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Belarmino: Ni los cardenales ni un concilio pueden juzgar a un papa
En nuestro reciente video en inglés, Novus Ordo supporter demolished on loss offfice & heresy [Partidario del Novus Ordo, sobre la herejía y la pérdida del oficio, demolido], refutamos el grave abuso y las traducciones retorcidas sobre san Roberto Belarmino que están muy extendidas entre los defensores de la secta del Vaticano II. A continuación, algunas citas adicionales de san Roberto Belarmino. Ellas dejan extremadamente claro que, en su opinión, ningún concilio ni todos los cardenales reunidos ni nadie más puede juzgar a un papa mientras aún se lo considere papa. Estos pasajes prueban además que Belarmino creía que un hereje manifiesto perdería autoridad y dejaría de ser papa antes de cualquier juicio o intervención de este tipo. Cuando Belarmino se refiere a un hereje manifiesto siendo juzgado, se refiere a alguien que ya ha dejado de ser papa.
San Roberto Belarmino, De conciliis, libro 1, cap. 10: "Porque a causa de las sospechas sobre la doctrina y la vida de los pontífices, nunca se convocaron concilios sino provinciales o nacionales. Tampoco parece en absoluto necesario que un concilio mayor [se reúna por esta razón]; porque mientras [dum] sea verdaderamente pontífice, no puede ser juzgado por ningún concilio, a menos que tal vez él mismo conceda poder al concilio para examinar su propio caso, y de dictar una sentencia discrecional, pero no una sentencia coercitiva".
San Roberto Belarmino, De romano pontifice, libro 2, cap. 26: "... el romano pontífice no puede ser juzgado por nadie en la tierra [...] aunque no tuviese poder temporal, no puede en modo alguno ser juzgado en la tierra por ningún príncipe cristiano, ni secular ni eclesiástico [es decir, los obispos] ni por todos reunidos simultáneamente en concilio (neque ab omnibus simul in Concilio congregatis)".
San Roberto Belarmino, De conciliis, Sobre los concilios, libro 1, cap. 9: "... los concilios generales deben tomar conocimiento de las controversias surgidas en torno al romano pontífice, pero no dictar audazmente sentencia contra él".
San Roberto Belarmino, De romano pontifice, libro 2, cap. 30: "En segundo lugar, ser depuesto del pontificado involuntariamente es sin duda un castigo; por tanto, la Iglesia que depone al pontífice contra su voluntad sin duda lo castiga. Pero castigar es de un superior y juez [...] Por lo tanto la quinta opinión es verdadera. Un papa manifiestamente herético deja automáticamente de ser papa y cabeza, como por sí mismo deja de ser cristiano y miembro del Cuerpo de la Iglesia; por lo cual puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la posición de todos los padres primitivos, que enseñan que los herejes manifiestos pierden inmediatamente (mox) toda jurisdicción".
San Roberto Belarmino, De romano pontifice, libro 2, cap. 29: "Es lícito, digo, resistirlo no haciendo lo que manda e impidiéndole cumplir su voluntad; sin embargo no es lícito juzgarlo, castigarlo o deponerlo; porque esto es solo [el papel] de un superior".
El último pasaje es otro del que abusan los herejes de la secta del Vaticano II.
San Roberto Belarmino, De conciliis, libro 1, cap. 21: "Además de esto está el hecho de que el pontífice en un concilio no es solo el juez, sino que tiene muchos colegas, es decir, todos los obispos, quienes, si pudieran condenarlo por herejía, también podrían juzgarlo y deponerlo, incluso contra su voluntad".
Algunos citan este pasaje para argumentar que Belarmino sostenía que un romano pontífice podía ser juzgado y depuesto contra su voluntad. En el proceso malinterpretan groseramente a Belarmino y lo acusan de la herejía del conciliarismo; porque si un concilio puede deponer a un papa válido contra su voluntad, entonces es superior a un papa. De hecho, Belarmino enseña explícitamente (por ejemplo, De romano pontifice, libro 2, cap. 30) que deponer a otro contra su voluntad es infligir un castigo e implica el papel de un "superior". Por eso adopta la postura de que un hereje manifiesto deja automáticamente de ser papa. En el pasaje citado de De conciliis en el libro 1, cap. 21 (que los miembros de la secta del Vaticano II usan indebidamente), Belarmino no está tratando con la pérdida del cargo. Está respondiendo a una objeción que los protestantes hacen a los romanos pontífices que presiden los concilios generales. Al responder a esa objeción, Belarmino simplemente afirma que en el contexto de tal concilio habría muchos jueces que, si pudieran condenar a alguien por herejía, podrían entonces juzgarlo y deponerlo "incluso contra su voluntad". No estaba enseñando, como sostienen los neoconciliaristas de la secta del Vaticano II, que la persona que pudiera ser así condenada, juzgada y depuesta incluso contra su voluntad siguiera siendo un papa válido hasta la condena y el juicio. Por el contrario, sostuvo que "mientras" el hombre sea verdaderamente pontífice "no puede ser juzgado por ningún concilio" (De conciliis, libro 1, cap. 10).
De hecho, puesto que Belarmino enseña que condenar a alguien por herejía permite que esa persona sea juzgada y depuesta incluso contra su voluntad (De conciliis, libro 1, cap. 21), y enseña repetidamente que un romano pontífice válido no puede ser juzgado y depuesto contra su voluntad por ningún concilio (porque entonces el romano pontífice sería inferior al concilio), eso significa que Belarmino no creía que un romano pontífice (mientras fuera considerado romano pontífice) pudiera ser condenado por herejía. Solamente alguien que ya ha dejado automáticamente (ipso facto) de ser papa a los ojos de la Iglesia por herejía manifiesta puede ser así condenado y depuesto contra su voluntad.
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Esta listo. Gracias.
Monasterio de la Sagrada Familia 6 díasLeer más...Hola. Ya fue publicado. Gracias.
Monasterio de la Sagrada Familia 6 díasLeer más...Cuándo van a publicar el calendario de 2025?
Reynaldo 1 semanaLeer más...Dios los bendiga, porfavor suban pronto el calendario 2025 para poder imprimirlo.
nicolas guiñez 4 semanasLeer más...Lugares no sólo solitarios, sino, además, silenciosos. De nada sirve estar solo si uno, en el afán de escapar su propia consciencia y la voz de Dios o de sus...
Gonzalo Javier Cavatorta 1 mesLeer más...El rostro del Padre Pío, se le ve con una tranquilidad, como dormido... No así con la foto del ataúd de la impostora hermana Lucía, con un semblante afligido...
Serena 5 mesesLeer más...Cansada de leer las atrocidades de Maledicto XVI... Y aún me faltan las Bergoglianas...
Mein Konto 5 mesesLeer más...¡Ay, ay estos últimos antipapas de la historia! Herejes magnos, escandalosos. Qué bien oculto, solapado, disimulado, tenían todas su execrables abominaciones. Falsos, mentirosos, el peor castigo de los últimos tiempos....
Crowned 5 mesesLeer más...Qué abominable.
Crowned 5 mesesLeer más...Este sábado 20 es el día de Santa Margarita de Antioquía 💕
Stefy 6 mesesLeer más...