Estimado Hermano Miguel Diamond [sic]—
¿Qué piensan del P. Malachi Martin? ¿Fue tan santo como dicen todos que fue? ¿Qué hay sobre su muerte? ¿Cómo murió?
¿En su opinión fue un exoecista [sic] muy exitoso? También apreciaría tener las opiniones del Hermano Pedro sobre el asunto también. ¿Qué tan bien conocían al P. Martin?
¡Gracias!
Yo hablé con Malachi Martin por teléfono unas cuantas veces mientras vivía.
Sé que la siguiente información disgustará a algunas personas, pero se debe decir la verdad. El hecho es que Malachi Martin sostuvo y divulgó públicamente numerosas herejías, así como los errores más perniciosos y engañosos con respecto a la actual apostasía. Por ejemplo, cuando él estuvo en la radio en el programa de Art Bell él declaró que las religiones paganas de los indios americanos glorifican a Jesús. Esas son falsas religiones paganas del demonio; no obstante, Martin dice que glorifican a Jesús. La declaración de Martin fue completamente herética y una negación de la fe.
Malachi Martin también declaró públicamente en una entrevista con Bernard Janzen que los budistas pueden salvarse y que ¡Juan Pablo II nunca enseñó la herejía! Sólo alguien que desconociera por completo al Antipapa Juan Pablo II (lo que no aplica para Martin) o un conspirador o un apóstata se atrevería a emitir esa declaración tan indignante. Malachi Martin también promovió la noción falsa y malvada de que Juan Pablo II era tan sólo un hombre débil rodeado de muchos hombres peores los cuales eran el verdadero problema, y de ese modo exonerar a Juan Pablo II de la culpa en el proceso. Eso es exactamente lo que el diablo quiere que las personas crean, y esto ha sido embebido por todo el movimiento ‘tradicional’ y de falsos ‘conservadores’. Hemos visto de primera mano cómo sus libros, en especial Windswept House, o sea, La casa azotada por el viento, ha influenciado falsamente a muchos ‘tradicionalistas’ (especialmente en la FSSPX, entre los cuales sus posturas son rampantes) para exonerar a Juan Pablo II de la apostasía del Vaticano II, y desviar la atención hacia otras personas – que, en realidad, estas otras personas simplemente están siguiendo el programa apóstata de Juan Pablo II. Esto les ha dado a muchos una falsa esperanza en la falsa secta del Vaticano II.
Malachi Martin a menudo revelaría algunos hechos muy interesantes, y entonces los mezclaba con todo tipo de falsedades. Él fue un conjunto de contradicciones. Por ejemplo, él declaró públicamente en el programa de Art Bell que la validez del Novus Ordo es cuestionable (lo que significa que debe ser considerada inválida), y entonces cuando se le preguntó que a cuál seminario uno podría ir, él sólo dijo ¡“encuentre uno bueno”! ¿Por qué no le dijo a la pobre persona que hizo la pregunta que él no podía ir a ningún seminario Novus Ordo porque ellos celebran ‘misas’ que no pueden ser consideradas válidas? Martin hablaba de Pablo VI como siendo la elección para la “Anti-Iglesia”, mientras que al mismo tiempo él defendió la Anti-Iglesia de la cual Pablo VI era su cabeza.
El caso es que él fue un hombre que llevó al error a incontables almas y dio una falsa explicación de la apostasía del Vaticano II – siendo su falsa explicación la más engañosa, por causa del conservatismo y de las verdades con las que estaba mezclada. Y él pudo ser peor de lo que nos podríamos imaginar. Hemos visto una exposición seria sobre Malachi Martin que presenta evidencia de que él fue un agente del judaísmo internacional. Uno debe preguntarse: ¿Por qué sus libros fueron publicados por principales editoriales judías? También hay un libro escrito acerca de él, llamado Clerical Error, o sea, Error clerical, en el cual el autor (un hombre prominente) reclama que Martin tuvo un romance con su esposa. Algunos puede que digan que esto tiene el objetivo de desacreditarlo, pero tenemos un conocido que se reunió con Malachi Martin y lo vio dándole a una mujer un beso profundo en los labios. Esto en sí mismo le confiere credibilidad a los reclamos del autor de Error clerical. También conocemos un erudito bíblico que iba a ser coautor de un libro de Malachi Martin. Este erudito bíblico conocía bien a Martín y no estaba convencido de que no estuviera trabajando para alguna sociedad secreta.
Libro “Jesús hoy” de Malachi Martin está lleno de blasfemias
Muchos no saben que el primer libro de Malachi Martin se llamó Jesus Now, o sea, Jesús hoy. Este libro niega la segunda venida de Cristo y está lleno de blasfemias contra nuestro Señor Jesucristo. Martin nunca renunció públicamente a su obra más desagradable. Estos son los hechos sobre Malachi Martin, tan inquietantes como pueden ser para algunos.
