¿La Inquisición de la Iglesia católica mató a millones de personas? - Mitos de la Inquisición y su refutación

Es un mito que la Inquisición mató a millones. Le recomendamos que vea este video donde explicamos que esas cifras dadas por usted ni siquiera son verdaderas. Escuche lo que dice el historiador judío, Henry Kamen, con respecto al verdadero número de los que murieron en la Inquisición española (ver abajo). Además, está claro que Jesucristo estableció una sola Iglesia verdadera en San Pedro. Lea la prueba bíblica e innegable sobre el Papado. En este video hablaré sobre el tema de los mitos de la inquisición y su refutación. Antes de tratar sobre las razones de la inquisición, y si ésta fue justificada o no, deseo refutar algunos mitos comunes respecto al número de las personas que fueron condenadas a muerte. Me enfocaré principalmente en la inquisición española, y como no tendré tiempo para mostrar todos los puntos en un solo video, me tomaré tiempo para hablar de lo más importante. Me enfocaré en la inquisición española porque es la más conocida de todos los tribunales inquisitorios. En primer lugar, ¿qué fue la inquisición? La inquisición fue un tribunal eclesiástico creado en el año 1478 por la Iglesia Católica en la región de España. Es necesario comprender que durante la Edad media, la herejía era considerada como un crimen capital, al igual que el homicidio. La razón de ello era que, así como es un gran mal matar el cuerpo o quitar la vida natural de alguien, es un mal mucho mayor matar el alma de una persona, que es lo que hace la herejía al pervertir la verdad, ocasionando así que esa alma se dirija al infierno. Y estas razones eran compartidas no sólo por los católicos de aquella época, sino que también por los protestantes, como Martin Lutero y Juan Calvino. Lutero clamó abiertamente por la muerte de los cardenales y del Papa. Juan Calvino también condenó a muerte a personas. Un caso bien sabido es que Juan Calvino condenó a Miguel Servet por haber negado la Trinidad. Y antes de que Servet estuviera bajo su gobierno, Calvino ni siquiera le advirtió, sino que dijo que “si él se me acerca, con mi autoridad, no permitiré que se escape vivo”. Por lo tanto, en la Edad Media la herejía era consideraba una cosa muy grave y podemos ver cómo estas razones tienen sus raíces, de hecho, en lo que Dios decretó en el Antiguo Testamento para ciertos pecados y cuando se violaban sus leyes: en esos casos, Él decretó la pena de muerte. Y las personas en todas partes eran condenadas por el crimen capital de lo que ellos consideraban, era herejía. Y muchos católicos, innumerables católicos, fueron asesinados en los países protestantes, como en la protestante Inglaterra, en donde muchos católicos fueron condenados a muerte, y también en muchos otros lugares. Antes de que hable sobre ello, de si la Inquisición fue algo justificado, etc., quiero refutar los mitos populares sobre la inquisición, esto es, ¿cuántas personas fueron realmente condenadas a muerte por la inquisición? Según la opinión protestante, se dice que fueron millones. Por ejemplo, si miramos rápidamente lo que dicen algunos sitios webs protestantes con respecto a esto, leemos cosas como estas:

“Los inquisidores católicos torturaron, hirieron, quemaron, y encarcelaron a millones de personas”.

Otro sitio web dice que:

“… por mil doscientos años, cientos de miles de fieles católicos atormentaron y mataron a millones de ‘herejes’”.

