“¿Dónde ir a Misa o dónde puedo confesarme?” Esta es quizás la pregunta más frecuente que recibimos. La respuesta es un poco complicada porque en estos días es muy difícil encontrar verdaderos sacerdotes católicos en algún lugar. Aquí les ofrecemos algunas directrices importantes. Por favor, lea con atención esta página.
LA CUESTIÓN ACERCA DE DÓNDE RECIBIR LOS SACRAMENTOS EN NUESTROS TIEMPOS
UNA RÁPIDA INTRODUCCIÓN Y ACTUALIZACIÓN SOBRE LA SITUACIÓN DE HOY
La secta del Vaticano II bajo el Antipapa Francisco se ha tornado cada vez más notoria (y en esencia, abiertamente protestante) a medida que pasan los días. De hecho, parece que está a punto de repudiar abiertamente la enseñanza católica contra el divorcio y el nuevo matrimonio. Por otra parte, la “canonización” del Antipapa Juan Pablo II es un paso significativo. (La secta del Vaticano II celebrará la “fiesta” del Antipapa Juan Pablo II el día 22 de octubre) Como se explica en nuestro reciente video y como consecuencia de esa “canonización”, esencialmente todos los que se hallan en plena comunión con la secta del Vaticano II han caído, de hecho, en la idolatría. Por causa de la idolatría en que han caído, muchos de los casos de aquellos pocos sacerdotes válidamente ordenados que reconocen al antipapa y que antes se podía recurrir a ellos como una opción para recibir la comunión, están dejando de ser una alternativa para la recepción de la comunión. Como lo hemos mencionado en varias ocasiones, desde hace algún tiempo el número de opciones para recibir la comunión ha ido disminuyendo rápidamente. En este momento, casi no quedan opciones para recibir la comunión. Esta es simplemente una desafortunada consecuencia de la etapa final de la Gran Apostasía. En el caso de aquellas personas que no lo han descubierto todavía, estamos en los últimos días y en la parte más profunda de la Gran Apostasía. Aquellos que no están convencidos aún deben ver nuestro más reciente video. Nuestra Señora de La Salette dijo acerca de estos tiempos: “... sólo la fe va a sobrevivir”.
Las directrices y puntos señalados más abajo son por supuesto relevantes para los sacerdotes que se encuentran en “plena comunión” con el Antipapa Francisco. Lamentablemente, los sacerdotes independientes no ofrecen muchas alternativas. Los sacerdotes y grupos independientes que reconocen al Antipapa Francisco (por ejemplo, los sacerdotes de la FSSPX y grupos similares) se han hecho aún más cismáticos como resultado de una obstinada y prolongada adhesión a posiciones falsas. Y la mayoría de los sacerdotes sedevacantistas (que afirman rechazar al Antipapa Francisco y a la secta del Vaticano II) sostienen que las almas se pueden salvar en las falsas religiones, y condenan como “mortalmente pecaminoso” la enseñanza dogmática de la Iglesia sobre la necesidad del bautismo para la salvación. Ellos son horribles e impositivos herejes a los que no se debe recurrir para absolutamente ningún sacramento. Esto deja al católico en una situación en que casi no hay opciones para recibir la comunión. (*Un hereje impositivo, por cierto, es un sacerdote que exige a las personas a que se adhieran a sus falsas posiciones, o que sostiene que la verdadera posición sobre un tema es mortalmente pecaminosa o herética. Para más información sobre la materia, véase las directrices que siguen a continuación).
Frecuente y comprensiblemente nos hacen la importante pregunta acerca de donde las personas pueden recibir los sacramentos en estos tiempos de la Gran Apostasía. Como lo hemos señalado por años, esta es una situación inestable. La respuesta depende de lo que dicen y hacen los sacerdotes; de qué posiciones ellos toman; de cuán notorios se vuelven los sacerdotes; de los eventos que ocurren en la secta del Vaticano II; etc. La situación en la década de los 1980 no era necesariamente la misma que la de la década de los 1970, y la situación de la década de los 2000 no es necesariamente la misma que la de la década de los 1990. En vista de la actual “situación eclesiástica” (es decir, la situación general con sacerdotes que pretenden ser católicos en nuestros días), los recientes eventos, y cuán clara deberían ser las verdaderas posiciones para las personas en esta etapa, a continuación dejamos unos puntos con nuestros consejos sobre dónde uno puede o no recibir los sacramentos en el momento actual.
