La nueva “carta apostólica” de León XIV In unitate fidei: una abominación ecuménica

El 23 de noviembre de 2025, el antipapa León XIV publicó un nuevo documento titulado In unitate fidei, para conmemorar el aniversario 1700.° del Concilio de Nicea de 325. Aunque el documento no es muy extenso, dado que fue escrito por el antipapa apóstata León XIV, no sorprende que contenga varias herejías ecuménicas. Habla de todos los bautizados, incluyendo a todos los protestantes y a los “ortodoxos” orientales, como “discípulos de Jesucristo” (#9), como “hermanos y hermanas en Jesucristo” (#12) y como parte de la “única y universal Comunidad de los discípulos de Cristo” (#12).

LEÓN XIV ENSEÑA QUE ELLOS SON PARTE DE LA IGLESIA DE CRISTO

Esto es dar a entender claramente que todos esos herejes y cismáticos bautizados pertenecen a la Iglesia de Cristo, lo que es directamente contrario a la enseñanza dogmática de la Iglesia.

Obsérvese que, según la enseñanza católica actual, aquellos que se apartan incluso de un dogma de la Iglesia o del papado (por ejemplo, los “ortodoxos” y los protestantes) están excluidos “de la comunión católica” (León XIII) y son “ajenos al cuerpo de Cristo” (Eugenio IV).

LEÓN XIV ENSEÑA QUE ELLOS TIENEN LA MISMA FE

En el número 12 del mismo documento, León XIV enseña que todos los bautizados (incluidos los diversos protestantes y los “ortodoxos” orientales) comparten la misma fe en el único y solo Dios.

Eso es, en realidad, una herejía que a menudo se pasa por alto. A menudo no se reconoce porque 1) pocos comprenden la enseñanza católica sobre la “fe” y 2) la afirmación de León XIV (de que los no católicos comparten la fe con los católicos) es expresada con tanta frecuencia por los antipapas del Vaticano II que la gente se ha vuelto insensible a ella. Lo cierto es que los herejes no tienen fe en Dios. Rechazar un dogma es rechazar toda la fe.

Aunque es directamente contrario a la enseñanza católica afirmar que un hereje tiene alguna fe, los antipapas del Vaticano II han enseñado en cientos de ocasiones la falsa doctrina de que los herejes y cismáticos, así como los musulmanes y los judíos, tienen “fe”.

LEÓN XIV APRUEBA PLENAMENTE LA ABOMINACIÓN ECUMÉNICA DE JUAN PABLO II, UT UNUM SINT

En su nuevo documento, el antipapa León XIV respalda completamente la encíclica Ut unum sint del antipapa Juan Pablo II, que está llena de herejías y contradicciones con la enseñanza católica.

El abominable documento de Juan Pablo II Ut unum sint enseña las herejías de que 1) los católicos y los no católicos están en comunión unos con otros; 2) que los no católicos tienen la fe; 3) que hay santos y mártires no católicos; y 4) que la participación en el culto no católico no solo está permitida sino recomendada. Respalda explícitamente el escandaloso Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre el ecumenismo, promulgado en 1993 por Juan Pablo II y el Consejo para la "Promoción de la Unidad de los Cristianos". Es esencialmente un manual sobre cómo cometer pecados contra la fe. Recomienda las mismas acciones que fueron específicamente condenadas por la Iglesia, como participar en el culto no católico en iglesias no católicas.

La Iglesia siempre ha condenado la misma actividad que respaldan los antipapas Juan Pablo II, León XIV y los demás antipapas del Vaticano II.

LEÓN XIV ENSEÑA LA HEREJÍA DE LOS “SANTOS” Y “MÁRTIRES” NO CATÓLICOS

Como se ha mencionado anteriormente, en su nuevo documento León XIV también cita a Juan Pablo II para enseñar la flagrante herejía de que todas las sectas no católicas tienen santos y mártires.

Este es un rechazo rotundo del dogma Fuera de la Iglesia no hay salvación. En particular, contradice directamente la declaración dogmática del Papa Eugenio IV.

Juan Pablo II enseñó muchas veces la herejía de los “santos y mártires ecuménicos”, pero en Ut unum sint la expresó de forma particularmente blasfema. Escribió:

Como hemos mencionado anteriormente, Juan Pablo II utilizó la palabra «reseraverunt», que significa “ellos abrieron”. Por lo tanto, él no solo enseñó la herejía de que las personas pueden ser santas fuera de la Iglesia, sino que expresó que las propias sectas no católicas les abrieron las puertas del cielo. Esto implica que esas sectas, y no solo la Iglesia católica fundada por san Pedro, tienen las llaves del reino. Es una afirmación asombrosa. Creemos que Juan Pablo II utilizó deliberadamente la palabra “abrieron” para aumentar la blasfemia, ya que su modus operandi consistía en burlarse sutilmente de Dios y de la Iglesia católica de forma habitual.

El documento de León XIV es otra clara expresión de la falsa religión del Vaticano II. No es la fe católica. Él no es católico y quienes obstinadamente profesan la comunión con él niegan la fe. El 28 de noviembre, León XIV participará en otro servicio ecuménico de oración, lo que constituirá otro pecado mortal público contra la fe y una expresión más de herejía. Es un antipapa no católico. La secta del Vaticano II no es la Iglesia católica, sino la falsa iglesia del fin de los tiempos, como explica nuestro material.