En otro sitio web se dice que la Iglesia “mató a cientos de miles de judíos y les quitó sus propiedades”. Aquí en el Monasterio de la Sagrada Familia, el Hno. Pedro Dimond personalmente habló con un protestante, quien le dijo que fueron asesinados más de cien de millones de herejes. La verdad es que ¡todas estas cifras son puras mentiras! Y para refutarlas, me basaré principalmente en un libro que se llama “The Spanish Inquisition: a historical revision”, es decir, La Inquisición española: una revisión histórica. Libro cuyo autor es Henry Kamen. ¿Por qué este libro es valioso para refutar estas mentiras? En primer lugar, porque fue escrito por un judío; publicado en 1997 por la Universidad de Yale. Y, en segundo lugar, porque este individuo, Henry Kamen, no solamente es judío, sino que también es considerado por la comunidad de historiadores como un historiador de primera clase. Él además es miembro de la Royal Historical Society y profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Barcelona. Estudió en la Universidad de Oxford, y es un historiador bien conocido. Sus comentarios en varios lugares son demasiados pro-judíos, por lo tanto, se puede concluir que esta obra no es una obra apologética para la Iglesia Católica. No obstante, al menos él es lo suficientemente honesto en informar los hechos esenciales que destruyen los mitos populares que principalmente difunden los protestantes y otros acerca del tema de la inquisición española, sus procedimientos y sus intenciones. Ya luego veremos cuál fue el número real de las personas muertas. Una cosa más, y comenzaré con esto, es que quiero mencionar que en el famoso libro protestante, “A Woman Rides the Beast” [Una mujer cabalga sobre la bestia] de Dave Hunt, en la página 79, se argumenta que “En España, el número de los condenados excedió los tres millones de los cuales 300.000 fueron quemados en la hoguera”. Al parecer él no se atreve a decir que fueron millones los ejecutados, sino que él dice que fueron 300.000, ¡algo que es totalmente erróneo! Ahora bien, ¿qué es lo nos dice Kamen? En su libro “La inquisición española: una revisión histórica”, después de analizar algunos de los datos de varios tribunales y de distintas partes de España, nos dice en la página 60:

“Considerando todos los tribunales de España hasta cerca de 1530, no es probable que más de 2.000 personas hayan sido ejecutadas de herejía por la inquisición”.

En la página 58, él explica que: “El periodo de persecución más intenso de los conversos fue entre 1480 y 1530”. ¿De acuerdo? Quiero añadir aquí que este fue el periodo más intensamente activo de la inquisición. Hubo algunos periodos donde pasaron décadas en que nadie fue condenado a muerte. Y Kamen cita a varias citas autoridades distintas. Por ejemplo, un individuo calculó que hasta el año 1490, fueron reconciliados bajo el Auto de Fe [declaración pública de la Inquisición] unas 15.000 personas; esas personas nunca fueron condenadas a muerte. Otro ejemplo, un tal “Andrés Bernáldez calculó que sólo en la diócesis de Sevilla, entre 1480 y 1488, el tribunal quemó a más de 700 personas y reconcilió a más de 5.000. Un historiador más reciente, el analista, Diego Ortiz, alegó que en Sevilla desde 1481 a 1524, [de nuevo, un periodo muy intenso], se retractaron de sus errores más de 20.000 herejes y un poco más de mil herejes obstinados fueron llevados a la hoguera”. Y continúa diciéndonos Kamen, “no hay duda de que las cifras son exageradas”. Henry nos dice que esta cifra – de mil personas que fueron muertas en este periodo, el más intenso de la inquisición española – es una cifra muy exagerada. En la página 203, Kamen nos da una visión más clara del real número total de personas que fueron condenadas a muerte. Y debemos tener en cuenta que hay una diferencia importante entre aquellos que fueron cuestionados, o juzgados, y aquellos que efectivamente fueron condenados. Pues bien, veamos qué nos dice Kamen: “El número de las ejecuciones proporcionalmente pequeño es un argumento eficaz contra la leyenda de un tribunal sanguinario… [A continuación, él dice:] Es claro que en la época de su mayor actividad, la inquisición no fue en absoluto un monstruo de muerte, ni en su intención ni en su capacidad. Las cifras de las sanciones en Valencia y Galicia dadas anteriormente sugieren una tasa de ejecución muy por debajo del 2% de los acusados. Se ha calculado que en diecinueve (19) de