Código de Derecho Canónico Pío Benedictino de 1917 ley canónica 1366, § 2: Los profesores han de exponer la filosofía racional y la teología e informar a los alumnos en estas disciplinas ateniéndose por completo al método, al sistema y a los principios del Angélico Doctor (Santo Tomás de Aquino) y siguiéndolos con toda fidelidad.
Santo Tomás de Aquino… “SE DICE QUE EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO ES NECESARIO PARA LA SALVACIÓN PORQUE EL HOMBRE NO SE PUEDE SALVAR SI NO TIENE AL MENOS DESEO DE RECIBIRLO, EL CUAL CUENTA PARA DIOS COMO REALIZADO”. (Summa Theologica P.3, q. 68, a. 2)
Según ustedes, Santo Tomás está ardiendo en el infierno. Claramente se estaría en grave error de dos maneras: por obediencia y condenando a un santo al infierno. Negar estos hechos sería mentirse a ustedes mismos y a Dios.
En caridad… jmak
Usted se equivoca. En primer lugar, no creemos que Santo Tomás haya sido un hereje. Creemos que él se equivocó en este punto. Muchos santos y doctores cometieron algunas equivocaciones, como se prueba en nuestros escritos. Si usted supiera algo de catolicismo, usted sabría esto. Puesto que usted dice que nosotros creemos que él era un hereje y está ardiendo en el infierno, ello es una mentira y un pecado mortal.
En segundo lugar, el mismo Santo Tomás refuta su opinión. Permítame explicar.
Usted argumenta que la Iglesia enseña que debe seguirse a Santo Tomás, y que Santo Tomás enseña el bautismo de deseo. Por lo tanto, según su argumento, se debe aceptar el bautismo de deseo. Pero usted está muy equivocado. Santo Tomás enseña que NO se le debe seguir si él contradice algo que la misma Iglesia ha enseñado.
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, P. II-II, q. 10, a. 12: “La costumbre de la Iglesia constituye una autoridad de gran peso y se la debe seguir siempre y en todo. Porque hasta la enseñanza misma de los grandes doctores de la Iglesia recibe de ella su peso de autoridad, y por esa razón hemos de atenernos más a la autoridad de la Iglesia que a la de San Agustín, San Jerónimo o de cualquier otro doctor”.
Así que, apliquemos su argumento lógicamente: debemos seguir a Santo Tomás, sin embargo Santo Tomás nos dice que no hemos seguir a cualquier doctor si aquel propone algo que contradice la autoridad de la Iglesia. Por lo tanto, si seguimos a Santo Tomás, nos encontramos con que no estamos obligados a aceptar todas las opiniones que él sostuvo o todo lo que él enseñó. Esto debería ser obvio. Esta cita es importante para demostrar el punto y refutar a los herejes como usted. Y porque Santo Tomás contradice las declaraciones de mayor peso del magisterio papal sobre la necesidad absoluta del bautismo en agua, no estamos obligados a seguirlo en su opinión errónea con respecto al “bautismo de deseo”. De igual manera, no estamos obligados a seguir sus otras opiniones en las que hay contradicción con enseñanzas de mayor peso. Por ejemplo, Santo Tomás también contradijo la Inmaculada Concepción, como vemos a continuación:
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, P. III, q. 27, a. 2, respuesta a obj. 2: “Si el alma de la Santísima Virgen no hubiera estado nunca manchada con la corrupción del pecado original, eso rebajaría la dignidad de Cristo, que emana de ser el Salvador universal de todos. Y por eso, después de Cristo, que no necesitó de salvación, por ser el Salvador universal, la pureza de la Santísima Virgen fue la máxima”.
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, P. III, q. 27, a. 2, respuesta a obj. 3: “Aunque la Iglesia romana no celebra la Concepción de la Santísima Virgen, tolera, sin embargo, la costumbre de celebrarla por parte de algunas iglesias. Por eso no debe reprobarse totalmente tal celebración. No obstante, al celebrar la fiesta de la Concepción, no se da a entender que fuera santa en su concepción. Sino que, al ignorarse el tiempo en que fue santificada, se celebra más bien la fiesta de su santificación que la de su concepción, en el día que ésta tuvo lugar”.
Según su argumentación herética, estas declaraciones debieran ser coherentes con la doctrina católica. Según usted, ¡ellas no sólo son verdaderas sino que deben ser creídas y enseñadas a todos! La verdad, sin embargo, es que fueron falsas durante en su tiempo, y ahora ellas son heréticas. Ellas contradicen el dogma de la Inmaculada Concepción. Esto es una prueba más de que su argumentación es absolutamente falsa y que usted corrompe los principios católicos.
Papa Benedicto XIV, Apostolica, # 6, 26 de junio de 1749: “La sentencia de la Iglesia es preferible a la de un Doctor conocido por su santidad y enseñanza”.
Papa Pío XII, Humani generis, # 21, 12 de agosto de 1950: “Y el divino Redentor no ha confiado la interpretación auténtica de este depósito a cada uno de los fieles, ni aun a los teólogos, sino sólo al Magisterio de la Iglesia”.
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Excelente respuesta.