterno, es el efecto de la satisfacción de Cristo, que (como enseña el Concilio de Trento en la ses. 6, cap. 7) se nos transmite y aplica en la justificación. Y de este modo no sería absurdo que alguien dijera (i) que la justicia y los méritos de Cristo nos son imputados (siempre que no se niegue que existen en nosotros), puesto que se nos dan y aplican como si nosotros mismos hubiéramos satisfecho a Dios; y (ii) que esta justicia inherente es aquella justicia genuina y absoluta a la que, por el justo juicio de Dios, no se debe el castigo sino la gloria".
Impactante, no miro discrepancias
Martin 3 mesesLeer más...Tiene razón. Gracias por compartir. Y de mi parte lo compartiré para que muchos lo vean.
Verónica Raygoza 3 mesesLeer más...Masturbarse es opuesto e incompatible al verdadero amor a Dios. La opción superadora ante la tentación del placer auto infligido es la oración
Gustavo Suárez 3 mesesLeer más...Más claro imposible. Gracias hermanos
Laudem Gloriæ 3 mesesLeer más...Esta listo. Gracias.
Monasterio de la Sagrada Familia 3 mesesLeer más...Hola. Ya fue publicado. Gracias.
Monasterio de la Sagrada Familia 3 mesesLeer más...Cuándo van a publicar el calendario de 2025?
Reynaldo 3 mesesLeer más...Dios los bendiga, porfavor suban pronto el calendario 2025 para poder imprimirlo.
nicolas guiñez 4 mesesLeer más...Lugares no sólo solitarios, sino, además, silenciosos. De nada sirve estar solo si uno, en el afán de escapar su propia consciencia y la voz de Dios o de sus...
Gonzalo Javier Cavatorta 4 mesesLeer más...El rostro del Padre Pío, se le ve con una tranquilidad, como dormido... No así con la foto del ataúd de la impostora hermana Lucía, con un semblante afligido...
Serena 8 mesesLeer más...