los tribunales, desde el periodo de 1540 a 1700, menos de 2% de los acusados fueron ejecutados. Si esto se acerca a la verdad, parece que durante los siglos 16 y 17, cada año, menos de 3 personas fueron ejecutadas por la Inquisición. Durante la monarquía española, desde Sicilia a Perú, fue sin duda una tasa menor que en cualquier tribunal provincial de justicia en España o en cualquier otro lugar de Europa. Un hecho de comparación: los tribunales civiles españoles, comparados con la Inquisición, sólo puede encontrarse datos a favor de este último”. Por lo tanto, lo que nos dice este autor, es que si se toman en cuenta todos los años donde hubo una tasa de actividad muy baja, en que cerca de tres personas fueron muertas al año durante los siglos 16 y 17. ¡Esa es una cosa muy distinta de millones! Y de hecho, el total de la población de España cristiana de gran parte de este periodo fue de seis millones en total. Y debemos señalar que la inquisición en sí no condenaba a nadie a muerte, quien lo hacía era la autoridad civil. La inquisición sólo juzgaba a las personas, y si encontraba que alguno era culpable de herejía, lo entregaba a la autoridad civil quien luego asignaba la pena, el delito capital, que era, ya sea encarcelamiento o ejecutamiento por herejía. No obstante, mucha gente fue reconciliada. Los tribunales en su conjunto eran bastante justos si se aceptan las razones bajo las que operaban. Es claro que no eran perfectos, así como cualquier sistema legal sufre de sus errores y abusos. Y, además, debemos hacer hincapié en que la inquisición sólo tenía jurisdicción o autoridad sobre los cristianos bautizados, puesto que ella únicamente investigaba a las personas que se decían ser católicos practicantes pero que en realidad negaban la fe católica. Otra razón de por qué la que la inquisición española fue tan activa en esa época se debe a que España había instituido una ley de expulsión del país de todos los judíos y musulmanes. Y entonces, a lo que se enfrentaban esas personas era a que, para no tener que irse, algunos de esos individuos, musulmanes y judíos, se convertían al catolicismo, pero su conversión no era sincera, y continuaron practicando sus falsas religiones en la clandestinidad. Entonces, la inquisición analizaba si había pruebas de una conversión aparente, y juzgaba a aquellos que eran culpables. Y fueron miles y miles los que finalmente fueron reconciliados. Entonces esa era la ley: se les daba la opción de irse del país o de convertirse. Entonces los que se quedaban y fingían su conversión no creyendo en la fe, sino que la rechazaban interiormente, en su mayor parte estaban decididos a enfrentar las consecuencias. Tenemos también que entender que, durante este período, España acababa de terminar una guerra de 700 años tratando de expulsar a los musulmanes del país, porque su existencia era un peligro constante para España, por lo que no se trataba apenas de la pureza de la fe, sino también por razones de seguridad de Estado, y así, España decidió expulsar a todos los musulmanes. [Iniciamos el transcrito del programa de Radio, añadido aparte en este video] Aquí termino el tema de la destrucción de los mitos de la inquisición, pero quiero ahora comentar algo sobre el antipapa Benedicto XVI, es decir, acerca de su última visita a la sinagoga en Roma en enero del año pasado, 2010. Por supuesto, es importante recordar que cuando Juan Pablo II lo hizo por primera vez en 1986, eso fue un evento muy relevante. Esas acciones salieron de todo límite. O sea, según toda la doctrina católica, es obvio que eso es contrario a todo lo enseñado por la Iglesia. Eso es un acto de apostasía. Entonces cuando él así lo hizo, en realidad él se estaba saliendo de los límites. ¡Y eso ahora parece que dejó de ser gran cosa! Esta fue su tercera visita a una sinagoga. ¡La tercera! Todo el que lea el material de Benedicto XVI, semana tras semana, verá que cada vez que se él reúne con un miembro de una religión diferente, ya sea reuniéndose con protestantes y así sucesivamente; incluso él los elogia. Él les habla de lo mucho que los respeta, de lo mucho que los estima (y sin exhortarlos a la conversión). Eso ocurre tácitamente casi todo el tiempo. Y con esta última visita a la sinagoga, es muy interesante por lo que ya hemos discutido en este video sobre la inquisición, y de los varios aspectos interesantes del libro, “La inquisición española: una