El lector se dará cuenta que la actualización más importante es: EN ESTA ÉPOCA, EN EL AÑO 2014, AL MENOS EN ESTE PAÍS, NO TENEMOS CONOCIMIENTO DE NINGUNA IGLESIA A LA CUAL UN CATÓLICO PUEDA ASISTIR UN DÍA SÁBADO O DOMINGO PARA RECIBIR LA COMUNIÓN. LAS PERSONAS DEBEN QUEDARSE LOS DOMINGOS EN CASA Y REZAR LOS 15 MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO. LA RAZÓN DE ESTO SE DEBE A QUE PRÁCTICAMENTE TODOS LOS SACERDOTES SON HEREJES MANIFIESTOS Y DAN SERMONES O CONFERENCIAS EN ESOS DÍAS. NO CREEMOS QUE LAS PERSONAS PUEDAN RECIBIR DE ELLOS EL SACRAMENTO DURANTE UNA MISA EN QUE ELLOS DAN UN SERMÓN. SIN EMBARGO, TODAVÍA EXISTEN ALGUNAS OPCIONES PARA RECIBIR CIERTOS SACRAMENTOS (ESPECIALMENTE LA CONFESIÓN), COMO SE EXPLICA A CONTINUACIÓN.
- Es por su puesto crucial que la persona esté segura de la validez de su bautismo. Si hay alguna duda acerca de cómo se realizó el bautismo (ya sea porque fue hecho en una secta protestante o dudosamente en el Novus Ordo), se debe realizar un bautismo condicional siguiendo los pasos indicados en este archivo: Los pasos para convertirse a la fe católica tradicional y para quienes abandonan la Nueva Misa – el bautismo y el bautismo condicional – la profesión de fe del Concilio de Trento para los conversos.
- Antes de hacer una confesión o recibir un sacramento, uno debe llegar al punto en el que cree en todos los dogmas católicos, comprometerse a nunca volver a asistir a la Nueva Misa, rechazar a los antipapas del Vaticano II y la secta del Vaticano II, creer en el dogma Fuera de la Iglesia no hay salvación sin excepciones (no creer en el “bautismo de deseo”, ni tampoco en la salvación por la “ignorancia invencible” de la fe católica), rechazar la PFN (Planificación Familia Natural), no apoyar a ningún sacerdote hereje, etc.
DIRECTRICES SIMPLIFICADAS SOBRE LA RECEPCIÓN DE LOS SACRAMENTOS EN LA ACTUAL SITUACIÓN
- No asistir nunca a la Nueva Misa por ninguna razón, por supuesto. Ella es inválida y no católica. Debe ser evitada bajo pena de pecado grave.
- No se debe apoyar financieramente, por ningún motivo, a ningún sacerdote o grupo que sostenga posiciones falsas. Nosotros no tenemos conocimiento de algunos sacerdotes, grupos o comunidades religiosas en el mundo (aparte de nuestro monasterio) que sostengan las posiciones correctas de manera pública, clara y sin ningún tipo de compromiso.
- No se debe asistir a ninguna iglesia en este país (“tradicional” o de otro tipo) para las misas de domingo o el sábado, ya que básicamente todos los sacerdotes son herejes y los herejes dan sermones o charlas en esos días. La gente debe quedarse en casa los domingos y rezar los 15 misterios del Rosario. (Esto se aplica generalmente a otros países también).