Otoño 2004
Más información confirmatoria sobre el apóstata Malachi Martin dada por un lector
Apreciados monjes, acabo de leer sus comentarios sobre Malachi Martin. Tengo más información para agregar a lo que han dicho. A finales de los 80’s estuve a cargo de llevar invitados del mundo a un programa de radio católico. Uno de los invitados propuestos para este programa era Malachi Martin. Yo tenía el número telefónico de su apartamento, si mal no recuerdo, en Nueva York. Esto es lo que recuerdo de la única conversación que tuve con él.
Fue en la tarde, una mujer contestó el teléfono. Pude escucharla al fondo todo el tiempo que estuve hablando con él. Recuerdo que tenía diez de sus libros y tenía muchas preguntas que quería hacerle. Tenía los libros a la mano como referencia. Quería preguntarle sobre el anticristo, el diablo, la Iglesia, etc. Primero que todo el tipo [Malachi] estaba repleto de alcohol. Juraba como marinero. A menudo tomaba el nombre de Dios en vano y a menudo usaba la palabra ch*****. Sabía que era él, porque lo había escuchado en los programas. Recién había estado en radio KMOX en St. Louis. Recuerdo a mi jefe corriendo para decirme que él estaba siendo entrevistado. Su voz era inconfundible. Era él al teléfono. Me percaté de que probablemente era un borracho y un grosero. Me habían dicho que él actuaba como un santo en frente de otros. Sólo que dependía de la situación.
Discutimos sobre el anticristo y dijo que sería un director mundial y probablemente judío. Yo mencioné al obispo Fulton J. Sheen. Le pregunté si era un gran farsante. Y dijo que por supuesto. Le mencioné que Sheen había escrito un libro declarando que Teilhard de Chardin no sólo era el santo más santo del siglo XX, sino que era un San Juan de la Cruz – si mal no recuerdo.
Y como dije anteriormente todo el tiempo había una mujer al fondo riéndose. Puede que también hubiera estado borracha. Seguramente debió haber sido la mujer que ustedes mencionaron en el comentario.
Yo le hablé sobre la no salvación fuera de la Iglesia y él no creyó ni una palabra en ello. Ellos siempre citan a Santo Tomás de Aquino – y yo le señalé que él se había equivocado en varias cosas. Ciertamente él estaba equivocado con respecto a la Inmaculada Concepción.
Después de esa conversación yo estaba sospechando seriamente de sus libros – y de lo que él decía. Procuré informarles a otros acerca de esta única conversación –y de lo que había observado y escuchado– pero recuerdo ser perseguido y atacado por aquellos que reclamaban ser católicos. Yo perdí a algunos presuntos amigos católicos.
En lo que respecta del obispo Sheen, yo sospecho que él fue incluso peor que Martin. En las cincuenta charlas de Sheen sobre la fe católica, él promueve mucho la evolución. Así como en la política, los conservadores son tan malvados como los liberales. Probablemente son más malvados porque las personas son atraídas por su apariencia conservadora. El diablo está a la derecha y a la izquierda. Tan sólo unas cuantas reflexiones.
Ed desde St. Louis.
MSF :
Gracias Ed por esta interesante información, que es perfectamente consistente con la actividad de Malachi Martin vista por otros, así como sus negaciones públicas y reiteradas de la fe católica. Hay una historia interesante que corrobora esto, que nos gustaría compartir con nuestros lectores. Teníamos un amigo que es un erudito bíblico, que actualmente vive en la ciudad de Nueva York. Él conocía muy bien a Martín. Un día en el almuerzo, él, Martin, y otros entablaron una conversación sobre Lázaro y el hombre rico en el Evangelio (Lucas 16). Durante la conversación, Martin dijo que él creía que el hombre rico estaba en el infierno, y alguien de la mesa estaba en desacuerdo con él y le dio las razones de por qué. La persona que disentía aparentemente no creía que el hombre rico pudiera estar en el infierno, ya que el hombre rico mostró compasión de sus hermanos al pedirle a Dios que le advirtiera de las llamas – actividad inconsistente con un alma condenada, según este hombre. Entonces, cuando este hombre dijo que él estaba en desacuerdo con Martin, Martin respondió: “¿Qué piensas que eres, un [censura] santo?”, ‘censura’ usado para denotar el uso de profanidad.