revisión histórica” de Henry Kamen, donde no sólo vimos como él destruye los mitos populares sobre la inquisición, sino que además trata de algunos detalles como, por ejemplo, de cómo los inquisidores veían a aquellas personas que quizás estaban manifestando cierto apego al judaísmo. O sea, ¡estamos hablando aquí de dos mundos diferentes! Obviamente, las sinagogas fueron abolidas en España, especialmente después de que fueron expulsados los judíos del país. Pero otras personas eran llevadas ante la inquisición y juzgadas de si había alguna evidencia de que quizás observaban el sábado judío. O si había otra evidencia de que se estaban judaizando en cierta manera. [Judaizando me refiero a promover el judaísmo]. En eso consistió gran parte de la actividad en la que se involucró la inquisición, y pienso que es de gran valor comentar sobre esto, porque si se ponen a pensar en ello y luego se piensa en Benedicto XVI, que visita una sinagoga mientras dice ser un Papa católico, cuando se piensa en esa época de la inquisición donde se acorralaba a aquellas personas por manifestar cualquier apego u apoyo al judaísmo, me preguntó, ¿qué creen que pensarían ellos de Benedicto XVI? Ellos dirían que este personaje es un anticristo. También otra cosa, en nuestro artículo “Las herejías de Juan Pablo II, el hombre que más viajó en la historia y quizás el más herético”, hay una sección donde incluimos la increíble conmemoración del antipapa Juan Pablo II del centenario de la sinagoga de Roma, en donde Juan Pablo II envió su mensaje al rabino de Roma elogiando a la sinagoga y jactándose de cómo esa sinagoga desempeñó supuestamente un papel importante para el judaísmo en el continente [europeo] y cómo “el sucesor de Pedro se regocija en ese aniversario número 100 de esta sinagoga”. Probablemente, esta es una de las herejías más increíbles que he visto de Juan Pablo II, obviamente que hay muchísimas otras cosas, y para ello puede consultar nuestra sección de Juan Pablo II en nuestro sitio web vaticanocatolico.com Otro punto que deseo citar de este libro, “La inquisición española: una revisión histórica”, sirve para ver qué tan mal fue el acto de Benedicto XVI de ir a la sinagoga. El libro relata que el 12 de febrero de 1486 se realizó un evento en donde 700 judaizantes - judíos que fingían su conversión a la fe católica y que continuaban practicando el judaísmo en privado – investigados por la inquisición española, fueron reconciliados por la Iglesia. Básicamente ellos se arrepintieron por haber judaizado y parte de la ceremonia en donde eran perdonados ellos prometían no volver a cometer aquello otra vez. En esa ocasión, los reunían en esta gran ceremonia formal y en voz alta se les preguntaba: “¿Se encuentra Fulano?” Luego el penitente levantaba su vela y respondía que sí. Y allí, en público, se leían todas las cosas en que Fulano judaizó. Lo mismo se hizo con las mujeres. Una vez que se terminaba, se les asignaban públicamente una penitencia que consistía ir en procesión por seis viernes, disciplinando sus cuerpos con flagelos de cuerda doblados, a espalda abierta, descalzos y con la cabeza descubierta, y también tenían que ayunar durante esos seis viernes. Así podemos ver con cuánta seriedad se lo tomaban cuando alguien mostraba algún tipo de aprobación del judaísmo o cualquier otra falsa religión, como el islam, etc. Pero, volviendo a Benedicto XVI, vemos que ¡él es el judaizante al máximo! ¡Ésta fue su tercera visita a la sinagoga! O sea, este personaje está rompiendo el récord. ¡Y lo que da miedo con respecto a esto es que a la mayoría de las personas eso no les importa! Ahora ello es aceptado. Por eso, una vez que el antipapa Juan Pablo II fue a allí y quebró el hielo, es decir, rompió el muro de contención, con eso la gente después se volvió como insensible a ese mal. Por eso, por poner un ejemplo, algunos de estos falsos tradicionalistas que denuncia el modernismo (se pueden nombrar ciertos grupos), o sea, personas que dicen: “Ah, eso es horrible. Progresismo”. No obstante, todavía no dicen que por ello sean herejes. Es que ellos ¡nunca lo harán! Creo que Dios les ha quitado la gracia, es decir, ya no más, se les acabó. Y entonces básicamente ellos aceptarán cualquier cosa. Benedicto XVI puede hacer cualquier cosa, quizás se proclame judío, y ellos todavía seguirán insistiendo que él es Papa y no un hereje formal. Se les acabó la gracia para discernir. Y esto