- Consistente con lo anterior: no se debe asistir a ninguna misa de domingo o sábado de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. No se debe asistir a ninguna “misa” de la FSSP o de grupos similares. (Éstos últimos se debe considerar que no tienen sacerdotes válidamente ordenados, puesto que utilizan “obispos” consagrados en el dudoso Nuevo Rito de Consagración). No se debe asistir a ninguna misa indulto o misa latina celebrada en la “diócesis”. No se debe asistir a ninguna liturgia de domingo o sábado de sacerdotes de ritos orientales. No se debe asistir a ninguna misa de domingo o sábado celebrada por sacerdotes de la CMRI o por sacerdotes similares y grupos que sostienen herejía con respecto al dogma de la salvación, puesto que esos herejes frecuentemente dan sermones en esos días. Los sacerdotes sedevacantistas que condenan ya sea como herejía o pecado mortal la verdadera posición sobre el bautismo de agua (esto es, la negación del “bautismo de deseo”) –y eso incluiría a la mayoría de los sacerdotes sedevacantistas– son herejes impositivos. Ellos no son una opción para ningún sacramento en absoluto. Deben ser evitados completamente.
- Si un sacerdote es un hereje, pero no es impositivo —y eso se podría aplicar a un pequeño número de sacerdotes independientes o sedevacantistas— es posible que él aún pueda ser una opción para la comunión si está de alguna manera cerca de nuestras posiciones sobre la falsa Iglesia. Sin embargo, no se debe recibir la comunión de él durante su misa de domingo o sábado, porque él podría dar un sermón o una charla durante esa misa. Si él cumple con los criterios para recibir la comunión (y eso sería raro), uno sólo debe recibir la comunión de él en un día diferente de la semana. Si él sólo da la comunión en domingo, entonces uno simplemente debe pasar sin comunión. Como se ha dicho anteriormente, un hereje impositivo es un sacerdote que, o bien exige que uno se adhiera a sus posiciones falsas, o sostiene que es mortalmente pecaminosa o herética la verdadera posición sobre un tema. En el raro caso que acabamos de describir, en el que un sacerdote pueda cumplir con los criterios para ser una opción para la comunión (pero sólo en un día en el que él no de un sermón), para averiguar si él es un hereje impositivo, usted puede llamarlo y decirle cuáles son sus posiciones —por ejemplo, que usted es un sedevacantista y rechaza el “bautismo de deseo”— y ver cómo reacciona. Este tipo de discusión sería necesaria cuando se considera a un sacerdote (en la rara situación que acabamos de describir) para recibir la comunión. Sin embargo, cuando se va a la confesión únicamente con un sacerdote Novus Ordo válidamente ordenado o con sacerdote de rito oriental, ese tipo de discusiones sobre los temas (averiguar si el sacerdote es impositivo) no sería necesaria antes de hacer una confesión (a menos que surjan estos asuntos), como se explica a continuación.
- No reciba la comunión (o esté presente en la misa) de ningún sacerdote que acepte al Antipapa Juan Pablo II como un “santo”. Esto significa esencialmente que no se debe acudir para la comunión a casi ninguno de los sacerdotes que aceptan al Antipapa Francisco. Es posible que pueda haber excepciones muy raras a este principio (por ejemplo, sacerdotes independientes no impositivos que rechazan gran parte de la falsa Iglesia y la “canonización” de Juan Pablo II, pero todavía aceptan ilógicamente al Antipapa Francisco); sin embargo, incluso en esos casos, no se debe recibir de esos sacerdotes la comunión en misas de domingo o sábado. Del mismo modo, para poder recibir de la comunión de un sacerdote independiente o de un sacerdote del rito oriental que no acepta a Juan Pablo II como “santo”, también tendría que rechazar el falso ecumenismo y sostener que los cismáticos orientales deben ser convertidos a la fe católica. (Él no tendría que sostener la posición correcta sobre el bautismo de agua o el dogma de la salvación, ya que muchos sacerdotes antes del Vaticano II estaban en la herejía sobre esos puntos. Pero él no puede imponer su falsa posición sobre los verdaderos católicos o considerar herética o mortalmente pecaminosa la verdadera posición).
