¿Cómo se desarrollaron las “razas” humanas?

A continuación dejamos traducido un fragmento del libro In the Beginning: Compelling Evidence for Creation and the Flood por el Dr. Walt Brown, un científico del Instituto de Tecnología de Massachusetts, donde explica algunos raciocinios detrás de la conclusión de las diferencias en las ‘razas’ que surgieron como resultado del aislamiento de la población. Este libro refuta por completo la evolución desde todos los aspectos de la ciencia, y muestra no solamente que el diluvio universal en verdad ocurrió, sino que ello fue un definido evento geológicode la Tierra. El libro contiene muchas imágenes de color, figuras y tablas, y bien vale la pena el precio. Si bien este libro a veces es algo profundo y técnico, no obstantes, para aquellos que les interesen los argumentos detallados en desmentir la evolución y probar el diluvio, es una lectura obligada para quien lea inglés. Es la obra más devastadora y erudita sobre este asunto.

Ahora, volviendo al tema de cómo se desarrollaron las “razas” humanas, el Dr. Walt Brown da la siguiente explicación. (Texto original puede hallarse aquí: https://www.creationscience.com/onlinebook/FAQ311.html#wp6551308).

Figura 226: Caras. Unos pocos miembros de la raza humana de los siguientes lugares: fila superior, de izquierda a derecha: Japón, Tíbet, Borneo, Holanda; segunda fila: Irlanda, China, Ruanda, Corea; tercera fila: Nueva Zelanda, Bali, Okinawa, Israel; cuarta fila: Estados Unidos de América, Australia, India, Egipto; fila inferior: Islas Molucas, Canadá, Grecia, Guatemala. Imagínese a todos sin las variaciones en el vestido, el peinado, la edad y color de piel. ¿Qué tan diferente somos? Las personas separadas por continentes ríen y lloran iguales. Sí, nuestras personalidades, experiencias y talentos son individualmente únicos, pero nuestras diferencias físicas son pequeñas; nuestras semejanzas son grandes.

En este contexto, sólo hay una raza única, la raza humana. Hoy en día la palabra “raza” ha llegado a significar un grupo de personas con características físicas distintivas, como el color de la piel, la forma de los ojos, y el tipo de cabello. Este nuevo significado surgió con la creciente aceptación del evolucionismo a finales de 1800. La palabra “raza”, cuando se refiere a las características físicas, casi nunca aparece en la Biblia.^[1] En cambio la palabra “nación” es usada más de 200 veces.

El término “raza” puede ser usado para describir a grupos étnicos, pero no es un concepto científico. Las variaciones genéticas y moleculares entre las llamados “razas” son triviales, aunque algunos rasgos pueden variar ampliamente. Las variaciones humanas son menores cuando se comparan con las de la mayoría de las otras formas de vida. Por ejemplo, considérese los muchos rasgos de la familia de perros.

Figura 3: Variabilidad de perros. Cuando son criados por ciertos rasgos, los perros se vuelven diferentes y particulares. Este es un ejemplo común de la microevolución –cambios en el tamaño, la forma y el color– o de alteraciones genéticas menores. No es la macroevolución: un aumento, beneficioso en complejidad, como los evolucionistas afirman que ocurrió millones de veces entre las bacterias y el hombre. La macroevolución nunca se ha observado en ningún experimento de cría.

La mayoría de las variedades de perros domésticos se han producido durante los últimos 300 años. Los perros pueden ser de color blanco, negro, rojo, amarillo, manchados, pequeños, grandes, peludos, casi sin pelo, lindos, o no tan lindos. Los temperamentos y habilidades también varían ampliamente. Debido a que los perros domésticos pueden cruzarse con el lobo, el coyote, el dingo y el chacal, todos son parte de la clase perro. El gran número de genes en cada tipo de vida reconoce a estas variaciones, permitiendo que las generaciones sucesivas se adapten a los cambios ambientales. Sin esta característica de diseño, las extinciones serían mucho más comunes. Además, ¿no sería la vida mucho menos interesante sin las variaciones en cada clase?

Los siguientes tres mecanismos^[2] probablemente representan la mayoría de las características “raciales”, todas las cuales se desarrollaron desde el diluvio, hace aproximadamente 5.000 años.

