La Virgen de Guadalupe aplasta la serpiente mexicana

En este video deseo hablar sobre un libro titulado “Our Lady of Guadalupe and the Conquest of Darkness” [Nuestra Señora de Guadalupe y la conquista de las tinieblas].  Es un libro publicado por la Prensa Cristiandad [Christendom Press] y escrito por Warren H. Carroll.  Y relata la historia increíble de la conquista espiritual y física del imperio azteca en México. Aunque, obviamente, no puedo apoyar todo lo que Warren H. Carroll dice en sus libros, creo que este libro es uno de los mejores libros que he leído. Hace poco leí nuevamente el libro. De hecho, es muy corto. Y casi la mayor parte trata con la época anterior de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe en 1531, y cómo Hernán Cortés y sus compañeros conquistadores españoles, derrocaron al imperio azteca. Y lo que es demasiado fascinante de esta historia es que no solo se trata de leer sobre las posibilidades que ellos lograron en derrocar a este imperio, sino que también la cultura demoníaca que estaba tan profundizada en el culto de los aztecas.

El imperio azteca pudo haber sido la cultura más malvada en la historia de la humanidad. Así como señala Carroll en la página 8 de este libro, nos dice:

“Varias gentes primitivas habían practicado ocasionalmente sacrificios humanos y algunos habían practicado canibalismo. Nadie ha hecho lo mismo en una escala remotamente cercana a la de los aztecas”.

Es bastante interesante que la serpiente fuera un símbolo usado por todo el imperio azteca y en cada aspecto formal de su culto. El centro de su templo principal, donde se llevó a cabo incomprensibles sacrificios humanos más elaborados y masivos, estaba cerrado por un muro que se llamaba “el muro de serpientes”. Cuando estaban desgarrando los corazones de sus víctimas, mientras las sacrificaban, sus ayudantes reproducían sonidos de tambores de piel de serpiente. Se oían estos sonidos en el fondo mientras sacrificaban a la gente y dirigiéndolas al templo para ser sacrificadas. Sus templos estaban cubiertos con imágenes de serpientes. Uno de sus ídolos principales tenía muchas figuras diabólicas cerca de su cuerpo con colas de serpientes. También es interesante, y hemos señalado esto en nuestro sitio web, que sus ídolos eran horribles y monstruosos y sumamente inquietantes para cualquier persona normal. Muchos de ellos eran retratados cometiendo actos de sodomía entre sí, otro indicio y prueba de que la homosexualidad surge de la posesión demoníaca, tal y como se nos enseña en Romanos 1.

Uno de los lugares más importantes que el emperador utilizó se llamaba “el hogar de la serpiente”, bueno, podría seguir y seguir.  Y la razón por qué hago mención de esto es porque vemos esto también en las religiones paganas del oriente.  Vemos la serpiente entrelazada con sus falsas religiones.  Y esto es muy importante porque sabemos del libro de Génesis que la rebelión original contra Dios fue provocada por “la serpiente”, que representaba al diablo. El hecho de que todas estas culturas formalizan tanto el uso de la serpiente, muestra una representación física que están completamente demoníacos y están totalmente entregados al diablo, que nos señala de nuevo, la verdad de 1 Corintios 10,20, Salmo 95,5, esto es, que los dioses de estas falsas religiones son diablos.

Las dos torres, cerca de su templo principal fueron construidas de esqueletos y cráneos humanos. Las paredes, los bancos, los escalones, fueron hechos de calaveras. Solo hablando de los cráneos que los españoles vieron cerca del templo, fueron capaces de calcular la existencia de al menos cientos de miles, solo en el número que ellos vieron. Cada ciudad tenía un gran pueblo y un templo donde se llevaban a cabo estos sacrificios humanos.

Comenzando en la página 8 de este libro, Carroll nos explica cómo funcionaba todo esto, nos dice:

“Cada ciudad y gran pueblo azteca tenía una plaza central, de la cual surgía altamente un templo piramidal, (…) Mes tras mes, años tras año, en templos tras templos, las víctimas de los sacrificios bajaban por los caminos hacia los escalones, (…) y ahí, se inclinaban hacia atrás sobre las losas redondas de piedra pulida grande. Un cuchillo inmenso con una navaja de vidrio negro oscuro volcánico, subía y bajaba, abriendo un corte en la víctima. Su corazón era rompido mientras que seguía latiendo y luego era levantado a la vista de todos, mientras que al cuerpo devastado se le deba una patada por el borde de la plataforma del templo donde rebotaba y se deslizaba en contorsiones obscenas por las escaleras hasta la parte inferior, a treinta metros de altura”.

