El papa Gregorio XIII: la gente debe confesar a Cristo para salvarse (traducción)

En su bula del 1 de septiembre de 1584 (Sancta Mater Ecclesia), el papa Gregorio XIII ordenó que los judíos que asistían a una sinagoga en una zona cristiana debían escuchar la predicación cristiana una vez a la semana, que sería una predicación destinada a convertirlos a la fe católica. Nadie podía obligarlos a creer o a bautizarse, por supuesto; pero los papas, en caridad, legislaron que los judíos debían escuchar la predicación de la palabra con la esperanza de que esta abriera sus corazones a la verdad.

En este documento poderoso el papa Gregorio XIII enseña que toda la nación judía (sin excepción) será expulsada de la Jerusalén celestial a menos que confiese a Cristo. No hay excepciones porque no hay otro nombre bajo el cielo por el cual los hombres deban salvarse (Hechos 4, 12). Este es otro ejemplo de la enseñanza de la Iglesia católica de que la fe explícita en Cristo es esencial para la salvación. Esta bula fue escrita en latín. Que sepamos, solo nuestro monasterio ha presentado estos pasajes en inglés y español.

Esta enseñanza católica es negada por innumerables personas en nuestros días (véase el video inglés enlazado más abajo). También es interesante que el papa describa a los judíos como "pereciendo de hambre por la palabra de Dios y de sed por el agua de la restauración". El agua de la restauración, por supuesto, se refiere al sacramento del Bautismo que ellos necesitan—de lo contrario perecerán espiritualmente.

El papa Gregorio XIII continúa mencionando algunos de los puntos que los predicadores deben enfatizar cuando tratan de convertir a los judíos. Estos puntos incluyen referencias a la encarnación de Nuestro Señor, Sus milagros, pasión, muerte, resurrección, descenso a los infiernos, ascensión, Su reino espiritual, los milagros de la Iglesia, etc. También les dice que enfaticen varios puntos que prueban la falsedad de su religión judía, tales como:

Es interesante que el papa describa la esperanza de una restauración de un tercer templo como una esperanza vana. Esto apoya aún más nuestra posición de que el templo de Dios profetizado de los últimos tiempos no es un templo judío reconstruido, que no sería el templo de Dios en absoluto. Esa profecía se refiere a lo que ha sucedido en el Vaticano durante esta apostasía del Vaticano II. Las profecías son sobre este período, como nuestros videos (tales como Apocalypse Now In the Vatican [Apocalipsis ahora en el Vaticano]) cubren. Otro punto que el papa les dijo a los predicadores que mencionaran (como evidencia adicional de la verdad del cristianismo) es que el evangelio de Cristo fue predicado por todo el mundo. Pues bien, en Mateo 24, 14 Jesús dice que el evangelio será predicado por todo el mundo y después vendrá el fin.

Mateo 24, 14: "Y esta Buena Nueva del Reino será proclamada en el mundo entero, en testimonio a todos los pueblos. Entonces vendrá el fin".

Por lo tanto, la línea de tiempo de la historia que la Escritura proporciona es que el evangelio se predica en todo el mundo. Eso ha ocurrido. Luego hay una gran apostasía o alejamiento de él, que estamos viviendo, y luego viene el fin. La línea de tiempo no es: el evangelio es predicado en todo el mundo, luego es rechazado, luego hay una restauración, y luego es rechazado de nuevo, y luego viene el fin. No. Por lo tanto, la declaración del papa de que el evangelio fue predicado en todo el mundo apoya a la conclusión de que la apostasía actual es la apostasía final que precede a la segunda venida de Cristo. Esto está, por supuesto, conectado con las profecías sobre la bestia (es decir, la Roma pagana). La bestia (es decir, la Roma pagana) fue reemplazada por la Roma cristiana y la Europa cristiana, pero regresa en los últimos días bajo el disfraz o la apariencia de la Iglesia (por medio de una falsa Iglesia).

El 28 de mayo de 1581, el papa Gregorio XIII publicó la bula Christianae Nobiscum, que implementaba medidas para ayudar a los cristianos prisioneros de los infieles. A Gregorio XIII le preocupaba que los cristianos cautivos, como consecuencia de las presiones y las penurias, pudieran renunciar a la fe recibida en el bautismo.

Este es otro ejemplo de la enseñanza de la Iglesia de que las personas reciben la fe salvadora en el bautismo. Es por eso que solo los bautizados en agua son llamados los fieles. El siguiente vídeo [en inglés] muestra cómo la enseñanza oficial de la Iglesia católica de que nadie se salva sin la fe en Jesucristo es ampliamente negada hoy en día por los que dicen ser católicos e incluso por los "tradicionalistas".