Está definido como dogma que hay solamente un bautismo.
Esta es la razón de por qué el Credo dogmático de Nicea, profesado históricamente todos los domingos en el rito romano se lee: “Confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados”. Y este dogma de que hay un solo bautismo para la remisión de los pecados viene de nuestro Señor Jesucristo y los Apóstoles. San Pablo lo afirma en Efesios 4, 5: “Un Señor, una fe, un bautismo”. ¿Podría ser posible que haya más de un solo bautismo para la remisión de los pecados cuando los católicos han rezado y creído por 2000 años que hay solo uno? No.
Papa Pío XI, Quas primas, # 12, 11 de diciembre de 1925: “En esta perpetua alabanza a Cristo Rey se descubre fácilmente la armonía tan hermosa entre nuestro rito y el rito oriental, de modo que se ha manifestado también en este caso el axioma: Legem credendi lex statuit supplicandi. La ley de la oración constituye la ley de la creencia”[1] .
A través de la historia, muchos Papas han reiterado expresamente esta regla de fe: que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Credo Niceno-Constantinopolitano, 381, ex cathedra: “Confesamos un bautismo para la remisión de los pecados”[2].
Papa San Celestino I, Concilio de Éfeso, 431: “Después de haber leído estas santas frases y encontrándonos de acuerdo (de que hay ‘un Señor, una fe, un bautismo’ [Ef. 4, 5]), hemos dado gloria a Dios, que es el Salvador de todos…”[3].
Papa San León IX, Congratulamu vehementer, 13 de abril de 1053: “Creo que hay una sola verdadera Iglesia santa, católica y apostólica, en la que se da un solo bautismo y verdadera remisión de todos los pecados”[4].
Papa Bonifacio VIII, Unam sanctam, 18 de noviembre de 1302, ex cathedra: “‘Una sola es mi paloma, una sola es mi perfecta’. (…) Ella representa un solo cuerpo místico, cuya cabeza es Cristo, y la cabeza de Cristo, Dios. En ella hay ‘un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo’ (Ef. 4, 5)”[5].
Papa Clemente V, Concilio de Vienne, decreto # 30, 1311-1312, ex cathedra: “Puesto que hay tanto para regulares y seglares, para superiores y súbditos, para exentos y no exentos, una Iglesia universal, fuera de la cual no hay salvación, puesto que para todos ellos hay un solo Señor, una fe, un bautismo…”[6].
Papa Pío VI, Inscrutabile, # 8, 25 de diciembre de 1775: “… Os exhortamos y avisamos que seáis todos de una mente y en armonía mientras lucháis por el mismo objetivo, exactamente como la Iglesia tiene una fe, un bautismo, y un espíritu”[7].
Papa León XII, Ubi primum, # 14, 5 de mayo de 1824: “Por ella estamos enseñados, y por fe divina mantenemos un Señor, una fe, un bautismo, y que ningún otro nombre bajo los cielos es dado a los hombres excepto el nombre de Jesucristo en que debemos ser salvos. Esto es porque profesamos que no hay ninguna salvación fuera de la Iglesia”[8].
Papa Pío VIII, Traditi humilitati, # 4, 24 de mayo de 1829: “Contra estos experimentados sofistas al pueblo debe enseñársele que la profesión de la fe católica es exclusivamente verdadera, como el apóstol proclama: un Señor, una fe, un bautismo (Ef. 4, 5)”[9].
Papa Gregorio XVI, Mirari vos, # 13, 15 de agosto de 1832: “Si dice el Apóstol que hay un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo (Ef. 4, 5), entiendan, por lo tanto, los que piensan que por todas partes se va al puerto de salvación”[10].
Papa León XIII, Graves de communi re, # 8, 18 de enero de 1901: “De ahí que la doctrina del Apóstol que nos advierte que ‘somos un solo cuerpo y espíritu llamado a la única esperanza en nuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo…’”[11].
Decir que hay “tres bautismos” como muchos lo hacen por desgracia, es herético. Hay un solo bautismo, que se realiza en agua (de fide).
Papa Clemente V, Concilio de Vienne, 1311-1312, ex cathedra: “Además ha de ser por todos fielmente confesado un bautismo único que regenera a todos los bautizados en Cristo, como ha de confesarse ‘un solo Dios y una fe única’ (Ef. 4, 5); bautismo que, celebrado en agua en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, creemos ser comúnmente, tanto para los niños como para los adultos, perfecto remedio de salvación”[12].
Aquí el Papa Clemente V define como dogma que debe ser confesado por todos UN BAUTISMO, que se celebra en agua. Esto significa que todos los católicos deben profesar un bautismo de agua, no tres bautismos: de agua, de sangre y deseo. Confesar “tres bautismos”, y no uno, es contradecir el dogma católico definido. Los que creen que hay tres bautismos, ¿se han preguntado por qué los Papas innumerables veces han profesado que solo hay un bautismo y ninguno de ellos se ha tomado la molestia de hablarnos de los llamados “otros dos”?
Notas:
[1] The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903‐1939), p. 273.
[2] Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 1, p. 24.
[3] Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 1, p. 70.
[4] Denzinger 347.
[5] Denzinger 468.
[6] Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 1, p. 386.
[7] The Papal Encyclicals, vol. 1 (1740‐1878), p. 174.
[8] The Papal Encyclicals, vol. 1 (1740‐1878), p. 201.
[9] The Papal Encyclicals, vol. 1 (1740‐1878), p. 222.
[10] The Papal Encyclicals, vol. 1 (1740‐1878), pp. 237‐238.
[11] The Papal Encyclicals, vol. 2 (1878‐1903), p. 481.
[12] Denzinger 482.
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Gracias por la explicacion. Que Dios los siga iluminando.