- Hay todavía más opciones para la confesión, y es crucial que las personas que se encuentran en pecado mortal y necesitan confesarse encuentren un sacerdote de quien puedan recibir la absolución. Las opciones para la confesión incluyen: un viejo sacerdote Novus Ordo ordenado antes de 1968, que diga: “Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”; un sacerdote ordenado en el rito oriental; un sacerdote independiente “tradicional” que no sea impositivo, etc.
- El nuevo rito de ordenación es inválido. Fue instituido por la secta del Vaticano II el 18 de junio de 1968. Casi todos los diocesanos (esto es, sacerdotes no independientes, ni del rito oriental) ordenados desde esa fecha fueron ordenados en el nuevo rito. Puesto que los “sacerdotes” ordenados en el nuevo rito de ordenación son inválidos, todo pecado mortal confesado a esos “sacerdotes” debe ser confesado nuevamente a un sacerdote válido, una vez que la persona esté preparada para la confesión.
- Para buscar posibles opciones para la confesión, las personas pueden también buscar una “Iglesia Católica” o “Iglesia Católica oriental” o “Iglesia Católica bizantina” (que no diga “ortodoxa”) en la guía telefónica de las ciudades o pueblos de su área. Al buscar esas iglesias, y llamarles, puede ser de ayuda en la búsqueda de sacerdotes válidamente ordenados (sea en el rito oriental o antes de 1968) a los que se puede ir para la confesión. Nota: cuando se va a la confesión únicamente a un viejo sacerdote Novus Ordo (ordenado en el rito tradicional) o a un sacerdote de rito oriental, no es necesario entrar en detalles de su posición doctrinal o discutir de los diversos temas teológicos (para averiguar si es impositivo) antes de hacer la confesión (a menos que surjan esos temas). En algún momento dado, sin embargo, uno debe enviarles o darle la información de nuestro sitio web o material (por ejemplo, un DVD) que cubra las verdaderas posiciones que las personas necesitan tomar y de lo que ha ocurrido.
- Por supuesto no hay obligación de asistir a misa los domingos cuando no hay una opción verdaderamente católica en su área. Por lo tanto, no hay obligación de asistir a misa los domingos en nuestros días básicamente porque todos los sacerdotes son herejes.
- Las personas deben rezar las 15 decenas del santo rosario cada día.
- También alentamos a los verdaderos católicos que están presumiblemente en estado de gracia que hagan comuniones espirituales.
- Aunque estas directrices deberían contestar la mayoría de las preguntas sobre este tema, las personas que tengan alguna duda pueden llamar al 585-567-4433 o escribirnos directamente aquí y le podremos ayudar.
CONSIDERACIONES TEOLÓGICAS
Así, en pocas palabras: hay más opciones para la confesión (aunque también se están volviendo más difíciles de encontrar), pero muy pocas opciones para recibir la comunión. La gente debe quedarse en casa los domingos y rezar los 15 misterios del rosario. Si la persona cree y practica la verdadera fe católica sin compromiso, trabaja para difundirla, cumple con su estado de vida, etc., y ha confesado con éxito todos los pecados graves (si los hubiera) cometidos en su vida después del bautismo a un sacerdote válidamente ordenado, puede tener la confianza de que está en estado de gracia, a pesar de que no pueda tener algún lugar donde recibir la comunión.
La razón por la que hay más libertad para acercarse a alguien para la confesión que para la comunión es doble: 1) hacer una confesión y recibir la absolución no implica presentarse a una misa o liturgia de un hereje; y 2) para la mayoría de las personas (y, obviamente, para aquellos que pueden tener pecados graves que confesar), hay una mayor necesidad de recibir la absolución. Por lo tanto, un sacerdote que no es una opción para la comunión aún podría ser una opción para la confesión, si está válidamente ordenado, utiliza la forma correcta, y no impone sus falsas opiniones.