Pero su correo saca a la luz una realidad que pocos pueden ver porque su fe es tan débil, que los hombres que se presentan a sí mismos como firmes católicos pueden ser en realidad impíos y malvados por dentro. Muchas almas se han descarriado por este apóstata farsante; él ha neutralizado con efectividad a una gran parte de los tradicionalistas por su falsa tesis de que Juan Pablo II no es el verdadero problema, y el daño y el mal que Malachi Martin ha hecho al moldear falsamente la opinión de las personas es difícil de poner en palabras, especialmente entre muchos de los superfluos defensores de la FSSPX, que exaltan a las personas cuando aparentan tener conocimiento y erudición, mientras que descuidan lo importante – ¿cuál es la sustancia de sus mensajes? ¿Están diciendo algo de valor? Las personas están tan engañadas por este hereje apóstata, que “Catholic Treasures” incluso estaba vendiendo un panfleto conmemorándolo.
Otoño 2004
Una defensa de Malachi Martin
Estimado Hermano Dimond,
En efecto nosotros pretendemos ordenar los 7 DVD, etc., en el futuro, información que no se obtiene en ninguna otra parte en la época de la Gran Apostasía… También debo agregar con honestidad que sus lectores y sus propios comentarios sobre Malachi Martin tienen poco soporte de sus muchas virtudes, generosamente distribuidas a mi persona, como describí, y a muchos otros. Una vez que él dejó Roma y la orden Jesuita, se inició una campaña de difamación y grosería viciosas, y continuó hasta su muerte. “No ponga su fe en príncipes”, a menudo me decía, y algunas veces él lo hizo, en detrimento suyo. Esto no es elevar a Malachi a los altares, si tal hecho fuera merecido, y esto sólo Dios lo sabe. Pero historias de segunda mano sobre su embriaguez y lamentable lenguaje son inadmisibles en la corte, y sin nombres ni fechas, yo les doy poca credibilidad. Que en otro tiempo haya bebido y maldecido es probable sin duda. Yo mismo compartí una copa de vino con él en Nueva York. Nunca le escuché hablar lenguaje incivilizado de su boca, pero como ustedes, he hablado con otros que sí lo han escuchado; entonces sí pudo haber sido burdo.
Sin embargo, tengan en cuenta dos aspectos: uno es que Malachi ya ha recibido su juicio por su Creador, para mal o (espero mucho) para bien. El otro es que él participó durante veinte años en 200 exorcismos mayores y menores, un campo de trabajo que la mayoría de sacerdotes evitan y no tocarían, como Malachi diría, “no me le acerco ni por equivocación”. Más hacia el punto, un elemento básico del exorcismo mayor, es que en su lucha a muerte con el más perverso, el exorcista puede esperar que su mismo pecado no confesado sea expuesto, cada error revelado, cada secreto al descubierto por su enemigo. Yo propongo que si alguien se expone a sí mismo al funesto odio de los secuaces de Lucifer en un estado de pecado mortal sería imprudente más allá de la razón, y pronto pagaría el precio final y eterno por tal error grave.
En resumen, personalmente no reclamo santidad para mi más querido amigo, que ya no lo veré, pero tengo poca paciencia con aquellos que destruyen alegremente su reputación, más probablemente para elevar su propio valor a los ojos de otros, una práctica deplorable que noto más especialmente en las filas de los católicos tradicionales que se halagan a sí mismos de ser potífices [sic] privados para los demás en su círculo de conocidos. Sé que tal tendencia es probable, dado el caos de autoridad que reina actualmente, pero yo sostengo con mi nombre a San Pablo en esos asuntos: ante todo, caridad… P.W.
MSF :
Si la única evidencia contra Malachi Martin fuera relatos personales contra su persona, entonces uno quizá podría escudriñar cada uno de esos relatos y, con pocas posibilidades, determinar que todos eran falsos (lo que no creo). Pero Malachi Martin está grabado diciendo herejía pública: declarando que los budistas pueden salvarse y, por ende, negando el dogma católico; declarando que las religiones paganas glorifican a Jesús, lo que es apostasía; declarando que Juan Pablo II nunca había negado la fe, lo que es herejía; y por años dándole a la gente una explicación engañosa y herética de la apostasía del Vaticano II. Esto demuestra que Malachi Martin no era de Dios y no poseía la verdadera fe.
Otoño 2004
Una defensa de Malachi Martin parte 2
Prefiero dejar las quemas en la hoguera a los ingleses, y los dibujos cibernéticos y las divisiones a otros con mejores fuentes que la mía. Mi posición es la del penitente pobre y pecador que prefiere no participar en condenaciones de aquellos que ya han tenido su juicio. Sin duda me falta evidencia de primera mano sobre la herejía, que para otros está a la mano, y dada la notable difusión diabólica de la desinformación que ahora cubre al mundo, soy el más reacio a sentarme y pronunciar juicio sobre otras pobres almas, por miedo der ser condenado tan ligeramente.