es con lo que nos estamos enfrentando, el alto nivel de ceguedad espiritual y de mala voluntad… cosa que es muy terrible. También, es interesante constatar que en este libro se relata que había personas que eran llevadas ante la inquisición por creer que, así como por el cristiano se puede ir al cielo, así también era posible ir al cielo a los que morían sin la fe católica, siendo un buen judío o un buen musulmán. Bueno, sí este es el caso, tendríamos ahora que acorralar básicamente a la mayoría del movimiento supuestamente “tradicional”, ya que la mayoría de ellos, desgraciadamente, han adoptado esa herejía. En la página 220 del libro se dice: “La inquisición de Toledo juzgó a un tal por decir que a todos se les debe permitir practicar su propia religión; otro sostuvo que el judío y el musulmán pueden salvarse en su propia ley”. Tenemos aquí otro, otro ejemplo de una condenación de esta herejía. Y debemos considerar otro punto: que la peor herejía es el creer que hay salvación en otras religiones. ¡Esa es la herejía de todas las herejías! Y por eso personas como el P. Cekada, o grupos o sacerdotes sedevacantistas, no son tan diferentes de Benedicto XVI. Es decir, están apenas como a un nivel menor que Benedicto XVI. Pero a la larga, ellos creen en la misma herejía principal, esto es, que las personas pueden salvarse en las otras religiones. Pero a pesar que el P. Cekada y otros sacerdotes que andan por ahí, que condenan los encuentros de oración interreligiosos y la promoción de las otras religiones, el resultado final es que los dos creen que esas personas que practican esas falsas religiones o cualquier otra religión, se pueden salvar aunque practiquen esas falsas religiones. Y por eso en realidad no hay mucha diferencia, ellos también son herejes, son apóstatas. Ellos rechazan la necesidad absoluta de buscar, de conocer, y de creer en Jesucristo. Ellos rechazan la absoluta necesidad de recibir el agua regeneradora del Sacramento del Bautismo para obtener la salvación, sacramento que fue instituido por Dios mismo, Nuestro Señor Jesucristo. ¿Qué se creen que son como para decir que a veces es imposible recibir el bautismo de agua? ¿No saben que la Iglesia Católica definió infaliblemente en el Concilio de Trento que Dios no manda cosas imposibles? Y entonces, ¿qué significa cuando Jesucristo MANDÓ a los Apóstoles de ir a predicar a todas las naciones, BAUTIZÁNDOLAS en el nombre de la Santísima Trinidad? Obviamente, es un mandato de Dios que todo hombre debe ser bautizado para entrar el reino de los cielos. “Quien no renaciere del agua y del Espíritu, no podrá entrar el reino de los cielos” (Juan 3, 5). Porque si ellos creen en esta suma herejía final, esta herejía principal, que dice que las personas no católicas se pueden salvar, es lo peor que pueda suceder. Este es un tema que las personas deben entender, porque esta herejía comenzó a ser promovida y hace muchas décadas, o sea, cincuenta o cien años atrás. Para más información sobre este dogma y su historia, consulte nuestra página web donde se encuentra nuestro libro Fuera de la Iglesia Católica no hay Ninguna Salvación. Bueno, una última nota que me gustaría mencionar que me parece interesante, ya que estuvimos hablando sobre la inquisición, fue cuando en 1492 los reyes católicos Fernando e Isabel expulsaron a los judíos y también a los musulmanes, eso sucedió en enero de 1492. Y fue en noviembre de 1492, de hecho, el 12 de noviembre, cuando Cristóbal Colón descubrió el Nuevo Mundo. Eso me parece muy interesante, puesto que básicamente estos reyes católicos decidieron preservar la pureza de la fe para su nación y convertirla en una nación católica, o sea, para introducir en el país una verdadera unidad bajo Cristo, y es probable que Dios por ello los haya recompensado con el descubrimiento de la tierra física más extensa de todos los tiempos. Y ese descubrimiento sería la recompensa para España y su explorador, con lo que además recibirían un gran prestigio y muchas otras cosas para el país. Entonces, creo que quizás esos dos acontecimientos tienen una posible conexión, uno es el hecho de que ellos en realidad estaban tratando de hacer al país lo más católico posible, y como resultado, Dios les recompensó con muchas otras cosas más. Bueno, aquí concluye este video con respecto al tema de la Inquisición de España. Por favor, consulte nuestro sitio web para más información u otros temas.