1. Selección natural. [Para comprender este mecanismo tan malentendido, léase “Selección Natural”]. Este fenómeno bien establecido no produce la macroevolución, como ha mostrado un siglo de experimentación; en cambio, produce algunas microevoluciones. La selección natural filtra ciertos genes patrimoniales en las generaciones sucesivas, produciendo una descendencia con características ligeramente diferentes, pero con una menor variabilidad genética. Por ejemplo, las personas de piel clara que viven cerca del ecuador son más susceptibles a varios riesgos para la salud, como el cáncer de piel. En consecuencia, tienen un poco menos posibilidades de vivir hasta la edad reproductiva y así pasar a sus hijos los genes de color de piel clara. De la misma manera, las personas de piel más oscura absorben menos luz solar, privándolos de la vitamina D₃, que se forma en la piel expuesta a la luz solar. En las latitudes polares, esto podría causar raquitismo. Por lo tanto, a lo largo de muchas generaciones, las personas de piel oscura tienden a vivir cerca de la línea ecuatorial y las personas de piel clara tienden a vivir en latitudes más altas.

Hay excepciones. Los esquimales (Inuit) tienen la piel oscura, a pesar de vivir en las latitudes árticas. Sin embargo, su dieta tradicional, que incluye los aceites de hígado del pescado que contienen grandes cantidades de vitamina D₃, previene el raquitismo.

2. Preferencia cultural. Esto toma la forma de los gustos (como en la selección de la pareja) o disgustos (como en los prejuicios).

Gustos. El dicho, “la belleza está en el ojo del observador”, ilustra cómo la cultura de una persona puede influir en la selección de su pareja a lo largo de las líneas “raciales”. Esto ha sido demostrado en los gansos. Los gansos de nieve azules viven en una región del Ártico, y los gansos de nieve blancos viven en otra. En un experimento, los huevos de cada colonia fueron incubados en una incubadora. Los polluelos fueron luego criados por “padres adoptivos” del color opuesto. Los jóvenes gansos después mostraron una preferencia de apareamiento para los gansos con el color de sus padres adoptivos. En otro experimento, los padres adoptivos estaban pintados de color rosa. Una vez más, hubo una preferencia de apareamiento por el color que los gansos jóvenes vieron mientras crecían, a pesar de que el color era artificial.

Disgustos. Los seres humanos también tienen prejuicios –unos más que otros. Los prejuicios basados ​​en la apariencia física han causado guerras, el genocidio, la segregación forzada y aislamiento voluntario. Adolf Hitler tenía una hostilidad fanática hacia los judíos y otros, y una fuerte preferencia por las características supuestamente arias de gente alta, rubia y de ojos azules.

Esto dio lugar a las marchas brutales de Hitler de exterminar a los primeros y incrementar a los segundos. Un ejemplo de aislamiento voluntario se produce en África. Los Pigmeos, por lo general de 4 y medio pies de alto [1.37 metros], viven separados del Watusi, que a veces son de 7 pies de altura [2.13 metros]. Sin embargo, ambos pueden vivir a varios cientos de kilómetros del uno al otro. Estas y cientos de otras acciones basadas en los prejuicios, que operan por varios miles de años, han dividido a muchas personas sobre la base de la apariencia física.

3. Poblaciones pequeñas y aisladas. Una población de gente, o cualquier otra forma de vida, tiene muchas características genéticas. Si algunos miembros de una población se mudan a una región aislada, como una isla, el nuevo grupo tendrá un conjunto diferente y pequeño de las características genéticas (o un rango menor de potencial genético) que toda la demás población. Como resultado de ello, las generaciones posteriores en esa isla tendrán rasgos que difieren de la población original.

Imagínese un barril lleno de canicas – la mitad blancas y la otra negras. Digamos que cada canica representa a una persona, y el color de la canica representa un gen para el color de piel de esa persona. Si los pares de las canicas, en representación de un esposo y una esposa, se extraen al azar y se colocan en islas separadas, aproximadamente la mitad de las islas tendrán canicas de un solo color, blanco o negro. Esto sería similar a la dispersión y el aislamiento de los pueblos después del diluvio y después de Babel. Si el esposo y la esposa tienen los mismos genes de color de piel (clara u oscura), entonces sus descendientes tienden a poseer el mismo color de piel. El color de las canicas del mismo modo podría representar a otras características genéticas.