Si bien la verdadera vida católica es en efecto un intenso campo de batalla, al que no se le puede dar cuartel, prefiero seguir el ejemplo de Nuestra Señora y tener mis ojos firmemente fijados en el Cielo, mientras evito mandar al infierno a los demás de mi camino. Usted está causando muchos estragos con su visión aguda, Hermano Pedro, y sospecho que cualquiera que sea mi respuesta, su navaja ya está en mi garganta, porque puedo discernir que no hay caridad en sus juicios, los cuales a mis ojos parecen estar basados ampliamente en anécdotas personales. Aparte de ustedes y de sus colegas benedictinos, ¿han encontrado hasta ahora a alguien que pase el test de probidad salvífica, o el mundo más allá de sus fronteras está condenado in toto [en su totalidad]?...
MSF :
Es una táctica común de los liberales atribuirle a la persona con la que están en desacuerdo una posición que esta no sostiene, para evitar abordar los hechos que ellos encuentran tan incómodos. Esto es precisamente lo que usted ha hecho varias veces. Usted está postulando que yo estoy defendiendo “las quemas en la hoguera”, los dibujos y las divisiones; enviando a todo mundo al infierno; y condenando al mundo in toto. Yo no he defendido o sugerido nada de esas cosas, pero usted trae a colación estas ideas cargadas de emoción para huir del hecho de que usted se niega a admitir que las declaraciones de Malachi Martin, de que los budistas pueden salvarse y de que las religiones paganas glorifican a Jesús, son heréticas y una negación de la fe católica. Si usted no es capaz de decir que esas declaraciones son una negación de la fe católica, entonces le tengo que decir que lamentablemente usted no posee la misma. No es mi culpa que Malachi Martin creyera esas cosas.
Francamente, lo que usted hizo arriba no es caritativo: atribuirle a alguien algo que no defendía, pero que parezca que es malo con el fin de cubrir la debilidad de su posición. Eso también es de cobardes, porque demuestra que una persona no puede tratar con los hechos. Los dos hechos que le cité arriba no se basan en información endeble de segunda mano, sino en declaraciones públicas que hizo Martin.
Es triste decir que si su actitud al respecto es la de “yo no puedo juzgar”, entonces usted hubiera dicho lo mismo en el siglo IV durante la crisis arriana cuando ellos discutían sobre el “leve” asunto –tan sólo una palabra del griego– de si Jesús era de la misma sustancia del Padre o meramente de una sustancia similar. Estoy seguro de que muchos dijeron lo mismo que usted, “sólo soy un seglar pecador y no juzgaré o condenaré a los arrianos, mucho menos a los semi-arrianos”, y ellos terminarían negando la divinidad de Cristo. Ser incapaz de denunciar las declaraciones de Malachi Martin de que los budistas pueden salvarse; de que las religiones paganas glorifican a Jesús; y de que Juan Pablo II no ha enseñado la herejía, es ser incapaz de profesar la fe de Cristo.
Espero que se dé cuenta de que usted está viendo este asunto injustamente.
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sòlo puedo decir, Excelente, excelente disertaciòn sobre la defensa de la Verdad. Por eso me gusta tanto este sitio, porque por encima de todo, pone siempre a la Verdad, y quièn antepone la Verdad a todo, antepone a Dios a todo. Muchas gracias.
Gracias, Gabriela. Esperamos subir más contenido en las próximas semanas. El que desea recibir notificaciones por correo electrónico, puede suscribirse a nuestro boletín: https://mhfm.email/es/suscripcion/
ya estoy suscrita , muchas gracias. Querìa preguntar si la cruz de Douzule y las uvas de San Damiano, son devociones vàlidas. Muchas gracias.
Parece que esa cruz tiene su origen de unas falsas apariciones en Dozulé, Francia. En sus falsos mensajes se considera a la secta del Vaticano II como la verdadera Iglesia de Jesucristo. Incluso hace mención al «Jefe de la Iglesia», cuando es sabido ahora que no ha habido un verdadero papa desde el año 1958. Esta falsas apariciones ocurrieron en los años 1972 a 1975, durante el reinado del Antipapa Pablo VI, el que introdujo la abominable La revolución litúrgica – una nueva misa. Por lo tanto, debe ser rechazada esa devoción y sus falsos mensajes.
Con respecto a las «uvas de San Damiano», no sabemos exactamente su origen, sin embargo, lo que sí es cierto es que se trata nuevamente de más falsas apariciones y falsos mensajes. Supuestamente unos dicen que la «Virgen María» pide que se preparen las uvas para tenerlas listas durante la llegada o reinado del Anticristo. Una falsa aparición se dio en el año 2002, cuando Juan Pablo II estuvo vivo. Y también hacen referencia a la secta del Vaticano II y sus falsos sacerdotes y nuevas misas inválidas.
El fin de estos falsos mensajes venidos del mismo Satanás y sus demonios es engañar a los que aún están dentro de la ramera de Babilonia, la secta del Vaticano II, y así perder sus almas.