Por cierto, que los cismáticos radicales y los cismáticos de la posición “no jurisdicción” no entiendan acerca de Dios y este asunto es que la cuestión de dónde es lícito recibir sacramentos en esta crisis y apostasía sin precedentes no está regido por decretos dogmáticos. No es una cuestión dogmática. Es, más bien, una cuestión que involucra la toma de decisiones y juicios prudenciales acerca de la situación actual, y la aplicación de los principios católicos a esta crisis. Por otra parte, cuando se trata de asuntos de derecho eclesiástico y cómo actuar en caso de crisis, es importante entender y tener en cuenta el principio de que “la necesidad hace lícito lo que es ilícito” (siempre y cuando no se niegue la fe). Es por eso que las personas pueden recibir los sacramentos de sacerdotes que normalmente no podrían acercarse si tuvieran otras opciones. Sin embargo, en estos momentos la secta del Vaticano II es tan notoria, los sacerdotes independientes son tan cismáticos, y los sacerdotes sedevacantistas (en su mayoría) son tan abiertamente heréticos en el asunto de salvación, que creemos que las directrices anteriores (con muchas menos opciones para recibir la comunión) son las correctas.
EL QUEDARSE EN CASA LOS DOMINGOS NO DEBERÍA DISMINUIR EN UNO EL CELO NI TAMPOCO DIFICULTAR LA PRÁCTICA DE LA FE EN ABSOLUTO
El hecho de que (al menos en este país, y en general en otros países) las personas deban quedarse en casa los domingos no debe menoscabar en modo alguno su celo para la práctica de la fe católica. No debe disminuir el entusiasmo para orar, vivir la vida de la gracia cada día, la salvación de su alma y la de los demás, la evangelización, la difusión de la fe, crecer en su relación con Dios, etc. Por el contrario, el reconocimiento de donde estamos en la historia debería estimular a las personas a una búsqueda más intensa de la perfección espiritual, así como el deseo de practicar y propagar la fe de modo que el mayor número posible de almas se puedan salvar en el corto tiempo que queda. Por otra parte, mientras Dios permite que las tinieblas del mundo sea cada vez mayor, Él lo contrarresta en nuestros días otorgando gracias aún más poderosas para los que practican y viven la fe y sin compromiso, y aprovechen la eficacia extra dada al Santo Rosario, el Ave María, etc.
Las personas que piensan que la fe católica deja de ser practicada cuando no hay ningún lugar para asistir a misa o recibir los sacramentos el domingo, o bien no son católicos o tienen una comprensión inadecuada de la fe. La fe católica se vive día a día. De hecho, la razón por la que muchas personas han seguido los grupos heréticos para su condenación es que toda su “fe” y “relación con Dios” se define por dónde van el domingo. Ellos son meramente “católicos de domingo”, lo que significa que no son absolutamente auténticos católicos.
La Confesión
Si bien hemos dicho que no puede acudir a sacerdotes notoriamente heréticos para recibir la comunión, no obstante, creemos que sí es posible recibir la confesión de esos mismos sacerdotes notoriamente heréticos que les gusta el ecumenismo y el respetar y rezar junto con las otras religiones. Esto sería en el caso de que no pueda encontrar alguna otra mejor opción a una distancia razonable a la suya. Por ejemplo, digamos que en su pueblo hay un sacerdote viejo que fue ordenado antes del 18 de junio de 1968, pero que este mismo está a favor de los cambios del Vaticano II e incluso dice la Nueva Misa inválida; y supongamos que en otra ciudad a 50km de su pueblo se encuentra otro sacerdote que no dice la Nueva Misa pero que es hereje por creer en la salvación fuera de la Iglesia o en la salvación sin el sacramento del bautismo (por un “bautismo de deseo”, etc.). Bueno, a menos que le sea fácil viajar, si usted necesita confesarse entonces el sacerdote ordenado antes de 1968 que vive en su pueblo sería una opción posible para recibir este sacramento, pero no para recibir de él la comunión.
Pero si es un sacerdote notoriamente herético que le ha dicho o cree que usted no es un católico por sus creencias, entonces diríamos que solo en peligro de muerte puede acudir a él para la confesión.
Cuando vaya a confesarse con el sacerdote, no comience la confesión con las palabras: “Bendígame Padre, porque he pecado”; o a veces algunos sacerdotes dicen: “Ave María Purísima”, pero usted no puede responder “sin pecado original concebida” por motivo de que no puede rezar con él por ser hereje. Sino más bien se comienza la confesión diciendo: “Pido perdón por”, y luego comienza su confesión.
