El precio de la Sábana Santa de Turín

No mucho después del nacimiento de la religión falsa del islam, los musulmanes militantes se habían tomado a la Armenia cristiana. En el siglo X el emperador bizantino Romano I Lecapeno tomó la causa de los armenios cristianos resistentes y les dio su mejor general, Juan Curcuas, para ayudarlos. Curcuas fue tremendamente exitoso al retomar Armenia de los musulmanes.

“En la primavera de 943, Curcuas llegó a las murallas de la ciudad de Edesa –todavía cristiana, pero largamente gobernada por musulmanes–  donde la Sábana Santa de Cristo (entonces llamada el ‘Mandylion’)... fue preservada en un santuario en la catedral abovedada, famosa en todo el Este por su belleza... Para los gobernantes musulmanes de Edesa, Juan Curcuas, el conquistador que estaba llevando a cabo todo antes que él, declaró sus términos: Podrían quedarse con la ciudad, intacta y sin daños, y se comprometería a que el imperio bizantino nunca más atacaría a Edesa. Les liberaría a doscientos de sus cautivos de mayor rango en sus manos. Él les pagaría 12,000 coronas de plata. Todo esto fue su precio – por la Sábana Santa”. (Warren H. Carroll, Una historia de la Cristiandad, Vol. 2, p. 414)

Los musulmanes finalmente acordaron renunciar a la Sábana Santa (ahora conocida como la Sábana Santa de Turín).