Así que había ciudades y el mismo templo era construido de tal manera para que todo el resto de la gente pudiera ver exactamente lo que estaba pasando. Se podían ver las filas de los que iban al templo para ser sacrificados. Podían verlos siendo sacrificados con el corazón arrancado mientras todavía seguía latiendo. Se podía ver que eran echados del borde de la plataforma y rebotaban hasta el fondo. Era una escena destinada a provocar terror y miedo extremo. Fue realmente el reino del diablo y la muerte. De hecho, Carroll cuenta la historia de la dedicación del año 1487 del nuevo templo azteca donde más de 80.000 fueron asesinados por cuatro días y cuatro noches. Ellos continuamente mataron a tanta gente que tuvieron que usar grupos de sacerdotes que reemplazarían a los sacerdotes ya cansados de matar, no digo cansados como repulsa física, sino que estaban agotadamente cansados.

En la página 10, cita a otro autor que lo describe:

“… los legionarios prepararon a las víctimas, que fueron puestos en una estrecha fila  bajando los escalones de la gran pirámide, a través de la ciudad, a lo largo de las calzadas, y más allá de lo que el ojo podía ver. Para la persona común que veía el espectáculo desde la parte superior del techo, parecía que las víctimas se extendían en líneas hasta el último rincón de la tierra. (…) las líneas de las víctimas fueron extendidas por kilómetros, con grandes reservas en sus extremos, miles de seres humanos atrapados dando vueltas como si fueran ganado, esperando su turno en la línea que estaba a punto de moverse. Inesperadamente aparecieron los reyes brillantemente ataviados en la plataforma y el silencio se transmitió sobre la ciudad. Juntos se acercaron a la capilla de Huitzilopochtli y se hacían inclinaciones reverentes. A medida que se volvieron a [unir] a sus ayudantes en las cuatro losas, grandes tambores de piel de serpiente comenzaron a golpearse, anunciando que las líneas podrían empezar a moverse”.

Este período de la historia humana es considerablemente impresionante por varias razones. No solo se tuvo el enfrentamiento de dos civilizaciones ajenas, y de hecho, mundos ajenos porque el Nuevo Mundo se estaba descubriendo, los indios en el continente americano: la mayoría de ellos nunca habían visto u oído a los europeos. Algunos de ellos creyeron que los europeos eran, de hecho, de otro mundo e incluso dioses. Los europeos estaban descubriendo este nuevo mundo con su increíble belleza natural, su extensión y tesoro. Pero al mismo tiempo llegaron a encontrarse con este pueblo que casi parece ser infernal, ya que fueron controlados totalmente por el diablo.

Tuvo que haber sido una experiencia impresionante para los cristianos católicos de España, que, si bien no todos ellos, por supuesto, eran de la moralidad del más alto nivel, muchos de ellos creían en la verdad de Cristo y aceptaron el hecho de que los que están fuera de Él están en tinieblas. Les tuvo que haber sido impresionante el encontrarse estas personas que tan sorprendentemente confirmó esa verdad y que vivían en un reino enteramente dedicado al reino del diablo. Y es fascinante que algunas de las batallas principales se libraron por los conquistadores para el control del templo demoníaco y la zona donde tenían su principal dios-diabólico entronizado en su santuario. Y los conquistadores derrocarían a la imagen y tenían que luchar en las escaleras del templo mientras subían y la gente que estaba afuera podía ver esta batalla que se estaba produciendo, entre los católicos y los aztecas adoradores del diablo. Así que se tenía esta situación en la que la batalla física se estaba produciendo por el control del templo y ello representaba la batalla espiritual entre Cristo y el colibrí brujo, que es el nombre del dios diabólico de los aztecas.

Y Carroll hace un trabajo excelente en explicar cómo estas dos realidades se entrelazaron. Y creo que el nivel de maldad que estaba presente en el imperio azteca es una de las razones por qué el milagro de Guadalupe fue tan prodigioso y la imagen fuera tan maravillosa y milagrosa. Fue casi para contrarrestar el nivel de maldad que existía en esta tierra antes de su aparición. Pero toda esta conquista física que, obviamente, estuvo involucrada en una toma de posesión espiritual del imperio del mal era necesaria antes de la aparición de Nuestra Señora.

Y hay una cita interesante en el libro “Cortés” de Richard Lee Marks, un historiador, donde se habla de una de las batallas que Cortés tuvo en las tierras que llevaban a México, antes de llegar. Y como ellos estaban usando sus caballos para eliminar a muchos de los indios, nos dice:

“Los indios que se enorgullecían en sí mismos de ser corredores rápidos se quedaron consternados cuando sus corredores más rápidos fueron superados por los caballos y lanzas. Conmocionados y ensordecidos por las armas de los españoles, los indios fueron presa del pánico por los animales extraños. Nunca habían visto caballos, con hombres montados o no. Y pensaron que cada caballo y jinete eran una sola criatura. Una especie de dragón centauro desatado para destruirlos”.