Si usted asistió a la Nueva Misa, debe mencionar en la confesión que usted asistió a un servicio no católico o protestante y por cuánto tiempo (meses o años). Debe mencionar que usted apoyó a sacerdotes o grupos heréticos. También tendrá que confesar nuevamente cualquier pecado mortal que fuere confesado a sacerdotes inválidamente ordenados, o cualquier dogma católico que haya negado o dudado. En nuestro sitio web, también incluimos la profesión de fe del Concilio de Trento (https://www.vaticanocatolico.com/profesion-de-fe/). Todos aquellos que estuvieron apartados de la fe católica tradicional deben hacer esta profesión antes de recibir los sacramentos.
Cómo se podría asistir a estas iglesias
Si usted decide recibir la comunión y confesión, no recomendamos que llegue a tiempo a la misa del sacerdote. Puede llegar tarde, quizás unos 10 minutos antes de que se dé la comunión. Recuerde que aquí bis referunis de aquellos casos raros donde uno podrá recibir la comunión entre semanay no en el domingo, porque es entonces que el sacerdote hereje dice su sermon o charla. Nuevamente le recordamos que no hay obligación del domingo cuando se acude a un hereje para recibir los sacramentos. Por supuesto, no se les puede dar ninguna limosna o apoyo económico a estos sacerdotes heréticos. Si alguien los apoya, comete un pecado gravísimo y estará apoyando directamente al sacerdote u organización herética. Tampoco debe rezar con otras personas durante la misa o liturgia. Mejor debe rezar en privado su rosario o algunas otras oraciones y no unirse con ellos en las oraciones o cantos de los que están presentes.
Cuando vaya a estas iglesias, al entrar por atrás, muchas tienen ventanas. Allí se podría rezar el rosario hasta que vea que se esté dando la comunión. Si entra por la parte principal de la iglesia, debería sentarse, o estar de pie o hincado en la parte más atrás.
Las únicas personas que pueden sacar fruto de la recepción de los sacramentos serán aquellas que estén de acuerdo con lo que enseña la Iglesia católica. Por lo tanto, toda persona debe estar totalmente de acuerdo con la enseñanza católica sobre los siguientes puntos:
1) Usted está de acuerdo en que sólo los católicos se pueden salvar. Debe estar de acuerdo en que todo aquel que no sea católico tristemente se condenará.
2) Usted está de acuerdo en que Francisco es un hereje, y por lo tanto, él no puede ser un verdadero Papa católico (como también los otros antipapas desde Juan XXIII a Benedicto XVI). Además, usted no va a la Nueva Misa.
3) Si usted es una persona casada, no utiliza ningún control de natalidad, ya sea artificial o “natural” (Planificación Familiar Natural), para limitar deliberadamente el tamaño de su familia.
Obviamente son grandísimos los beneficios que se conceden al recibir la comunión puesto que se está recibiendo el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Dios mismo. Es el mejor acto que cualquier persona puede participar durante su breve existencia terrenal. El poder absoluto y las gracias que son derramadas al recibir dignamente la comunión válida no es algo que normalmente le den mucho peso por aquellas personas que declaran que no puede ir a una Misa donde se pide por Francisco como el Papa.
La verdad es que la Sagrada Comunión es la cosa más necesaria, después del bautismo, para un católico. Esto se puede ver de las mismas palabras de Dios mismo, “En verdad, en verdad os digo que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna, y yo le resucitaré el último día” (Juan 6). Jesús nos amenaza diciéndonos que no tendremos la vida eterna a menos que lo recibamos en la comunión. Nuestro Señor lo jura. Por lo tanto, si hay un sacerdote válidamente ordenado que cumpla con el criterio mencionado en este artículo, es posible que alguien aproveche de la oportunidad y reciba los sacramentos de él. Si no hay sacerdote, entonces las personas deben quedarse en casa.