De hecho, la genética de este proceso es más complicada que esta simple ilustración de las canicas. Por ejemplo, al menos tres genes determinan el color de piel, no uno solo. Además, hay miles de rasgos, cada una de las cuales pueden agruparse en una región geográfica aislada si los grupos pequeños se desprendieron de la población mayor. Así, las características específicas pueden surgir fácilmente, como lo hicieron cuando los ocho sobrevivientes del diluvio y sus descendientes finalmente obedecieron el mandamiento de Dios para extenderse y repoblar la tierra. Desde la lista de los descendientes de Noé dadas en Génesis 10-11, podemos ver cómo comenzaron los patrones de migración temprana. Los descendientes inmediatos de Sem se quedaron por lo general cerca de Ararat (lo que hoy es el oriente de Turquía) o emigraron hacia el oriente. Los descendientes de Cam emigraron hacia el sur, mientras que los descendientes de Jafet emigraron hacia el norte. Sin duda, muchos otros pequeños grupos colonizaron las regiones aisladas, permitiendo que sus características genéticas únicas se expresaran en las generaciones posteriores.

Entendidos estos tres mecanismos –selección natural, preferencia cultural, y poblaciones aisladas– ahora podemos hacer algunas preguntas interesantes. ¿Cómo se parecían Adán y Eva? Obviamente, sus genes, modificados por mutaciones degenerativas, llevaban todos los rasgos humanos que tenemos hoy–y probablemente otros rasgos que han desaparecido desde entonces. Muchos de sus genes no eran visibles (o expresados) porque otros genes eran dominantes. Solemos imaginar a Adán y Eva parecidos a nosotros mismos. Sin embargo, por razones genéticas, Adán y Eva no fueron ni “blancos” ni “negros”, sino algo intermedio. La palabra hebrea para Adán sugiere enrojecimiento, debido a que una palabra hebrea casi idéntica significa “rojo” o “mostrar sangre”. La coloración de la piel de Adán pudo haber sido similar a la de los nativos americanos.

Durante los últimos 150 años, los evolucionistas han pintado un panorama muy diferente. El hombre supuestamente ascendido de algún antepasado simiesco. De acuerdo con la teoría, porque algunos seres humanos primitivos se separaron antes que otros, ellos tenían diferentes características físicas, mentales y de comportamiento. Esto es racismo, una escuela altamente perjudicial de pensamiento que deshumaniza a los seres humanos. No se puede decir que los evolucionistas actuales son racistas, aunque Charles Darwin y muchos de sus seguidores sí lo fueron. El racismo no es popular hoy en día, al menos abiertamente, por lo que el reconocimiento público de ello es raro. Sin embargo, la teoría de la evolución proporciona una base para justificar el racismo^[3].

El libro de Génesis nos ofrece una perspectiva histórica bastantemente diferente. Todos descendemos de Adán y Eva y de Noé y su esposa. En consecuencia, todos somos primos. ¡Piénsese en lo que el mundo sería si todos se dieran cuenta de eso y actuaran corresponden consecuencia!

Notas:

[1] La palabra “raza”, cuando se aplica a los grupos de personas, nunca es utilizada en la versión King James y rara vez usada en traducciones modernas. Las dos o tres ocasiones donde aparece en traducciones modernas vienen de las palabras hebreas y griegas que denotan el significado de “familia” o “descendencia”, y no para referirse a una variedad o sub-especies.

[2] Un cuarto mecanismo se podría introducir. Experimentos han demostrado con unas pocas plantas y animales que un ambiente hostil puede encender maquinaria genética en una matriz preexistente, por lo que la descendencia estarían mejor protegida. Esto puede explicar en parte las variaciones de color de la piel en los seres humanos.

[3] “Argumentos biológicos para el racismo pueden haber sido comunes antes de 1859 [la fecha cuando Darwin escribió El origen de las especies], pero aumentó en varios magnitudes a raíz de la aceptación de la teoría evolutiva” Stephen Jay Gould, Ontogeny and Phylogeny, Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press, 1977, p. 137.