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Estamos en el 31 de julio del 2021 y hasta hace pocos meses deje de ir a la novo ordo por darme cuenta que solo es una celebracion protestante, tambien me di cuenta que la sede vaticana esta vacante desde 1958, me bautizaron y confirmaron el 25 de diciembre de 1966, espero que sean validos estos sacramentos, tengo 54 años de edad y creo que mis sacramentos de la confesion y comunion no son validos, todas las iglesias de la region son conciliares, pero seguire buscando la verdadra iglesia catolica.
Es muy probable que su bautismo y confirmación habrían sido válidos, ya que los cambios respecto a los sacramentos en realidad fueron introducidos en 1968. Pero en caso de que tenga alguna duda, un bautismo condicional sería recomendable en su caso.
Como hemos dicho, una vez que alguien abrace la fe y se convierte, hay algunas opciones para recibir los sacramentos tradicionales, a pesar del hecho de que esas opciones son pocas en esta gran apostasía. Cuando las personas están plenamente convencidas, podemos ayudarles a encontrar sacerdotes válidos a los que pueden ir para confesión y posiblemente recibir la comunión, sin prestarles ningún apoyo.
Muchos nos preguntan a qué iglesia asistir. Es importante reconocer cuál es la situación en la que nos enfrentamos durante la Gran Apostasía. Se trata de una situación donde básicamente todas las iglesias o son iglesias heréticas del Vaticano II o son iglesias ‘tradicionalistas’ en las cuales los sacerdotes son herejes de una forma u otra. Por lo tanto, no hay ninguna iglesia que sea plenamente católica a la que uno pueda asistir, considerar como católico al sacerdote y apoyar a la iglesia. Sin embargo, una vez que alguien esté convencido de todos los temas, hay ciertas opciones – dependiendo de dónde vive – para recibir el sacramento de la penitencia (que obviamente es de suma importancia hacer una buena confesión general), pero ya no hay casi ninguna opción para recibir la Eucaristía. Por lo tanto, existen opciones para conseguir lo que necesita para salvarse: p. ej., una absolución válida. Usted tendrá que convencerse de los temas y aplicar las directrices según sean las opciones en su área.
En otras palabras, es necesario tomar en cuenta que muchos tienen la idea errónea de que abrazar, convertirse y practicar la fe católica se define por la asistencia a una iglesia en particular. Pero la fe no se define por acudir a un edificio. Esa es una pequeña parte de la práctica de la fe en tiempos normales, cuando por ejemplo en su área hay una opción aceptable. Sin embargo, ha habido muchas veces en la historia de la Iglesia que los católicos no tuvieron una iglesia donde asistir. Abrazar y practicar la fe es, en primer lugar, aceptar toda la enseñanza católica; en segundo lugar, se trata de vivir la fe cada día. Se trata de la relación de uno con Dios, manteniendo el estado de gracia, evitando el pecado, hacer oración, convertir a los demás, aprender más acerca de Dios, etc. En la actual situación, no se trata de ‘unirse’ a una iglesia en particular (“i” minúscula), ya que casi todos los sacerdotes son herejes. Se trata de unirse y adherir a la Iglesia Católica (“I” mayúscula).
El punto es este, hoy en día no se puede asistir a cualquier Misa en latín. Como hemos señalado muchísimas veces, básicamente casi todo sacerdote que celebra la misa en latín es un hereje a quien no se le debe prestar apoyo. Muchos de ellos son herejes notorios o impositivos en su herejía y, por ende, no pueden ser una opción para recibir la comunión. También, la misa en latín que algunos ‘sacerdotes’ dicen, si el ‘sacerdote’ fue ordenado en el nuevo rito de ordenación, no es válida porque el ‘sacerdote’ no está válidamente ordenado. Uno debe preocuparse más acerca de los temas de la fe, no solamente sobre la misa. Lo único que se puede hacer durante la presente crisis, después que la persona adhiera a todas las posiciones correctas, es recibir ciertos sacramentos de sacerdotes que cumplen con los requisitos mencionados en este artículo.